Selecciona tu idioma

.

martes, 31 de marzo de 2015

1040

Antes de nada, ¡perdón por la tardanza! Resulta que estas cosas del internet, a veces, dan más guerra de lo esperado y se me negaba la tranquilidad de comentar sin dificultades este interesante capítulo porque, sin duda, aunque sigamos ausentes de "pasión y deseo", lo es. Pero, pese a resultar interesante, lo es en tan pocos aspectos que me limitaré a comentar los mismos, que hoy no tengo ganas ni de ironizar con lo que se aleja de nuestro interés... ¡Y sin más dilación paso a comentarlo!


Empieza fuerte, como terminaba el anterior. Con el medio metro de Carmelo, su navaja para limpiar sardinas y una asustada pero firme Francisca Montenegro. Porque sí, dirán misa de que si "su vida ha pasado ante sus ojos", pero el aguante de esta mujer ante la locura del tullido y su posterior firmeza ante la mirada de Severito tras lo que acaba de suceder... Cuántos no se habrían orinado ya encima al primer toque de la navaja en sus bondadosos cuellos (nótese para que sector de este pueblo van dirigidas las últimas palabras). Conclusión... ¡Olé tus arrestos, Paca! Y, ahora, que el canijo venga a matarla por vengar la muerte de una tipa que le engañó y sedujo para enfrentarle con su amigo a cambio de dinero... No, si uno no puede ser tan tonto por entrenamiento, le tiene que venir ya de la cuna, como le viene a Mauricio (sí, a Mauricio, que no sé para qué está este hombre cuando los peores enemigos de Francisca actualmente se cuelan en su jardín a sus anchas para enseñar navajas, montar espectáculos y recordar amenazas). ¡Viva la seguridad de la Casona! 



















Lunares... Y más lunares... El pobre de Lucas (quién te mandaría posar tus ojos en esa lunera, qué daño te va a hacer, señor)... Emilia alias 'La Caprichosa', soltando esta vez sapos y culebras al pobre de Matías, que anda la mujer mordiéndose y envenenándose... Ay... El que pica, ajos come... 

Después de un puñado de escenas de semejante interés, regresamos a la Casona con una aterrorizada Francisca(pues pese a sus arrestos en el momento, no es para menos). Anda sola, recordando lo ocurrido con Carmelo, junto a la ventana del despacho (como les encantan los planos de esta mujer ahí, ¡lo petan con ellos!). Y justo en esos negros pensamientos anda cuando el señor Ulloa (que ya pensaba yo que se había perdido de nuevo en una visita secreta a Bosco) hace acto de aparición.


Raimundo: Una de las doncellas me ha dicho que habías regresado. (¿Sonríe? Pero, ¿qué pasa? ¿Qué se turnan en ánimos? ¿Es de ley que cuando uno está bien, el otro esté mal? ¿No pueden andar a la par? ¿Acaso lo hacen para que nunca tengan ganas de irse para el catre? Huele a conspiración...).


Francisca: Hace un rato. (Dijo el pajarito, y aún así el Ulloa ni se inmuta, que la tiene inmóvil en el sitio, con lo cariñosa que es siempre con él y lo poco que se deja, y no le sorprende, ea). 


Raimundo: Estaba leyendo la prensa en el jardín. ¿Has visto que tarde tan maravillosa está haciendo? (Espera, one moment, ¿qué andabas leyendo por el jardín y no has sido consciente de la movida que se ha montado con el tullido? ¿Qué andabas leyendo en el jardín y te enteras ahora por una criada de que tu amor ha llegado? No, si al final, con tanto avispamiento en esa casa nos la terminan matando). 


Francisca: Un tiempo espléndido. (Habló el pajarito, por segunda vez, que como se esfuerce en escucharse un poco más se rompe en pedacitos). 


Raimundo: ¿Ha sucedido algo, Francisca? (¡Hasta que al fin se entera de que el día no es tan espléndido para ella como él apreciaba desde sus ojos! ¡Aplausos para el Ulloa!).


Francisca: Abrázame, Raimundo. Abrázame fuerte. ("Abrázame muy fuerte, amor, manténme así a tu lado..." ¡Mátame, camión!).


