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viernes, 21 de marzo de 2014

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¡¡Hola, hola!! ¿¿Cómo están es@s lector@s?? Ansiosos por esa dosis de raipaquismo puenteviejero de todos los días espero. ¡Pues allá vamos! Y hoy me he propuesto un nuevo reto, sí señor@s, porque después de la gran tensión a la que nos acostumbra Puente Viejo, han hecho de mi una mujer deseosa de riesgos, increíble ¿verdad? Y chanzas aparte, diré que hoy comentaré el capítulo “in vivo”, con lo que mientras me exaspero con los dichosos recordatorios interminables, haré un esfuerzo  pecando de ingenuidad, para darle una oportunidad al capítulo ahorrándome esa primera impresión general, que en tan alta estima suele dejarle (leáse irónicamente, por supuesto).

Y aquí estamos, qué tensión.  Frente al televisor y qué veo, ¡¡uy!! esas letras blancas, ¡qué ya empieza! (por intentar ponerle un poco de emoción, que no se diga) Pero espera...mmmmm…¿¿me confundí de capítulo?? ¡¡Qué ven mis retinas!! ¿Estoy teniendo un remember? Y encima con la chupipandi del Jaral. ¡Rescatadme de la pesadilla por favor! Y con banda sonora, si es que este Puente Viejo siempre con la alegría a cuestas. Así da gusto. En fin, parece ser que despertamos, y ¿qué nos encontramos? A una Candela pañuelo a cuestas aguantando a la super-pareja feliz. Para que luego digan. Aquí, los empáticos y los generosos con el prójimo. Y es que mucho ha tardado en sacar ese mal, porque es que mira que pareciera le han hecho budú a la pobre, y luego las víctimas de esta perra vida son otras claro que sí. Aunque aún no entiendo por qué una niña le recuerda a su matrimonio express y no a su hijo, pero esto es Puente Viejo, es inútil esperar entenderlos. De esta escena, he de decir que aplaudo a Aída, es una actriz que aún representando un papel que no me entusiasma, porque tanta bondad me aburre, siempre me gustó como lo interpretaba, de hecho aún recuerdo esa escena de la plaza a la muerte de Tristán, de las mejores que ha hecho en mi opinión. Y siguiendo esa tónica, creo que ya era hora de dar un saltito y decir eso de “eyyy, qué estoy aquí” porque tela el caldo de cultivo que la rodea, no sé cómo lo soporta, pendientes todo el día del mismo par, si van si vienen, si tienen una sonrisa en la cara o les pica la nariz, qué pesadilla. Y eso que ella es la reciente viuda, que ni a estrenar el ajuar llegó, pero aquí todos los sentidos, tras la muerte de un padre ¿en qué piensan? ¿Se lo digo? ¡en la entrepierna! ¡Hombre ya! Si apenas hicieron el velatorio y la una ya estaba roneando al minero y el otro liándola parda con la enamorada, y de sentimientos hablan, ¡hormonas diría yo! Pues eso Candy, que espabiles y pases de todos estos mastuerzos y te vayas a vivir con Paca, echáis a los primísimos y os montáis una casa de solteras a vivir la vida que son dos días.


¡Y seguimos! Escena dos, a cuál más interesante. Tereso venido a menos, ese galán que encandiló hasta a la Montenegro,  y al que una vez más han desperdiciado, trayéndonos al resucitado que más se podía haber ido con la flauta a otra parte. Esta trama no hay por dónde cogerla, absurda de pies a cabeza. ¿No habría maneras de emancipar a nuestra Sole?, que lo siento pero poco me fío yo de sus marchas, que aquí mucho criticar a la madre pero siempre de vuelta al redil después de pifiarla, ¡que si somos maduras para unas cosas lo somos para otras! Mujer, que pareciera siguieses en los dieciséis, con las hormonas revolucionadas, de acá para allá, calentando a uno, mintiendo al otro…¡qué no estamos para estos trotes!


Bueno y ¡cambiamos de paisaje! Y nos vamos ¡¡con los queseros!! Me moría de ganas….cri cri, cri cri. Esto de que ahora hagan chupipiña, con las que han liado con Rita, es que ni entraré en ese tema. Me voy a calentar el café que se me queda frío entre tanta tontería.

Y a la vuelta qué tenemos aquí, yaya y nieta forever ¡alegría alegría! Porque claro, después de 16 años pasando una de otra, ahora todo se coge con más ganas. Y más teniendo que vivir ambas de prestado en la misma casa, aprovechando ya de paso molestar a la tercera en discordia, que hablando del rey de Roma por la puerta asoma… ¡Paca, al fin! Y con el café calentito, el karma me compensa. Pero espera, ¿escuché bien? “ ella se queda, esta casa es tan mía como suya” , ¿tuya? ¿suya? ¿Está repasando los pronombres o algo? Maja, ni lo uno ni lo otro, que no se puede tener más caradura, eso sí bien a gustico que estáis ahí mientras los papis y el yayo se duchan de frío, si es que son de clase humilde y esas cosas no les importan, sólo se dejan llevar, ¿verdad? Ahí lo dejo. Pero esperad, que seguimos, ¡ay! Paca, si es que no sé para que te molestas, pues no va a decirle a la niña, que luche por lo que es suyo, por su hija aunque sea, pero no, ella es una señorita desinteresada, a la que poco le importan los bienes materiales, aunque siendo una mantenida yo también me apunto. María, que poco has aprendido, ¿aún no te has dado cuenta que a cada paso que das sin seguir los consejos de tu madrina  más yerras? Y por si no nos quedaba claro, ya tenemos a la abuela coraje saltando por la niña, no se le vayan a caer las uñas de defenderse sola, ¡que sopor! 


