Último capítulo antes del fatídico episodio que nos espera
mañana, menos mal que tenemos escena bonita para aguantar el sufrimiento. Y
perdonarme por tan simple comentario el de hoy, pero como entenderéis tengo las
ganas por los suelos.
Empezamos con los hermanísimos hablando sobre el amor que le
tiene Aurora a Lucas, intentándola convencer que lo que siente por el doctor es
amor. Aconsejándole que sea honesta y deje hablar a su corazón.
Cabecera y comenzamos (a ver cuando vuelve a cambiarla, y aparecen
nuestros dos pimpollos juntos, aunque visto lo de mañana, no ocurrirá en la
vida).
Carmelo y Severo hablando sobre lo que han descubierto,
Severo le dice si está seguro de sus pesquisas, si son ciertas sus
averiguaciones (y esto ya me hace plantearme que están equivocados y hay algo
detrás que no saben). Hablan sobre las consecuencias que pueden provocarse
cuando la verdad salga a la luz (pues mira majos, dejadlo guardadito y todos
contentos).
Y aparece en escena
una pletórica Francisca, alegre y contenta hablando con Fe y diciéndole lo bien
que le ha quedado la mesa para el desayuno, incluso el buen pellizco que le da
a el páter para los más necesitados. A esta le ha dado mambo el Ulloa por la
noche.
-“si yo me confesara a usted le daría un patatús”,- ¡ay
Paquita!, qué harías ayer con tu maromo.
Aurora, Inés y Beltrán juntos. Lo único que me gusta de la
escena, es ver a esa monada, cada día está más bonito este niño. Si es que es
igualito que su bisabuelo.
En la plaza, Dolores y la nueva encajera. Dolores preocupada
porque su hijo no le hace ni el más mínimo caso a la chica.
De nuevo Aurora e Inés, paso olímpicamente.
Genaro habla con la madre de Nicolás, comenta que se siente
como un Judas por haberle traicionado. Es que te has pasado tres pueblos
chavalín. Amigos como estos yo los quiero lejos.
La familia Castañeda unida, ofreciéndole todo el apoyo a
Mariana.
Y la escena esperada. Francisca entra en el salón y besa a Raimundo
(mira que tienen manía de jodernos los planos, ¡toma culazo de la Paca!).
Llega Maurico a darle el parte del día, pero ella graciosamemte le advierte que no quiere que le empañen el estupendo día que está teniendo. Mauricio, le comenta que ya han retirado toda la vigilancia alrededor de la Casona.
y comienza el momento cuqui.
-"olvidémonos de todo y de todos"-, mientras le agarra la mano, que por el simple acto de acercarse, y yo que estoy algo obsesionada, me ha parecido verla cerca, de cierta zona sensible de Raimundo (lo sé, estoy fatal).
Francisca quiere disfrutar con su amado, incluso le plantea ir a un cabaret, está que lo tira nuestra Paca. Raimundo acepta de buen grado (parece que despierta de su letargo), y buscarán unas entradas para mañana en la noche (el plan se os va a chafar por completo, maldita Emilia y maldito Severo, y malditos guionistas, que de vosotros tan poco me olvido). Aunque Francisca le dice que a ella le basta teniéndole a su lado (¡me la como!).
Pero si algo tengo que destacar de toda la escena, es su final.
-"¿contenta?-, -"sí, mucho"-.
Donde podemos disfrutar de Ramón y María en esencia, me encanta que a veces nos den momentos así, donde disfrutamos de forma natural de como son realmente los actores, sin la máscara de Francisca y Raimundo.
Ese final de ambos sonriendo, y con ese tono de voz, es donde podemos ver a María y a Ramón al natural, siendo ellos mismos, y en ocasiones como esta se agradece que podamos disfrutar de ese pequeño guiño.
De nuevo en la Quinta, Severo intenta convencer a Carmelo
que tiene que ir al pueblo y contarle la verdad a Emilia, a pesar de las
consecuencias. Piensa que va a acabar con Francisca Montenegro de una vez por
toda. Ay Severito, pues no hay Francisca para rato, te vas a “jartar”.
Emilia le dice a Hipólito que está raro (cómo si no fuera novedad, pobriño), más de lo habitual.
Y él le cuenta que ha conocido a una mujer maravillosa, pero que a pesar de
eso, es incapaz de volver a enamorarse, tiene miedo a que le vuelvan a hacer
daño. Pobre, espero que por esta vez, esa historia pueda acabar bien, algo
difícil en este “apacible” pueblo.
Bosco E Inés. Pasopalabra.
Llega Severo (ya podrías haber salido ardiendo con alguna de
tus velas), a hablar con Emilia,. Como ya sabemos por averiguaciones que ha
hecho Carmelo, Francisca Montenegro (¡¡qué raro!!, ¿Verdad?), fue culpable de
la muerte de Natalia. Sigo sin creerme que Francisca sea culpable de esa muerte (o mi esperanza raipaquista quiere pensar que así será).
De vuelta a la Casona, Francisca ha hecho llamar a Amalia,
para ordenarle que traiga a Bosco de vuelta a la Casona. Amalia que últimamente
no tiene pelos en la lengua (mal vas a acabar, muy mal), le dice que no se fía
de ella, al igual que Bosco, y que sabe que fue ella quien provocó su accidente.
Le advierte que si no hace lo que le pide, le contará toda la verdad a Bosco.
Buena raipaquista y raipaquis-tos, no voy a comentar nada del avance que ya sabeís de sobra lo doloroso que es. Dejo que se explaye mañana nuestra querida Sonia. Y espero que no maltraten más la historia mostrándonos la culpabilidad de Francisca y no su inocencia.
Explayarme dices Lorena? Como ponga todo lo que pienso, nos cierran el bolg!!!
ResponderEliminarLa escena ha sido preciosa, pero, ¿qué podíamos esperar de estos dos grandes de la escena como son María y Ramón? tienen una química y un saber hacer, que no es normal.
Yo también he visto en ese "¿Contenta?" "Sí, mucho" a María y a Ramón, son tan tiernos ambos, que es para comérselos.
Muchas gracias Lorena por tu artículo.
ResponderEliminarPaciencia eterna la nuestra, si cuando sigo que deberían ponernos una maravillosa estatua en la puerta de los estudios o en la mismísima plaza de PV, no estoy errando en la idea. jaajajajajajaja... Raimundo es un caso a parte, entre su bipolaridad y sus pelusas... sin comentarios. Muchas gracias de nuevo Lorena.