Raimundo: Pero, dime, ¿qué te ha ocurrido? (Y ya está, eso le sale ante semejante rompimiento y necesidad de él de Francisca, ¡achúchala, hombre! ¡Bésala! ¡Dile que la amas! ¡Déjate de pamplinas y preguntas que no cuajan en semejante momento!).


Francisca: No me preguntes más, solo necesito sentirme protegida. (Ganas de comérsela, adorarla, achucharla, acompañarla y protegerla aumentando... ¡Cuidado que es el mismísimo diablo!). 


Y así acaba la secuencia. Breve pero intensa. Con un Ulloa algo lento en percepción de las emociones y una Francisca asustada, necesitada nada menos que del amor y la protección de su hombre, de aquel al que anhela como a nadie y, tal vez, temía no volver a ver jamás. ¡Acurrucamiento entre sus brazos se dijo!

Lunares... Más rollos del Jaral... Los vengadores por la plaza... Hipólito y su tambor (como si no pusieran ya la cabeza como un bombo Emilia y sus gritos)... Amalia y el páter en el Hotel Jaral (nada, que resulta que acabo de preguntarme cuanta tropa hay en esa casa)... Los hermanos Castañeda (y, añado, es de chiste lo que se pasa por cabeza de esta chica respecto al rubio de su marido y su supuesta felicidad ajena a su matrimonio)... ¡Y por fin de nuevo algo interesante!

Francisca anda pensativa en el jardín (junto con la ventana del despacho, sus lugares favoritos de meditación). Evidentamente, le da vueltas al acto impulsivo del tullido en silencio, y Mauricio entra en escena para dejarnos ver en OFF (porque abusar del ON es malo) el interés que, tras el sorpresivo abrazo, tiene el Ulloa en el estado de su amada. 


Mauricio: Raimundo me ha comentado que cuando regresó estaba muy afectada pero que ignoraba el motivo. (Gracias por esta gran información, capataz, para algo sirves, ¡aunque no sea para proteger la casa de los enemigos de tu señora!). 


Francisca: Así que ahora te dedicas a hablar con unos y con otros a mis espaldas. (Parapetándose en 3, 2, 1...). 


Mauricio: Ha sido él quien ha venido a indagar, por si yo conocía la razón de su estado. (Avispado, en parte, este Raimundo, ¡va, va! ¡Un mini-punto para ti!). 




























Y digo mini-punto porque, al contrario que Raimundo, Mauricio parece captar a la primera lo que ha pasado, intuyendo un problema con el Santacruz (aunque no sepa definirlo). Y, me pregunto yo, Raimundo, tú que siempre desconfiaste de esos dos, tú que siempre supiste que algo malo se traían con Francisca, ¿no puedes caer en la posibilidad de que ellos hayan podido hacerle algo? No, se ve que no, ¡hay que dártelo todo masticado, majo! Pero bueno, pese a las preguntas del Ulloa y las conclusiones de Godoy, Francisca sigue guardando silencio respecto a lo acontecido en el jardín el día anterior, negando cualquier tipo de especulación de Mauricio y pidiéndole soledad... La necesaria para llevar su mano a una zona que, horas atrás, estuvo apunto de ser liquidada cual cerdo en matadero (bonito, el asunto, sí). 

Mariana planeando hacer creer a Nicolás que le es infiel con su amigo Genaro (esta chica ha perdido la cabeza, de verdad)... Hipólito y Matías dando por saco con los tambores... Nicolás descubriendo el pastel de Mariana (insisto, tonta, tonta, tonta)... Tontunas en el dispensario... Lunares into the woods... ¡Fin! Y, por destacar algo en los avances y no pasarlos de largo... ¡CONFESIÓN! Francisca desvela a Raimundo lo que le pasó con Severo y Carmelo, y parece que, por una vez, al Ulloa se le enciende la sangre. 
















Raimundo: Esto no va a quedar así. (¡Coge la escopeta, Rai! ¡Cógela!).

Francisca: Espera, Raimundo, ¿qué vas a hacer? (Pues dar la cara por ti, mujer, déjale que sea un poco hombre y a ver si con el calentón, vuelve con ganas de fiesta de la Quinta). 

Raimundo: Voy a hablar con ellos para ver de donde surge tanta inquina. (¿Hablar? ¿Y la escopeta? Voy a pensar que es un cuento para tranquilizar a tu amor...). 

