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miércoles, 14 de mayo de 2014

816

Aquí va, con retraso y  mil perdones, un nuevo blog raipaquista. Antes de empezar quería señalar algo en lo que, sinceramente, hasta que no he ido a mirar qué capítulo tocaba, no había caído. 816... Sí, señores, 400 capítulos se cumplen desde aquel primer beso (y no han llovido cosas ni nada, sobre todo falta de ellos y mucha escasez, y también estupidez). Venga, un pequeño recuerdo al pasado, morriña que me ha dado... ¿Son o no son para comérselos?


Y sin más dilación, que esto no puede ser, empiezo a comentar el "super" capítulo. Advierto que, como es tan interesante, voy a ser muy rápida. Primera secuencia: Pepón, Pepona y el geólogo flipando por la foto de Jacinta y Lesmes "Oh God, Oh God... ¡Qué se conocían!". Cabecera: Sigue sin gustarme esa musiquilla inicial para alargarla un poco más. PRIMERA ESCENA DE INTERÉS. ¡Maldita Bernarda! ¿De qué va está tipa? ¿Acaso quiere todos los cuartos para ella y por eso malmete contra Fulgencio? Ahora resulta que el primo mató a su hijo. Francisca llora desconsolada incapaz de creer que su adorado, respetado y perfecto primo pudo hacer algo así, ¿Qué pretende esta mujer? ¿Fastidiar al marido porque teme que se gaste todo el dinero en venganza? ¿Confundir y agobiar a Francisca por puro placer? ¡A mí no gustar! Que, por cierto, que malísima es Francisca, ¿no? Es tan mala que llora por la suerte de un inocente que ni conoció...


Nos vamos de la Casona, con Francisca desolada, al Jaral. Pobre Hipólito, me parte el corazón verlo tan abatido por su Quintina ¡Qué comestible es este hombre! ¡Y qué mal da ánimos, María! "Tranquilo Hipólito, que lo mismo tu churri dura 3 días, y te da tiempo a hacerle algún poema de despedida" ¡Gracias, María! ¡Lo tendré en cuenta! Y luego llegan con la foto de Jacinta... La solitaria... Todos flipando, y quieren hablar con su hermana. Espera, que su hermana era Jacinta camuflada, ¡qué avispados son estos chicos, de verdad! ¡Dios mío, qué perdición! Seguimos con Fe cantando toda feliz (su autoestima da gusto) mientras Mariana no puede descansar tranquila con tanto encierro, alejada de buenas noticias (pues menuda te va a caer con la Mami). Pero, hasta que llegue ese momento, ¡a cantar y a bailar! ¡Olé, olé! Y volvemos a los detectives en busca de Jacinta (madre mía, es más lista que todos vosotros juntos, muchachos). ¡Paso palabra! Candela, Fernando (alegrándose de las desgracias del pueblo), Esperanza... Bla, bla, bla... Lo que aguanta esta mujer. Una niña que no es suya y un bulto que tampoco ¡Pobre! Y volvemos con Francisca, ahora sí, con algo un poco más interesante. La Paca pasa de Fulgencio lo que viene siendo un poco, tirando a mucho, mientras él se desespera y Bernarda (que me desconcierta una barbaridad) trata de calmarlo para evitar que el plan se desmorone. Pero mujer, ¿No lo has desmoronado ya tú con tu lengua viperina? Y mientras, Francisca, ¡a paseo que los manda! Su cara dice "Como entréis, os reviento".




Le sigue a la Paca esquiva, el Ulloa y Alfonso. No hay mosto, no hay casi vino, el agua contaminada, se acaban los víveres... Critican y critican la actuación de los militares, la enfermedad... El pesimismo se abre camino y Alfonso hasta piensa en atravesar los límites impuestos. ¡Se puede liar parda! Y ya está, tampoco van a hablar de cosas más interesantes. ¡Madre mía! ¡Los hijos de la partera otra vez! Ahora resulta que quieren salir del pueblo para buscar a Jacinta. Y no le cogen el teléfono para comunicarse con Jimena. ¿Por qué será? Ah, Dios mío, ¡Irse, irse! ¡Si me queréis, irse! Después Mauricio se encuentra a Fulgencio (la que te va a caer más pronto que tarde) y discuten un poco. Mariana interesada en el tema pregunta y pregunta, él se contiene pero sigue firme, el primo le ha tocado la moral, le ha dejado en mal lugar pero él, ahí, al pie del cañón, ¡se va a cagar! ¡Mauricio for president! ¡NOW! Volvemos para concluir el tema de los hermanos de marras pero como ya lo he resumido en la primera intervención, ahí va a quedar, y chim pum.


