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sábado, 22 de marzo de 2014

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Anuncia el dicho que “más vale tarde que nunca”. Y me emociona poder decir que “aunque muuuuy tarde”, pero eso sí, “mejor que nunca” Puente Viejo nos ha dado, en mi opinión, una de las mejores escenas que nos han podido brindar en los últimos tiempos. Quizá la razón radica en que participaron en ella dos grandes, y siendo una de ellas la Bouzas… poco más hay que añadir.


Algo muy de agradecer tras los últimos desatinos y disparates que estamos padeciendo entre queseros, namby-pamby, y personas del pasado.


Pero vayamos por partes.


Y comenzamos, cómo no, con la super heroína de Puente Viejo, la super partera pidiendo explicaciones como si todo el mundo se las debiera. Es algo que no termino de comprender muy bien en este par de hermanos (ya que estas situaciones se dan tanto en uno como en el otro). ¿A qué ese afán de querer enterarse de todo? ¿Por qué todo el mundo les debe contar todo? ¡PE-SA-DOS! El caso es que Lesmes Kent se saca de la manga la historia de la hermana a la que no pueden ni rozar los rayos del sol. Y yo acordándome de la peli “Los otros” de Amenábar, recordando a esos personajes que tenían el mismo mal, claro, ellos eran fantasmas, aunque en mi opinión, también hay demasiado “fantasma” en Puente Viejo. Y alrededores.


Prosigo. Que no puedo más con esta muchacha.


Y aquí sí que me inclino. ¡Qué escena más maravillosa nos regalan María Bouzas y Mercedes León! ¡Cómo se nota la calidad y el talento! A estas alturas sería ya normal que este tipo de actuaciones en las que la Bouzas forma parte, no nos sorprendieran en absoluto. Pero no es así. Quizá ahí radica el encanto de esta mujer. Que en cada escena, en cada momento en que aparece en pantalla, los sentimientos del espectador estén a flor de piel. Que sea capaz de sentir lo que Francisca está sintiendo. Maravillosa de principio a fin. Una escena ideal en la que Francisca consigue malograr ese intento de suicidio de Bernarda.  De momento, y por prudencia, voy a reservarme mi opinión sobre esta mujer… Mientras no me demuestre lo contrario, desconfío de Bernarda, al igual que lo hago de su querido maridito.


Que Paca no tiene sentimientos, claro. Por supuesto. Sublimes María y Mercedes. No hay más.


Y por supuesto, como Puente Viejo es un no parar de momentos maravillosos, llegamos a los hermanos Philadelphia, pero de la marca Hacendado. Y es que los Buendía deberían acudir al registro civil y pedir ipso facto, el cambio de apellidos. Sí. Pasarse a llamar Anibal e Isidro Pupas. Y es que todo les pasa. Menos mal que unos buenos chorizos a la sidra, lo solucionan todo. ¿Quién estará detrás de esa fuga de ganados? (¡Qué gran título para una película. ¡Directores de España! Tomen nota…) ¿Volverá Doroteo? Recordemos que el otro día alguien los espiaba en la plaza. Aunque más adelante os daré otro nombre que me ronda la sesera….


Venga va. Cambio ya de escena. No puedo con tanto pesimismo. Ole, ole que llega Rosario con las gachas… Bfffff… Claro, a la señorita pavisosa no le gustan. Se ve que mientras sufría tanto en la casona, solo los ricos manjares que allí se cocinaban eran su única alegría. Viviendo con ese ogro de marido que tenía y con la malvada de su madrina. Pobre mujer. En fin, que no pienso detenerme en esta escena más allá del tiempo suficiente para decir ¿de qué @#%& va Rosario? ¡Porque a mí me tiene descentrada! No le gusta Conrado para Aurora, pero anima a Soledad a que huya con un poeta muerto de hambre, y así abandonar a su marido, porque el susodicho se parece a “nuestro querido Juan”. Aplaude sin cesar la relación de Gonzalo y María, mientras a su hija poco más que le prohíbe ir a Madrid a ver a su novio. ¡No lo entiendo! Serán las gachas…

La cara de asco de la muchacha, es mortal.



Y seguimos, pim pam pum, que si por algo se caracteriza Puente Viejo es por su agilidad. Llegamos a la Casa de Comidas en la que ¡oh milagro! No está Raimundo de tabernero (y digo raro porque parece su hábitat natural últimamente). En esa animada charla entre cura y posadero, en la que unos chorizos a la sidra han vuelto a cruzarse, aparece Tereso con la maleta vacía de sueños (¡Qué poético!). ¡Qué mal se ha portado Sole con su marido! Pero en fin, no quiero dedicarle más tiempo, que a Dios gracias, la chiquilla ya se fue con el poeta a vender poemas a los australianos. Bye bye Sole.