Francisca: No voy a permitir que te vayas a su lado, no sabes de lo que son capaces. (Mírala, protegiendo a su chico, ¡para comérsela!).

Raimundo: Es igual, no me va a suceder nada, solamente voy a hablar con ellos. (Dialogante hasta el final, ¡qué poco conflictivo eres, leche! ¡Arréales un puñetazo como ya hicieras con Severiano en su día!). 

Francisca: Raimundo, por Dios. (¡Ni aclamado lo detiene, oye!). 
















Y con esto y un bizcocho, no hasta mañana, más bien hasta unas horas. ¡Pues nada! ¡Paz, amor y raipapolvos everywhere!

domingo, 29 de marzo de 2015

1039

Buenos días Raipaquistas/tos! 

No, no se me había olvidado comentar el capítulo del viernes, es que contra todo pronóstico, me daba hasta pereza, SERÁ POSIBLE. Pues si amigas mías, no negaré que me encanta cuando Raimundo llama Cariño a su Paca y que me gusta ver como Francisca le coge la cara y le planta un beso en los morros. Besos que ya no son tan escasos (por otra parte) aunque aún no se acercan mínimamente al 1000. Y es que todo tiene un cierto aire viciado que no es de mí agrado…. Raimundo quedándose con Paca por pena ¡PERO ESTO QUE ES! Raudo tendría que haber ido a por su Paca porque sí, porque la quiere y PUNTO. Echo de menos los encuentros campestres, mucho más bonitos que esta convivencia entre hermanos que me llevan…. Y sobre todo las mentiras, lo que “empieza” mal acabara peor. PUAG

En fin vamos al lío.

Francisca, Mauricio y su “pequeño” ajuste de cuentas con Pope… digo Silverio.

                           
Pues nada que andaba Francisca aburridilla porque aunque tenga a Raimundo en casa ella parece ser que se aburre y decide ir con Mauri al campo a buscar a este tipo y sonsacarle información sobre Bosco… Quien ha ido a visitarle y a comprar sus palabras, pues no fue otro que Carmelo, el del guante! Y después de la confesión bajo amenaza de muerte, pues le matan, no? Otra muerte más…. 
Total. ¬¬  

Pues a mí me mola la capa, llamarme rara :P 



Bosco con Su abuelo Rai.

Blablabla blablablá, que oyen mis oídos? Que rai no comprende que Bosco allá querido permanecer ahí en La Casona y a continuación le dice que él RAIMUNDO quiere a Paca, venga hasta luego. Mi cabeza no comprende estas bipolaridades extremas a las que están sometiendo a este señor, enserio.

Rescatare estas palabras de Raimundo;

El paso del tiempo no solo pesa en el cuerpo sino también en el corazón y el mío ha decidido olvidar todo lo malo y sacar a flote ese amor que nos hemos profesado Francisca y yo durante tantos años a pesar de nuestros desencuentros.

Era un ser encantador, alegre, cándido… YO LE PARTI EL CORAZÓN… PERO A PESAR DE ESO NOS SEGUIMOS AMANDO.
Bosco que tonto eres, pero tonto del bote, se nota que por mucho que te haya enseñado Francisca, tu cabeza no da para más y no eres capaz de ver el otro lado de las historias.

Y ahora Emilia … UFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFF CREO QUE PASO, ya nos sabemos sus cantinelas.

Casona, Paca y Rai

Llega Rai de su encuentro con Bosco del que no dirá palabra a francisca, no sea que se moleste. Y Fe le ofrece algo de beber “que tiene cara de escupidera” le suelta jajajaja
Llega Francisca con su capa, complemento importante, si ya lo decía yo…
Paca; al fin en casa Gracias al cielo
Raimundo mientras le ayuda a quitarse la capa: permítete cariño 
                           
Fe: señora quiere usted que le traiga también algo de merienda?
Francisca; si si lo mismo que al señor

Y se quedan hablando a medio metro de distancia, menos mal que después se van del brazo… ehem… eso sí, mentirosos como ellos solos NO hombre no  si si me ha ido bien en mis menesteres, a mí igual… pues vale.