Don Anselmo hablando del Buendía que queda vivo... Bla, bla, bla... Entran un poco todos en depresión con tanto enfermo, tanta muerte y tan poca solución. Y encima se preocupa el matrimonio Castañeda por la economía, ¡muchachos! ¡Con la que se os va a venir con vuestros progenitores! ¡Dejaros de cuartos! Seguimos con Dolores flipando en colores por la historia de don Anselmo,  Jacinta conocía a Lesmes. Pero deja un poco de lado su cotilleo (un poco, un poquito) para que corra en busca de la ayuda que prometió a los hermanos de marras. ¡Y Francisca otra vez! Con la cansina de la prima que viene a arrepentirse de sus palabras (no entiendo nada de nada a esta mujer, de verdad que no) y Francisca que parece que la escucha (a medias) aunque más bien parece que le hace un poco caso por pesada. Lo primero que se le pasaba por la cabeza dice... Un buen hombre dice... ¿Si no querías que pasara eso para qué hablas? ¿O es que te pudo el amor de madre? ¡Bernarda, deja ya de ser tan bipolar, por favor! ¡Así no hay manera!


Toca ver a María y Emilia con Dolores (que ni en época de epidemias se corta un pelo para cotillear). María anda en las nubes... Hablan de lo que tardan en recoger agua en el pozo del Jaral, por ser el único disponible. Y María se larga, ¿A qué ya se donde va? ¡Más muertos entre tanto enfermo y sin encontrar solución! Y encima los sanos, como Aníbal, se exprimen hasta no poder más. Madre mía, madre mía, ¡La que has liado Jacinta Ramos! Volvemos a la Casona, ¿María allí? Si ya se veía venir. Viene a pedir agua para poder llevarla a quién la necesita. Son demasiadas bocas las que necesitan de ellas y con el pozo del Jaral andan devastados y como Francisca es malísima les deja el pozo ¡Por el interés te quiero Andrés! Para concluir, otro enfermo más, ¡Candela!


Y llegamos a los avances... Francisca sigue esquiva con Mauricio, Raimundo (y compañía) se reúnen en la posada para tratar el asunto de la salida del pueblo. Mauricio habla con Mariana de sus chanchullos para destapar de una vez al primo. ¡Y ya vale por hoy! ¡Zanjemos el asunto como lo empezamos! Recordando lo que hace 400 capítulos nos regalaron y se niegan a devolvernos (malditos).







1 comentario:

  1. A lo mejor esto es un ciclo que se repite cada X capítulos, nos hicieron esperar hasta el 416, para poder ver el ansiado beso, y si esto fuera así ¡¡Sólo nos quedarían 16 para ver el siguiente que sería el 832!! (Sí, ya lo sé, soy una ilusa, ¿pero, no lo somos todas las raipaquistas? jajajajajaj)

    Con respecto al capítulo de hoy, yo tampoco entiendo a Bernarda, pero sospecho, que quiere quedarse con el parné para ella sola. No tiene otra explicación.

    María me enerva, si tan defraudada está de Francisca ¿para qué va a pedirle siempre a ella? Que se vaya a la iglesia y le pida a san cucufato para que aparezca un pozo en mitad de la plaza.

    Y una cosa que no entiendo tampoco, ¿cómo ha enfermado Rosario viviendo en el Jaral? ¿Ese pozo no era seguro? Enferma Raimundo también ¿Por qué no enferman los demás? ¿Acaso no beben de la misma agua? Igual que los Mirañar, ninguno excepto Quintina.

    De los demás no digo nada, ya lo ha dicho todo Miri y con eso es suficiente, no merecen más.



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