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La semana pasada dejamos a Aurora rezando para que su sobrinita sobreviviera a la infección tan grave que estaba sufriendo y que el Doctor "Frankenstein" le está infligiendo a la pobre criatura sin saber la razón de tanta inquina por parte del supuesto médico, que a estas alturas dudo hasta que lo sea.

Con la "excelente educación" recibida tanto por el medico como por el padre de la criatura, entran en casa ajena como un vendaval y encuentran a la niña, dormida en su canasto de esparto y aparejada de ropa hasta los ojos, y a su tita en casa de Doña Tula, una curandera local, la cual no termina convertida en el relleno de un sándwich de puro milagro detrás de la puerta de su propia casa. .

                           

Después de los lógicos improperios lanzados por un padre que ha visto con sus propios ojos como una queridísima y loca hermana desaparece de la faz de la tierra con su adorado retoño sin decir hasta luego Lucas, se le explica la razón de tal desaparición a la cual el medicucho, comportándose como últimamente hace, mete cizaña en contra de Aurora y sus decisiones. Ésta, como puede, explica la razón de su proceder para intentar apaciguar los ánimos.

                           

Pero como buena familia que son y que todo lo hacen a la par y en grupo, la casa de Doña Tula se convierte en el camarote de los hermanos Marx 2 parte. Entre reproches y discusiones dejan a la pequeña Esperanza en manos de su única esperanza, Doña Tula la que no se rinde y hace lo que sea para sacarla adelante, eso si, con la ayuda de los hijos de la partera, los demás puerta y que corra el aire. Y la Pitusa aparejadita de ropa hasta las orejas que se vea que es niña de bien.
                                    

A perro flaco todo se le vuelven pulgas y Conrado Buenaventura parece mas bien Conrado Malapata. No tenía bastantes desgracias que le meten de compañero de celda ese tipejo que quiso violar a Aurora y trajo los disturbios de mineros ociosos a Puente Viejo.    

                                    

 De vuelta al Jaral, la Happy Family llega a dar las buenas nuevas sobre la aparición de la peque de la casa y de su tita...regándolo todo, perdón en que estaría yo pensando, acompañando la noticia con una copita de mistela (bebida de moda últimamente en Puente Viejo).

En casa de Tula, Gonzalo cuida de su retoño mientras que la curandera y su hermanita buscan por el campo las hierbas que devolverán la salud a la pequeña, una vez en casa hacemos el cocimiento y a drenar el riñón de la pitusa que me lo van a dejar mas limpio que una patena. 

En el Colmado, don Pedro colgado al teléfono quiere ponerse en contacto con su querido amigo Eduardo Dato, sin ser consciente que este hecho va a ser imposible. En ese preciso momento hace aparición por la puerta ...¡¡¡TATATACHAAAAN!!!

RAIMUNDO ULLOA

Que últimamente le está quitando la vez a Dolores en eso del comadreo y los corre ve y dile. 

Dolores se despide de sus sueños y de sus anhelos.

En el Jaral se presenta Doña Francisca para preguntar por la pequeña y la muy desagradecida de Maria se despacha bien con ella, dejándola bien enterada de quien es su familia y la gente que de verdad le importa.

María, María no tardarás mucho en comerte tus propias palabras y en darte cuenta que quien bien te quiere, bien te cuida y no al revés.

Nuestra Paca comprende a la par que su niña ha volado y sobra allí mismo.

Poco después veremos a las Damas de Puente Viejo felicitándose entre ellas por como María ha despachado a Francisca Montenegro.

En la Casona, Don Pedro se acerca para informar de lo acontecido en Madrid pero a Francisca solo le importa su primito del alma y lo que a él le ocurra. Sabemos que Francisca está muy agradecida por el trato que recibió de su primo mientras ella estuvo enferma pero ¿no te escama tanta amabilidad por parte de un familiar que dejaste de ver años a...y no has vuelto a tener noticias de él hasta el fallecimiento de tu hijo y tu enfermedad?...da mucho que pensar.

Después de tanta pena y tanta mala leche...en casa de la familia Castañeda-Ulloa,  la pobre Quintina sufre el regalito de su queridísima suegra, Nicadora Calomarde, que le está enseñando a cocinar una Olla de matanza (la primera vez que lo escucho dicho plato) con el único objeto de drogar a Hipólito y convertirlo en  un hombre infiel y poder ella disfrutar de sus encantos varoniles y carnales...

...con unos efectos que serán sufridos por el pobre hijo del alcalde, el cuál debería comentarle a su esposa que es acosado por su profesora de clases domesticas, que de señorita estrecha y frígida se nos ha convertido con esto del carnaval en una casquivana.

Y para terminar la tarde de hoy, vemos en la casona a Mauri dando el parte del día a su ama y en un momento de la conversación aparece por obra de magia el primo de Olmo Mesía, que viene a poner en sobre aviso a Doña Francisca que va ponerle una denuncia a su hija y a su yerno por el asesinato de su primo.

Como no teníamos bastante pare abuela mellizos.

Como sus señorías podrán comprobar, falta pequeños retazos del episodio de hoy pero me niego en rotundo a comentar las tramas de los desesperados (Tereso-Sole-Simon) y el de los Queseros por la única razón que son superiores a mis fuerzas.

Aaaahhhh!!!! que se me olvidaba, Aurora va de visita a ver a su amorcito pero tranquilas su zurrón aún al día de hoy va vacío, aunque mañana Dios dirá.

PD: Los polvos que echa Nicadora a la comida, ya se los podría prestar a Mariana para que los echara en la comida un día que Raimundo fuera a almorzar a la Casona y veríamos como terminaba la cosa jejeje