Rai está mal por el tema Emilia y Francisca le dice que es una egoísta, no piensa en él. Lleva razón. Y le suelta la Paca que si la acompaña al viacrucis JAJAJAJAJA y que si la acompaña ILUSTRO: 
                                    
  Queda claro que no va a acompañarla, ira Fe.

Francisca y Emilia

Llega ella toda pichi y se planta delante de la casa de comidas y sale Emilia echando chispas, como ya es habitual, Emilia crispada y Paca de lo más calmada, lo que por otra parte crispa a Emilia, pues eso.
Francisca le pide disculpas “por lo que haya que pedirlo” OLE jajajajaja con todo su cuajo, me encanta muhahahaha eso si, no todos los males de esta familia son culpa de Paca, que quede claro.  Pero paca por su Rai se rebaja vaya que sí. 

Emilia; resulta que soy mala hija
Paca; intransigente es la palabra.

!GUAPA!

Carmelo persigue a Paca… y la acorrala en el jardín de la casona, pero si no tienes ni media leche y dónde vas con semejante navaja alma de cántaro.



viernes, 27 de marzo de 2015

Puntata 555

Un caro saluto a tutti! Oggi dovrò commentare la prima parte di una puntata che, tranne qualche lontano riferimento al triangolo Raimundo-Francisca-Leon, di raipaquista ha ben poco, incentrata tutta sulla morte di Federico e sull’arresto di Olmo (perché in questa soap se non muore qualcuno con regolarità, proprio non siamo contenti):


 La natura assassina di Olmo è finalmente uscita allo scoperto e l’uomo, incastrato dal suo ex sicario, ha confessato tutta la verità sulla morte di Isabel e poi ha sparato a Federico che è morto “beatamente” tra le braccia di Soledad. La ragazza è riuscita nel suo intento di smascherare il suo vecchio amante e di mandarlo dietro le sbarre, motivo principale del suo ritorno a Puente Viejo dopo la fuga a Parigi con il musicista.
Per quanto riguarda invece i nostri due beniamini, non si può certo dire che la trama sia a nostro favore: i due non potrebbero essere più distanti, uniti solo dal segreto che Leon ha confessato a Raimundo e che quest’ultimo ha voluto condividere con Francisca qualche puntata fa. Ma ciò che doveva rimanere un segreto tra loro tre sta diventando di dominio pubblico: Alfonso ha ascoltato la conversazione tra Raimundo e Leon a proposito di Emilia e ha preteso da Raimundo di essere messo al corrente della situazione.


Così, dopo cena e senza la presenza di Emilia, Raimundo e Alfonso si sono seduti a tavolino e hanno fatto una bella conversazione su Leon, Salvador e tutte le atrocità del passato (e poi dicono che Puente Viejo sia un posto tranquillo!):



“Ho pagato caro per questo: stavo quasi per perdere Emilia come figlia quando ha scoperto tutto!” 



Il signor Ulloa ha soddisfatto la curiosità di suo genero, ma è stato chiaro su un punto: non ha intenzione di condividere questo segreto con Emilia. Raimundo ricorda amaramente i momenti in cui, molti anni prima, rivelò alla ragazza l’accaduto e ricompose in extremis il rapporto con sua figlia…è per questo che non ha intenzione di riportare alla luce questioni che potrebbero farle ancora male, anche se si tratta di dimostrare la sua innocenza.
"Non è necessario riaprire ferite che sono già state chiuse parecchio tempo fa. Emilia soffrì quando seppe la verità e io per lei ho espiato la mia colpa."
Raimundo arriva persino a minacciare suo genero con lo sguardo:


La fermezza di Raimundo purtroppo non basterà a fermare i propositi di Alfonso e il segreto non rimarrà tale dal momento che, oltre al coinvolgimento di Francisca, si può dire che sia proprio Emilia la diretta destinataria di questa storia, implicata com’è nell’incidente che causò la morte dei suoi genitori. Quindi non aspetteremo a lungo prima che anche lei sia informata del motivo del ritorno di Leon Castro a Puente Viejo. 
A proposito di segreti, in questo periodo Francisca è sempre messa da parte su molte trame che si compiono a sua insaputa. Se non fosse per Mauricio che girovaga al suo servizio con lo scopo di raccogliere informazioni (e non sempre riesce ad adempiere ai suoi compiti in modo egregio), la Montenegro saprebbe ben poco. Ha dovuto penare per conoscere il segreto di Leon (rivelatole da Raimundo, nemmeno dal diretto interessato…e in modo parziale) e, se non fosse stato per la morte di Federico non sarebbe nemmeno stata informata di tutti i retroscena sul passato di Olmo e sulla storia dei due sarti fuggiti da Puente Viejo. Però oggi ci hanno pensato Mauricio e Soledad ad informare la signora:


