¡Buenas Raipaquistas! ¿Cómo va esa mañana sabadera? Espero
que sin mucho madrugar. Hoy se nos retrasó un poco el capítulo, es lo que
tienen las épocas de exámenes que solo dejan tiempo para una cosa ¡qué ganas de
verano! Pero dicen que lo bueno se hace esperar, con lo que vamos a ver que nos
esperan las tramas de hoy, y lo que apunta ser algo más interesante, o novedoso
por lo menos, ¡los avances semanales!
Y empezamos por todo lo alto, uno de los mejores tríos de
Puente Viejo, por lo menos en los últimos días. Francisca, su fiel capataz y el
primísimo de mirada emponzoñada. Gran escena de intenciones enmascaradas con
dobles miradas y que más valía lo que las expresiones de estos grandes actores
nos delataban que la banalidad de sus palabras. Pero para resumir: tenemos a un
Mauricio que llega con la sartén por el mango y lanzando un órdago a Fulgen prohíbe
su marcha del pueblo, más sin dar razones, lo que consigue apretar el nudo de
la corbata de éste que no puede sentirse más aliviado al saber que se trata de
una cuarentena y no de algo personal como se temía. Así, nuestro siempre legal
Mauri, ganando la perspicacia que su doña pierde por momentos, se resarce en la
inquietud que ha infundado en el primo, retándole, pues su mirada y el miedo a
poco andaban. Más como era de esperar, tras ver que no eran las orejas del lobo
lo que acechaban, el primísimo vuelve a venirse arriba despreciando a Mauricio
por sus sutiles indirectas mientras se las da de digno frente a Francisca. – Y como
breve inciso diré que nada de nadita nada me ha gustado ese “capataz” del
dichoso Fulgencio, pero ¿quién se ha creído éste? Que así, sólo podemos
llamarlo Paca y sus raipaquistas, así que ¡menos Fulgen!¡Menos que se nos sube!
He dicho.- Pero el Montenegro, como su buen nombre, decide no bajarse de la
burra y convencer a su prima para que con sus influencias consiga saltarse la
cuarentena y “tirar pies pa´que os quiero”. Y parecía tonto cuando lo
compramos, vamos que el zagal ha dicho, más vale pájaro en mano que ciento
volando, Fulgen dale al carromato con el dinero bajo el brazo y dile arrivederci
a Puente Viejo, a Berni y a toda la compañía antes de que te encierren y de
poco te valga lo birlado. Y la prima, que la pobre de tan solica que anda me la
están haciendo perder el oremus, sucumbe a sus peticiones, que por otra parte
qué leches les pasa en este pueblo que parece que todo debe resolverlo Paca, de
verdad que por más que digan La Casona parece el Cáritas de antaño…en fin. Y así,
con un dedito poco acertado, porque no se si os fijásteis, pero Fulgen,
querido, existe una cosita que se llama
dedo índice, sí sí, dícese de ese que sirve para señalar, contar y que está en
segundo lugar, y que por lo tanto debe sacarse antes que el tercero…digo, como
dato, que a las raipaquistas no se nos escapa una y no sabes con quien te la
estás jugando. Lo mejor el final de la escena y el arrebato del susodicho al no
saber si quedará a verlas venir en ese pueblo con la familia en lugar de en una
isla caribeña disfutando del dinero ajeno.
PA´TI |
Y tras el fuerte comienzo recuperamos la tónica habitual y
vamos a la casa de comidas donde el matrimonio ideal empieza a meterse como no
en el último fregado del pueblo, porque como les faltan los problemas, ellos y
su solidaridad ahora acompañan a la alcaldesa consorte a quien vaticinan el Apocalipsis
si no se consigue un remedio antes de que se acaben las medicinas. Pero ¡qué
ven mis ojos! Se trata de Raimundo Ulloa, con su yernísimo, otro al que cada día
me cuesta más tragarlo, y es que para una vez que nuestro Ulloa saca a relucir
a Paca por un buen hacer, como lo es lo ocurrido con Florencio, el otro lo
primero que hace es adjudicárselo a una “ventolera” de la señora. Pero le diré
una cosa, aquí no todos nos movemos por “aires”, sí, esos que según nos
interesa nos llevan…ahí lo dejo. Seguimos con una de esas conversaciones de
hombre ilustre escepticismo vs. Cristianismo, y la verdad es que con este
pueblo que es la alegría de la huerta, lo que me extraña es que Rai y sus
ideales no tengan ya un club de fans.
