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Hoy no tengo muchas ganas de comentar el capitulo, el mazado que nos han dado, por enésima vez a las raipaquistas, ha sido de órdago. Tengo  ganas de maldecir en arameo al que se le ocurrió la genial idea de hacernos esto.

Estoy muy enfadada con el mundo, pero con el mundo de los guionistas, sí, esos que viven en un mundo paralelo al nuestro. Se empeñan con gran tesón, en arrastrar a Francisca por el barro y ¡¡vaya si lo consiguen!! Enhorabuena, lo estáis bordando.    

Este nuevo varapalo que nos han dado, es con diferencia, lo peor que ha podido salir por esas mentes calenturientas que parece que tienen los que escriben las tramas de Francisca, de todas, esta es la más cruel.  

Mira que las han hecho gordas, pero esta, esta es la peor de todas con diferencia. Espero que todo esto sea fugaz y tenga un porqué, porque de lo contrario, empezaré, bueno, no empezaré, confirmaré, que los guionistas nos odian a las raipaquistas, tanto como odian a Francisca y Raimundo.

Ganas dan de mandar al garete a la serie, pero ellos saben que amamos a estos personajes y adoramos a María Bouzas y a Ramón Ibarra y de eso se aprovechan. Pero como el derecho al pataleo, no nos lo puede quitar nadie, pataleamos y gritamos…

¡¡BASTA YA!!

 

Empecemos con el capítulo de hoy que ha sido devastador.

Francisca que ha hecho llamar a Amalia, le dice que tiene que ayudarla a que Bosco regrese a la Casona, pero ella se niega, dice que no va a hacerlo. Francisca la amenaza con que si no lo hace, contará a Bosco todo sobre ella, pero lejos de (aparentemente) asustarse, se pone gallita y dice que si pierde, ella perderá a Bosco para siempre y le jura que se defenderá  hasta el final.

Francisca le dice que ella puede soportar  la perdida, pero si ella pierde a Bosco y a Beltrán ¿qué le queda?

Severito cuenta a Emilia que su madre no murió de la enfermedad, alguien la ayudó a morir y claro, no puede ser otra, que Francisca Montenegro, como no. Emilia sigue sin creerlo pues su madre murió rodeada de sus seres queridos y el médico no pudo llegar, esa noche, al haber una fuerte tormenta que le impidió el paso, pero Severo le cuenta, que Francisca se inventó una enfermedad y obligó al doctor  a permanecer en la Casona,  para así, no poder salvar a su madre.

Y ya llegamos a la hora fatal. Una escena de lo más bonita, pero como viene siendo habitual para jorobar a las raipaquistas, porque esto son ganas de jo….er, no me digáis que no, esto ya empieza a pasar de castaño oscuro. Nos dan unas migajas de buenas escenas y luego zassss

Pero prosigamos, que si empiezo, no acabo.

Tenemos a Francisca y a Raimundo cenando de lo más cuquis los dos, cuando Emilia entra como un basilisco, llamando asesina a Francisca.

Empieza a escupir todo lo que Severo le ha dicho, le cuenta a su padre, que Francisca es la responsable de la muerte de su mujer.

Le saca del error de pensar que fue la lluvia la que impidió que el doctor llegase a tiempo, que fue Francisca la única responsable de que no pudiera llegar, impidiendo que pudiera salir de la Casona. Francisca lo niega, pero Emilia dice tener pruebas de ello.

Raimundo pregunta si es verdad que impidió que el doctor atendiera a su mujer, cosa que Francisca niega. Confirma que a don Julián le sorprendió la tormenta  en la casona, pero que estaba atendiéndola a ella. Emilia como una loca grita que su enfermedad era una patraña e insiste que todo fue mentira e impidió que don Julián saliera de la casa, con el único fin de que no la pudiera atender y muriera.

─Francisca, dime que no le prohibiste salir de aquí, dime que tú no impediste que auxiliara a mi esposa.

─No, claro que no.

Raimundo le pide a Emilia que marche y que los deje solos. Francisca se echa a sus brazos diciéndole que no la crea, pero Raimundo está dolido y se ha tragado una por una sus palabras. Francisca parece estar en estado de  shock, no escucha lo que le dice, sólo se aferra más a él.

─Sólo quiere separarnos.

─¿Y qué hija iba a querer, que su padre viva con la asesina de su madre?

─¡¡¡Yo no la maté!!!

Raimundo está seguro de que ella la dejó morir.

Francisca hecha pedazos, sigue buscando su cercanía intenta que entre en razón, que entienda que todo es una mentira y se agarra desesperadamente a él suplicando que la crea.

Pero Raimundo, agarrándola de la muñeca, la separa de él, diciéndole que ha estropeado la última posibilidad que tenían de estar juntos.

Francisca nerviosa, al pie de la escalera, espera la llegada de Mauricio, pero Fe le dice que no lo encuentra. Pregunta a la criada si ha visto a Raimundo por los pasillos, pero le contesta que no, que debe estar encerrado en su habitación.

Pero Raimundo baja por las escaleras con su maleta en la mano, dispuesto a abandonar la Casona.

Francisca intenta de nuevo que la crea, que todo lo que le han contado es mentira, pero Raimundo está decidido a marchar, y así lo hace.

─Hasta siempre Francisca, hasta siempre.

Se marcha dejando nuevamente a Francisca, sola y destrozada.

Fe está contando a Mauricio lo acontecido la noche pasada, cuando entra Francisca como una sombra, completamente destrozada. Pide a Mauricio que vaya a enterarse de donde está Raimundo y qué está haciendo.

Y hasta aquí este calvario de capitulo. Siento no haber podido poner ironía alguna a toda esta locura, pero de verdad, es que este capítulo no ha dado para ello y yo tampoco tenía el cuerpo para nada. Esperemos que todo esto no sea más que una tormenta pasajera y que todo se aclare pronto.