Soledad fa l’elenco di tutte le persone che Olmo ha ucciso e che avrebbe voluto uccidere (compresa se stessa), poi mette in guardia sua madre da Fernando: “Fate attenzione a Fernando: non guarda niente e nessuno pur di raggiungere i suoi scopi.”


Soledad non potrebbe avere più ragione, ma Francisca si dichiara preoccupata solo per Olmo…poi improvvisamente un’illuminazione le chiarisce il motivo del ritorno di sua figlia a Puente Viejo. Così chiede a Soledad come mai, adesso che è riuscita nella vendetta che si era prefissata, non sembra essere soddisfatta:



Soledad è troppo amareggiata per come sono andati i fatti e per la morte di Federico…e risponde alla madre che la vendetta comporta sempre la disgrazia di qualche altro essere umano. Una Soledad matura e cresciuta, che non ha smesso di combattere ma si è presa una rivincita su ciò che la vita le ha imposto, che stavolta non è stata succube degli eventi ma è riuscita a salvare la sua vita, quella di altre persone e a minimizzare le perdite, nonostante lo spargimento di sangue. Un personaggio che sta diventando vincente, brava Soledad! Adesso restano da migliorare solo i rapporti con sua madre…
Interessante lo sguardo di Mauricio quando Soledad va via:


Francisca rimprovera il capomastro per non averla informata per tempo dell’accaduto, ma Mauricio rimedia raccontando alla signora i motivi del tradimento di Fernando nei confronti di Soledad: il fatto che il giovane Mesia non si sia attenuto agli accordi presi e non sia uscito subito allo scoperto (appena Olmo ha confessato di essere stato il mandante dell’uccisione di sua madre) ma abbia aspettato che Olmo sparasse a Federico…al contrario, sia intervenuto solo per sparare a suo padre e salvare la vita di Soledad. Persino secondo il capomastro, il comportamento di Fernando non era dovuto al frastuono della situazione bensì compiuto con molta lucidità. Francisca non può far altro che riconoscere la scaltrezza del giovane, quand’anche Mauricio sembra non aver dubbi sul fatto che Fernando sa fin troppo bene quello che vuole… questa l’espressione della Montenegro nel rendersi conto che il giovane Mesia potrebbe rivelarsi più pericoloso di quanto si crede:


“Non so se questo sia un bene o un male per i nostri interessi, dobbiamo stare molto attenti a lui Mauricio”
Le ultime parole famose di Francisca: se solo sapesse tutte le macchinazioni di questo personaggio! A partire dalla violenza che compie ogni notte ai danni di Maria per finire alla squallida intesa fisica con la falsa Aurora. E poi dicono che sia la Montenegro il personaggio più cattivo di Puente Viejo…

jueves, 26 de marzo de 2015

Capítulo 1037


Súper escena para empezar el capítulo…Familia feliz, a Beltrancito no le debe gustar mucho porque el pobre no está cómodo y no para de quejarse. Aparece Amalia en escena y corta el rollo a la pareja, aunque muy entusiasmados tampoco es que se les viera por declararse de nuevo su amor. Amalia se da cuenta del percal y le deja clara la situación a Inés.

Continuamos en la casa de Mariana y Nicolás; estoy más perdida con lo que realmente pretende el murcianico…

Aparecemos en la Casona, escena de Francisca y Fe, (escenón asegurado, teniéndolas a las dos juntas), Francisca atareada con sus quehaceres, pregunta por su querido, pero Fe dice que salió temprano y no ha vuelto. Aparece Mauricio para hablarle de sus pesquisas sobre el secreto de Bosco. Mauricio aún no sabe a ciencia cierta de qué forma Severo está implicado en el descubrimiento. Pero cada vez está más seguro que Amalia ha sido una parte importante en todo el asunto. Francisca deja claro que todo aquel que haya tenido algo que ver, pagarán por sus hechos.