Ahora vamos al hospital de campaña con su doctora number one
Aurorita la que todo lo sabe y toda su prole, porque otra cosa no, pero campaña
le hacen un rato, que les falta colgar carteles por las calles. Pero paso
porque aparte de lo buenos que son todos y las grandes dotes e intenciones de
la minipartera poco hay.
Y recuperamos al dúo dinámico, Mauri y Fulgen, ésta vez, el último
aprovecha la ausencia de su prima, pues todos sabemos que aunque sea su siervo
lo quiere y lo defiende, para amenazar al capataz “no te conviene librar
batalla conmigo” sí sí Ful, muy valiente se te ve ahora, pero ¿a que eso mismo
no se lo dices delante de Paca? Y viene Bernar, que viendo las orejas a su
marido decide dejarle claro que no marchará de Puente Viejo sin ella, vamos que
no la va a dejar aquí a verlas venir mientras él se las da por todo lo alto con
los cuartos de Paca.
Volvemos con las alegrías, esta vez para ver algo insólito,
y es que nuestra querida Aurora dejando su ego permite que sean los enfermos
los que decidan si confiar o no en su dotes, pero en Puente Viejo que ya nos
llevaban ventaja, no dudan ni por un segundo. Cómo no hacerlo, con esos
antecedentes, que no hablamos de cualquier medicucho de capital, si no de una
cría de diecisiete años, hija de partera-chamana (como dice Sonia) nada más y
nada menos, que se ha servido de un año entero aprendiendo del mejor Lesmes Klent.
Y es que no sé a que poner una carrera de Medicina en los tiempos que corren,
voto por colocar a las hijas de comadronas por los hospitales y ahorrarnos
errores de quienes no saben y gastos universitarios absurdos, Wert seguro que
estaba de acuerdo, por lo menos nos olvidaríamos de las becas.
Tras esta sutil propuesta, continuamos: confitería con el
naúfrago que tan pronto cogea con una pierna como con la otra, Conri que parece
ser la diana de la causa de la epidemia, el Jaral y su siempre bondad, que
hasta un aureola le sale a esa casa a lo lejos. Y por fin regresamos a la
Casona. Ahora en una escena de mujeres, y de las grandes Berni vs. Paca. ¡Aleluya!
Francisca parece recuperar el oremus y la astucia que siempre le caracterizó, al
menos por un momento, pues ante el desasosiego de su prima frente a la
epidemia, o deberíamos decir a no poder disfrutar de su botín, se le enciende
la bombilla, sorprendiéndose de sus nuevas ganas de vivir, haciendo mención
también a la falta de marcas en su rostro. Esto hace saltar las alarmas de
Bernarda ¿y ahora qué primita? ¡Pronto veréis quien es Francsica Montenegro! Nunca
es bueno subestimar al enemigo. Así, intenta tapar su desliz bajo un victimismo que
poco convence a la señora, pero al que ambas deciden dar punto y final bajo una
copita, parece ser que todo se pega menos al hermosura y es que Francisca va
generando tradición, no hay conversación que se precie sin su sorbito que le de
el aire que se merece.
Haré un breve inciso sobre el último Philadelphia
puenteovejuno, que ya fue encontrado por el clero, ¿quién nos lo iba a decir? El
primero que parecía iba a dejarnos y el único que sigue incordiando…sorpresas
te da la vida. En fin, y nos vamos con el naúfrago y sus presas, y he de decir
que echaba de menos ese sarcasmo de Fernando que tan bien sabe utilizar Carlos
Serrano, el momento Candela en la plaza de predicadora junto con su “acabe ya
que le va a acabar saliendo almíbar de las orejas” me ha encantado, se nota que
sus días en la Casona sirvieron de algo. Y pasamos a una triste escena, la de
Hipolotín y su Quintina cayendo bajo el mal de Puente Viejo, creo que es de las
pocas parejas que de verdad me causan ternura, y es gracias a los actores que los
dan vida, a las expresiones de Selu les sobraban las palabras, hecho que falta
bastante por este pueblo.