Aunque sólo por ver esas balas verbales, merece la pena la escena, mas acompañadas de esas caras de nuestra Bouzas, que deberían tener book propio. Y lo peor de todo, su cara tras la conversación, pobriña. Si es que se le calienta la sinhueso y claro, luego esta panda que no ayuda, pues llegan los sapos, las culebras y todo el bosque a sacar lo que lleva dentro, pero en el fondo se queda sola y pensando en su niña, que aún sin entender el porqué, la quiere.


Seguimos con más queseros, que ahora hasta el ganado huye de ellos. Proseguimos con los Mirañares y la próxima nominación a los Goya de nuestra Loles, oléeee esta mujer, que grande es. Y las caritas del hijo y la nuera de “mejor no pregunte” no tienen desperdicio (igualitas que el mono de whatsapp que se tapa)


Y regresamos con otra escena paquista. ¡Ay! Sole, mujer de poca fe. Sólo por esta escena merece la pena el capítulo. Algunos pondrán en entredicho la sensibilidad y corazón de Francisca, pero momentos como este demuestran que su corazón quiere como cualquier otro o más, tanto que igual de desmesurado es el miedo a ser visto y dañado, encubriéndolo con la frialdad. Alejandra y María, son geniales juntas, es verdad que se me ve de qué pie cojeo, pero es que cada despedida de ambas me ha dejado en un ay, con ganas de empujarlas a que se diesen ese abrazo que ansían y no se atreven. Y ese “aunque sea por una vez, gracias madre”, ¿una vez Soledad? Es cierto que no siempre se portó como debiera, tampoco tú eres ejemplo de ello, pero creo que ya son unas cuantas en las que demostró que cuando había que estar, estaba.



Volvemos al Jaral, con la crème de la crème, más penas y más penas, y los arrestos de la minipartera por supuesto. Luego tenemos a Marianita, que como sigamos así hacemos un paseo de la fama sólo para Puente Viejo. Y llegamos a los dos locos muy locos, el armario empotrado y la suplente, estos dos no me cuajan juntos, y eso que Victoria siempre me gustó en su papel de Aurorita lianta, pero esos “amor” que se sueltan me dan grimilla, esperemos que por lo menos traigan chicha a las tramas. Y más parejitas felices, doña arrestos y el minero, y es que por más que los miro no hay na’ de na’, si es que hablan de celos y como si hablasen de patatas, que poca tensión, y eso que se lo ponen fácil, ¡con lo que nos transmiten unos que yo me sé sólo con pensarse! Qué falta de aprovechar lo que valen, ya les enseñaba yo, ya. Y vemos a Marianita y su mami, que dicho sea de paso si tanto le molestaba ¿qué narices hace ahora en la Casona trabajando? Aunque si la opción es el Jaral, la comprendo. Lo mejor, la frase “no, si fe, ya tengo bastante”  cómo ha aprendido la ironía Montenegro.

Ahora de concilio en la taberna, y el cura por fin diciendo cosas de cura, y Rai, ¡por fin! Diciendo lo que todos pensamos, que este sotanas da más bandazos que un velero. Y eso de que estáis en pecado y no es por gusto… no creo que nadie te haya puesto una pistola en el pecho para compartir lecho con tu excurita, y esperar a tener la nulidad no es que lo vea yo tan descabellado, digo.


Llegamos a la confitería, hasta se me había olvidado su existencia, y nos encontramos con otra de las buenas acciones de Puente Viejo, porque ante alguien que está mal ¿qué hacer? ¿Acercarte, preguntarle, escucharle? ¡Qué cosas digo! Coges lo invitas y que te cuide a la niña. Y si no le convence ya están los otros para hacerlo, que ahora con esos ánimos nos estropea la superfamily. Pero para que no quede de egoísta nos quedamos con la frase “Gonzalo, me da pudor ser tan feliz” y el otro “sí, pero con compadecernos de Candela no logramos nada” y ya al unísono “llevas razón, nos merecemos ser felices” y ellos se han convencido eh, qué bien se vive con esa conciencia, ¡yo quiero una!

¡Ohhhh! Pero mira que es mono nuestro Tereso. ¡Qué suerte tienen algunas! Por amor, se la deja a otro, y ese “I love you” del final me ha dejado rota. Buen viaje Sole (y a Alejandra desearle lo mejor, pues son muchas las escenas que nos ha regalado,y aunque nos guste la ironía Montenegro en este blog, todo lo hacemos desde el respeto a todos los actores y agradecidos por su trabajo)


Llegamos a escena prima y Paca, poco entiendo esta relación sacada de la manga, pero poder ver así a nuestra María Bouzas, sacando esa parte humana de Francisca que, puesta en la piel de la madre que pierde a la sangre de su sangre se desvive por salvar a su prima, lo compensa todo. Miedo me da a dónde nos lleve esta trama, aunque por otro lado es ahora, de lo poco que genera interés en mi persona, así que bienvenido sea, aún fiándome más bien poco o nada de la tal muerte, del tal matrimonio, de la tal criada y del tal primo, que esos susurros consanguíneos de “estás arrebatadora” ¡no me gustan una miaja! ¡Rai, a ver si estamos ojo avizor y nos echas una mano!


Nada, esto es todo por hoy. No ha sido mucho lo que nos ha dejado, pero espero haberos hecho pasar un buen rato. ¡Mañana más y mejor! ¡Un besote! Y gracias a tod@s l@s que nos seguís.

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