Aparecemos en la casona con la llegada de Francisca y Bernar tras su suicidio frustrado en el campo. Paquita, no sé yo si no debieras desconfiar un poco de esta señora. A mí no se me olvida la llamada de Fulgencio pidiendo a cierta persona que tuviera paciencia y esperase al mejor momento para actuar. Claro, que igual hablaba con la sirvienta, que a esa desparpajo no le falta. Lo bueno que destaco es la preocupación de Francisca por un semejante, lo que corrobora esa defensa que siempre hemos pregonado hacia ella.


Y llega nuestro adorado Mauri y ese talentazo que tiene para el cine. Con ese porte ¡cómo no iba a serlo! Que a Mauricio le hace tilín lo que Quintina e Hipólito le han contado…


Siguiente escena. Y es que a estas alturas en las que no me puedo creer que no hayan vuelto a aparecer los queseros. Me emociono, pero, ¡qué bien! ¡El Jaral! No quepo en mí de gozo. Aunque al menos, me alegro que la versión viviente del amor más puro y BLA BLA BLAAAAA de Puente Viejo, no muestre avances en el proceso de nulidad. Llamadme mala persona, me da lo mismo. Pero es que no los soporto. Ale guapa, suma este revés a esa larga lista de padecimientos que dices que tienes.  Aunque claro, para alegrar esa desdichada vida en la que “¡jopetas, no me puedo casar!” y después de llamar orates a esos del obispado, qué mejor que bautizar a la niña. En fin, qué pereza de pareja…


Pasando que es gerundio.


De oca a oca y tiro porque me toca. O mejor, de pereza a pereza. Porque quienes se muestran ahora ante mí son el Super Doc y la Super Morris. Que si Conrado, que si te ayudo, que yo te busco al ingeniero, que si ole con ole. Las conversaciones entre este par de amigos son tan divertidas, que solo puedo describirlas con cierto icono de whatsapp que también está sonriendo. Y es de color marrón.


Cambio de escena que siento momentos de hacer zapping. Gracias a los cielos que tenemos a Mauricio. ¡Es tan cuqui…! Que sí, que le hace tilín y tolón ser estrella de “jolibú”. Desde aquí, querido Mauricio, que sepas que tienes ya tu club de fans. Las “I love Mauricio”

 

¡¡¡Ayyyy ayyyyy ayyyyyy!!! que es Raimundo. Lloro. De nuevo en la taberna y relegado a vender arrobas de vino. Pero ¡qué mal ha hecho este hombre! Yo es que me enervo. Me altera la sangre. Y no, no es por la primavera. En fin. Qué tipín se le ha quedado a nuestro muchacho. ¡Guapo, más que guapo! A este paso, terminarán usando un cartón piedra con la imagen del Ulloa. Con lo que sale.


Cura consuela a Tereso y poco más.


La niña rica llega a la humilde morada de esos padres que tanto ama y respeta, acompañada de una inconsolable Candela. Que está hasta los mismísimos de que todo el mundo le diga cómo tiene que sentirse. Ha perdido a su marido y a su hijo. Vive de prestado en el Jaral. Sufrió malos tratos por parte del primer maromo. Pero es peor la desdicha de no tener la nulidad matrimonial. ¡Qué mal repartido está el mundo! Aunque la pobre Candela tiene la suerte de ser la elegida para la “buena acción del día” de esas almas bondadosas del pueblo. ¡Qué suerte! 



Super bro que va a enterarse de las intenciones de Conrado con su hermanita. La quiero, es la única que cree plenamente en mí, ¡uy qué bien, me voy contento!


Mariana con Fe. Y no, no es que esté en estado místico creyendo en la alegría de la vida, que ya sabemos que no es demasiado dada a la risa esta mujer. Sino que se dedica a aconsejar a la criada de Bernarda. Contándole las mil y unas manías de la Montenegro y que le podían llevar todo un día. Lástima que siempre, y digo SIEMPRE se le olvide mencionar que fue Francisca, y solo Francisca, quien le dio techo y trabajo cuando salió de la cárcel.


Nuestro I love Mauricio que muestra interés en Fe, y Mariana que anda con la mosca tras la oreja. Otra, que se podía meter en sus propios asuntos.


La pobre Paca lo flipa cuando ve aparecer a Tereso en su casa y le cuenta lo sucedido. Normal, después de que estos dos no se dedicasen a otra cosa más que exigirle que los ayudara. En fin Paquita, vaya cruz que arrastras con esta panda…


Super doc y super Morris en casa del ingeniero. Nada más que añadir.


¡¡AVANCES!!