Y qué tenemos aquí, a Mauricio Holmes, usurpando el puesto a
Alfonso nos trae noticias más que interesantes o que al menos han conseguido
picar a nuestra Paca, que accede a entrevistarse con el enterrador el hijo de
los primísimos ¿qué tendrá que contarles?
Bueno pues ya llegamos a los avances, no antes sin apuntar
lo irónico del caso, entre tanto saber hacer y habilidades escondidas tenemos
al descubridor del mal del pueblo, y no es otro que Don Pedro Mirañar, irónico
cuanto menos, ha podido con la inteligencia de todo el Jaral y sus habitantes,
un aplauso señores, qué gran perspicacia la suya, era imposible que a nadie se
le ocurriese antes que el mal se encontraba en las aguas del pueblo, pero nos
faltaba un dato más que relevante, la bomba de agua, ¿qué va a pasar cada 12
horas si no? A mí por lo menos es lo primero que me vendría a la mente, ni el día
y la noche, ni las comidas, ni nada de nada, la bomba de agua, fiel habitante
del pueblo por tantos años y que tan presente la tenemos todos…
En fin, que me enrollo ¡vamos con los avances!
- Paca intenta averiguar la causa de la muerte del neni de
Berni
- María va a la Casona a buscar gresca porque la abu Rosary
se ha puesto pachucha y Marianita marcha al jaral sin el permiso de Francisca.
- Mauri cae enfermo, más no se deja tratar por Fulgen, quien
igualmente toma el mando, sospecho con no muy buenas intenciones, ¡Paca date
prisa que nos quedamos sin capataz!
- Los Ulloa antiviolencia se arman escopeta en mano contra
el ejército
- La salvadora encuentra una foto del Kent con su amada Jacinta
Y hasta aquí puedo leer por hoy, veamos que nos depara la
semana y si conseguimos avanzar en las averiguaciones con el supuesto hijo de
los primos, y tenemos algún que otro encentro como el de esta semana, aunque
dos seguidos va a ser mucho pedir…de ilusiones se vive. ¡Feliz finde zagal@s!
Mil gracias Ainhoa! No vi el capítulo y ni ganas, con tu artículo voy más que servida. Porque total, para ver a los salvadores del mundo, que es que ya canta por soleares el protagonismo de Aurorita (apesta, más bien. Mira que Pepa no me gustaba, pero es que esta chica me repele) y el de su no menos "querido" hermano. Si vivieran ahora, nos salvaban de esta crisis que estamos padeciendo ¬¬
ResponderEliminarLa trama Fulgen me empieza a resultar algo pesada, así que a ver si va animándose la cosa, la Paca espabila y les suelta una patada bien dada en las posaderas que los mande directos a las chimbambas.
En cuanto a Alfonso y su "ventolera Montenegro", podríamos recordarle todos las ventoleras que Francisca ha tenido con él y con su mujercita, que es bastante tendente a meter la pata, que ya estarán otros para solucionarlo. Así que, sea usted un poco más consecuente entre lo que dice y piensa, y luego entre cómo actúa, Señor Castañeda.
Mi admiración para María y Ramón por aguantar y acompañarnos en el camino. Sin ellos, hace tiempo que me habría largado.
Y a ti corazón, gracias de nuevo por tu artículo
Jjajajajajajajj Ainhoa lo del dedito del Fulgen “PA´TI” buenísimo.
ResponderEliminarParece que Francisca empieza a despertar del letargo en el que estaba sumida, y por fin empieza a notar el extraño comportamiento de los primos.
Esperemos Fe nos de una grata sorpresa y que no esté compinchada con Berni Bonnie Parker y Fulgen Clyde Barrow y Mauricio salga ileso de los tejemanejes del medicucho.
Ruth, no puedo estar más de acuerdo contigo, María y Ramón defienden estoicamente sus personajes, si ellos no estuvieran en la serie, yo tampoco la seguiría viendo.
¡¡¡María, Ramón, sois lo más grandes que ha parido madre!!!
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