En la plaza encontramos inquieto a nuestro galán, no quiere entrar en la taberna por no encontrarse con Emilia, (cualquiera se atreve para llevarse otro descaliento), y si no tiene suficiente, Alfonsito echando más leña al fuego. Y por supuesto cualquier consejo de Francisca (aunque este sea dado con el corazón en la mano), hay que olvidarlo, le advierte el páter. Raimundo se encuentra muy apesadumbrado, y no es para menos, menudo repaso le pegan estos dos. Ya puedes Emilia Ulloa ir aceptando la relación de tu padre y sobre todo ser capaz de perdonarlo, que las consecuencias las está sufriendo la Paca, y tienes a tu padre hecho un trapo.









Mauricio e Hipólito hablan en el Colmado por la nueva encajera que ha llegado al pueblo, Mauricio le pregunta quién es esa buena moza con la que pasea, Dolores enfurruñada al pensar quien se reparte a la chica…, y el pobre Hipólito sin percatarse de nada.





Inés cantando a Beltrán… paso.

Quinta Miel Amarga, han llegado los resultado de la investigación de la muerte de Sabina, Francisca, como ya podríamos imaginar, queda exculpada de la muerte de la ama de llaves, Carmelo no acepta el resultado y grita que deben acabar con la Montenegro, severo hombre más cabal y sosegado, le dice que se tranquilice y no tire por tierra su verdadero objetivo. Carmelito…calma calma, que te enciendes y no te beneficia en absoluto.





 Bosco y Amalia, vuelvo a pasar…

Taberna, Alfonso y Rosario hablan de lo mohína que se encuentra Mariana. Alfonso habla con Emilia sobre la visita de su padre, Emilia cabreada porque su padre no ha sido capaz de entrar a verla, y que quieres hija, ¿volverle a montar el pollo?, cualquiera te vuelve a aguantar… directamente no pongo la conversación ni una captura. Es volverla a escuchar y me enciendo…

Coqueteo de la nueva encajera con Hipólito, más de lo mismo, él sigue sin enterarse.

 Llega la única escena en la que podemos disfrutar algo, aunque no os emocionéis demasiado, que no es nada del otro mundo, Que sí que Raimundo es todo un caballero, pero la escena se apaga por momentos, ese pan duro como una piedra, esas berenjenas en la mesa como cualquier feria de pueblo que se precie, ni un beso si quiera se han dado, que lástima, cuando lo que tenían que haber hecho es tirarse encima de las berenjenas y comerse a besos. Eso sí, sólo ver como se sonríen y se miran es todo un placer.











Los mellizos luneros aparecen en la taberna para presentar al nuevo hermanísimo. Alfonso habla con Aurora y le comenta que Bosco y Raimundo tienen derecho a conocerse. ¿Nunca tuviste una familia Bosco?, que prontito se te olvida lo bien que te ha tratado tu abuela mientras vivías con ella, te podrás quejar tú de cariño…en fin

Fe y Bosco hablando en la cocina, le pregunta si ha tenido algo que ver con la muerte de Sabina (vaya preguntita Fe), no te preocupes que él no ha sido el “defuncionante”, jajajajajaja… ¡no, vaya que no!, sólo hay que verle el careto al capataz. ¡Qué penica!, Fe le dedica más mimos y palabras de amor a Mauricio sin ser nada que los nuestros. Fe, no vuelvas a poner berenjenas en la comida que están avinagrando la libido del Ulloa. Fresas y ostras es lo que le deberías ofrecer.

Mariana y Nicolás hablando en la taberna, ésta llorando a punto de confesar. Pero termina por callar y no contarle nada a su marido.

Bosco pregunta a Mauricio si él sabía de su parentesco con la Montenegro, el capataz es incapaz de mentirle y callar, pero intenta excusarse, pero Bosco se siente herido.





Aurora y Amalia pasean por la plaza, ¡cuidadito! qué vais a tener un encontronazo con la gran Francisca, que va a echarle en cara que ella ha tenido algo que ver en lo de Bosco.







En los avances no hay nada destacable, pero como ya sabréis, hay una escena bonita de los nuestros. Y ánimo chicas que estoy parece que empieza a remontar, aunque a veces no lo parezca.