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Comenzamos, como no, con la salvadora de PV. Esta súper heroína se toma el veneno para ablandar el corazón de Lesmes  y así poder salvar a todo el pueblo (Aquí imaginaros que le hago la ola. Olaaaa) Qué buena que es, de verdad que me encanta su fuerza, su desinterés y como no, sus gestos y sus dotes interpretativas (Esto también es ironía)

Pasamos al Jaral, Emilia está malita en un jergón al lado de Raimundo, que por el momento, continua siendo el figurante de antaño y no dice ni esta boca es mía.

Entramos en la confitería, Fernando se esmera en cuidar a la pobre Candela y le da la medicina que robó en el Jaral. Candela no se fía de él y se niega a tomarla, pero Fernando la amenaza que si no se la toma, matará a Esperanza.

Vámonos a la Casona que Fulgencio está que se sube por las paredes. No se calmará, hasta que “Sepa de primera mano lo que ocurre” Bernarda intenta calmarlo sin éxito. No entiende cómo su prima ha podido elegir a su capataz pasándole por encima a él. Ay Fulgencito si tú supieras que la mayor parte de culpa la tiene la bruja de tu mujer… Se presenta Fe con un refrigerio para sus señores “¿Qué nos traes? ¿El aperitivo a estas horas?” “Así lo ha ordenao la seña Francisca, la cena se va a retrasar un rato largo” ¿Que os pensabais que en la Casona se hacía lo que vosotros queríais? No primitos, no, que Francisca ya ha despertado de su letargo y no sabéis la que se os viene encima.

Francisca sale de su despacho, que no sé cómo no ha escuchado todo lo que sus queridos primos estaban hablando, debe ser que las puertas correderas son blindadas,“Francisca, dichosos los ojos…” “Ahora no Fulgencio, estoy ocupada” zasss en toa la boca Fulgen. Y desaparece tan rápido como ha aparecido.

Rosario se encuentra muy mal, piensa que se va a morir (sniff,sniff, que pena más honda) y quiere despedirse de Mariana, le dice que está muy orgullosa de ella, que es una mujer muy fuerte, que pasó muchos años en la cárcel y que volvió con la cabeza muy alta ¿Perdona? ¿Se te olvida que nadie la quería?, ¿que todos le dieron la espalda?, ¿y que la ÚNICA que la ayudó fue Francisca? En fin, escena muy flojita.

Volvemos a la Casona, la ocupación a la que se refería  Francisca, no es otra que subir a ver a Mauricio, el cual le dice que está  enfadado por ponerse enfermo cuando ella más lo necesita. Me encanta este Mauricio fiel y entregado a Francisca, es el único que de verdad la aprecia sin pedir ni esperar nada a cambio. Francisca para que se tranquilice le cuenta que se ha puesto en contacto con sus abogados para deshacer el traspaso de sus bienes a la cuenta de Fulgencio. Y que si nada se tuerce será positiva. “Te recuperaras estoy segura, no hemos de perder la fe” “¿Es que están hablando ustedes de la menda?” Me parto con Fe, que buena es.

Ay que bonica es Francisca con  Mauricio, le va a dar de cenar ella misma ¿no es para comérsela?

Los tres mosqueteros reunidos en la taberna a falta de noticias de los hermanos, quieren sublevarse de nuevo y salir por la fuerza del pueblo.

Fe va a ver a Mariana para saber si ya tienen el remedio. Pero ese no es el único motivo que la ha llevado hasta allí. Cuenta que lleva sirviendo desde mocita, pero que ahora ve peligrar “sus habichuelas”  Sospecha que a su señor no le gusta Mauricio y al capataz tampoco le gusta él y cree que hasta Francisca recela de Fulgencio “¿Y tú no?” “¿Yo?... una sirve, dice que sí a todo, y come caliente” Fe se ha dado cuenta que su señor no es una persona honrada, ¡ole la Fe ole! Pero ella no puede decir nada, ellos la cogieron de pequeña. Esta Fe creo que nos va a dar más alegrías de la que nos esperábamos, la veo trabajando fija en la Casona.

Francisca habla con sus abogados por teléfono, los amenaza de que como pierda un solo céntimo, ellos serán los responsables. Bernarda que está al acecho como un buitre a un moribundo, quiere enterarse de lo que estaba hablando, pero Francisca le da largas “Una termina por no fiarse de nadie… ¿Verdad querida?”

Llega Fe y Francisca le pregunta si ya ha llegado el antídoto a lo que contesta que no, que nadie sabe nada. Francisca invita a Fe a pasar al despacho. Fe acojonaica le pregunta “Pa`qué, si pué saberse” “Entra y lo sabrás” Bernarda quiere enterarse para qué quiere hablar con ella “Es un asunto personal Bernarda, siento no poder decirte más” Se encierran las dos en el despacho, dejando a Bernarda con dos palmos de narices y a nosotras en ascuas.

La mártir mayor del reino, se muere (sniff, sniff, que pena más honda otra vez) Lesmes por fin les ha dado la composición del antídoto, cómo negarse, si esta chica tiene una “dulzura” que nada se le puede negar. El alquimista de Gonzalo se dispone a hacer la ambrosia, sí, él también sabe de pócimas…  empiezo a tener la certeza de que esa maldita partera, era hija del diablo.

¡¡¡¡Ya está por fin lo consiguió!!!! Aurora tan desprendida como es ella, le dice a su hermano que se lo tome primero  Lesmes, me emociona en gordo esta chica. Pero no pueden tomarlo ninguno, pues tiene que reposar al menos una hora.

Lesmes al fin se reúne con su querida Jacinta, se acabó. En estos últimos capítulos, todos han tenido escenas llenas de emoción y sentimiento, en las que han demostrado su profesionalidad y su valor interpretativo, pero esta chica, por mucho que lo intente y la metan hasta en la sopa, no está a la altura de esa calidad que tienen los demás actores, no me causa ningún sentimiento, bueno, sí me causa alguno, pero no agradable, lo siento, pero no me gusta, me cansa. Al fin toma el antídoto “Bebe o no te removerá por dentro” A mí sí que se me remueve todo por dentro de verlos a ellos. Aurora se desmalla ¿Habrá muerto?  ¬¬ Pero eso lo veremos mañana.

Fulgencio no puede más con la vida, está dispuesto a entrar en el despacho donde se encuentra Francisca y echarlo todo a rodar y ponerle los puntos sobre la íes, Ja, ja, y ja Fulgencio, Francisca es la que te va a poner los puntos y no sobre las íes, si no en tu cabeza. Bernarda sigue en su empeño en calmarlo, la está enfadando ya, no quiere que pierda los nervios. Francisca sale del despacho “Buenos días Bernarda… primo” Me encanta esas maneras que tiene de dirigirse a Fulgencio. Habla de Mauricio, si él le faltara se encontraría perdida “Sólo él me ha sido fiel siempre…  sólo… él”