Tereso que se siente ofendido porque Francisca no quiere que esté en la Casona. Pero a ver tío, ¿de qué vas? ¿qué esperabas? ¿vivir de su suegra? ¿La casona es una especie de ONG? ¡Puerta!


Don Anselmo que informa a Francisca de que van a bautizar a la niña. Vamos a ver, que no lo comprendo. ¿Hasta cuándo vais a estar tocando las narices a la Montenegro? Si no queréis saber nada de ella, es que NO QUERÉIS SABER NADA DE ELLA. ¡Dejadla en paz!


I love Mauri que solo quiere proteger a Francisca ¡Te queremos!


Francisca con su nueva best friend. “Enterraste a tu marido…” ¡Gracias al cielo! Aunque sigo con la esperanza de que un día aparezca Salvador Castro en la persona de Juan Fernández. ¡Eso sí sería un golpe de efecto!



El machito de Gonzalo imponiendo nuevamente su voluntad. Tereso al que vuelvo a desearle un calcetín sudado en la boca por atreverse a hablar de esa manera tan grosera a Francisca. (Me encanta la caladura moral de todos estos personajillos, que con toda la mierda que llevan encima, se atreven a juzgar a los demás) Y todo porque Francisca insiste en echarle de la Casona. Lo que no sé, querido Tereso, es cómo has tenido la poca vergüenza de regresar y pensar que podías quedarte a comer de la sopa boba.


Llamadita de Francisca a Fulgencio… ¡¡Ay Francisca!!, que no sabes dónde te estás metiendo…
Plano de la happy family siendo observados en la lejanía. ¿Por quién? En un principio pensé en Doroteo, pero ojalá mis plegarias sean escuchadas y no se trate de otro que no sea… ¡FERNANDO MESÍA!



¡Y eso es todo amigos!
 
 
 

 
 
 

2 comentarios:

  1. Ruth, la espera siempre merece la pena.

    Estos brothers todo lo quieren saber. Se han criado los dos fuera de PV, y a pesar de eso, creen que el pueblo no puede subsistir sin ellos. Empiezo a pensar que el misterio de los lunares no es otra cosa que la marca de nacimiento de Atanagildo, y por lo cual pueden ser parientes de Dolores Mirañar, jajajajajaj ¿Tendrá nuestra Dolores los tres lunares también? Tengo que decir, que yo también al escuchar al doctorcillo lo de la enfermedad de la supuesta hermana, me acordé de la misma película.

    De los Philadelphia, paso de decir nada, a este paso y por su culpa, voy a coger manía al queso.

    Candela está triste, ¿qué tendrá Candela? Pues un empacho de dulces, que entre los pasteles, pestiños… y la familia Trapp, no sé cómo no se ha suicidado esta mujer metiendo la cabeza en la tahona. Yo a Rosario hace mucho que dejé de entenderla, es más, ahora no la soporto. Algo tiene el Jaral que vuelve así a la gente, debe ser el humo del incendio que se ha quedado impregnado en las paredes.

    Cuando se juntan dos grandes de la escena como son María Bouzas y Mercedes León, ocurren estas cosas, sube la calidad interpretativa como la espuma. María ya nos tiene acostumbrados a esto, ella hace que un aprendiz de actor logre sacar lo mejor, pero cuando la juntan con actores de calidad, es perfecto.

    A Francisca siempre la ponen desviviéndose por la gente que no se lo merece y Fulgencio, Bernarda y Fe no son ninguno de fiar. Yo dudo que ese hijo muriera, hasta dudo que alguna vez existiera. Fe de sirvienta no tiene nada, es demasiado arrabalera para estar sirviendo en una casa tan fina, encaja más en “las barranquillas” Ya veremos cuanto le cuesta esos desvelos por los primos a Francisca.

    Tereso, como todos, se cree que Francisca tiene la obligación de ayudar y dar asilo a todo el mundo, pese a que todos la odian, les haya hecho algo o no. La Casona no sale en la guía “Michelin” como mejor hotel de la comarca, porque no existía aun.

    Tienes razón con lo que dices de Raimundo, dentro de poco sólo lo veremos en una foto colgada de la pared de la casa de comidas, lo que están haciendo con este hombre, es increíble.

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  2. Ayyyy cuanto moderno en ésta época señooor.. tan recatada y pulcra para unas cosas... y tan "moderna" para otras... si hija si.. sigue así maja, que te estás ganando el premio a la "moderna del barrio"...

    Candela... candelita. En el fondo me da pena, la. Verdad, porque está sola en un sitio que ya no pinta nada... y que la pobre ha tenido una vida... en fiiiin... bendita ironía señooor, no nos queda mas...

    Muchas gracias!!!

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