¡¡Buenas noches a todos!!
Tras esa maravillosa escena sobre ósculos; hay que ver lo enrevesado que es a veces Raimundo para expresarse. De hecho no entendí ni siquiera lo que decía, y después recordé mis maravillosas
clases en la facultad, la única acepción que yo conocía de esa palabra,
era la de una de las partes en las que consistía el acto de vasallaje
propio del Feudalismo (y me diréis que rollo me está contando esta tía
esta noche...pues sí tenéis razón).
En fin, vamos a comentar el capítulo de hoy, que es lo que verdaderamente nos interesa.
Continuamos con la escena de
la jauría que se ha montado en la Casona. Escuchamos a un Raimundo gritando
como una poseso _” Soltádme, dejála en
paz” (estás ganando con creces todos los puntos que has ido perdiendo; ese sí es
el Raimundo que conocemos), esa Francisca mirando con soberbia y mala leche
tras ser liberada de los brazos de ese desarrapado, y ese Mauricio entrando con
escopeta en mano y apuntando al personal, que si no llega a ser por él no quiero
ni imaginarme como podría haber acabado esto.
Y algo que tengo que destacar
porque me ha gustado mucho, es ese gesto que ha tenido Raimundo cuando se ha
dirigido a Francisca y le ha rodeado por delante para seguir protegiéndola.
Nuestra Paquita que es mujer
de armas tomar y que no se achanta ante nada, no ha tenido bastante con lo que
acaba de sufrir en sus propias carnes y sigue increpando a los trabajadores…¡¡¡ole
las mujeres valientes!!!, pero con tiento Francisca que te estás jugando el
tipo y todavía tienes que dar mucha guerra.
Los trabajadores finalmente se
van, pero no sin antes soltarle cuatro palabras que parecen la premonición de
lo que está por llegar
_” desde el día de hoy no
volverá a levantar cabeza…”
Esperemos que haya exagerado,
pero lo que está claro es que lo va a pasar realmente mal. Eso sí, yo por ver a
Raimundo haciéndole la cena a su chica, pago. Al final vamos a tener que dar
las gracias a Severo, Francisca va a ver reducido su patrimonio, pero va a ganar en “siestas”, eso sin duda.
Una vez solos, Francisca se
retira a recuperar el aliento a su despacho, Raimundo insiste en acompañarla,
(que tozuda es a veces esta mujer... deja que tu chico te mime), pero ella
prefiere estar sola.
Cuántas veces habremos visto
esa escena, ese tabernero entrando en el despacho, y cuán diferente es la
actitud de Francisca en este momento a aquellos capítulos en los que a pesar de
odiarse, se podía vislumbrar en sus miradas ese amor tan latente y que
en muchas ocasiones gritaba por salir.
Me gusta esa actitud de
Francisca ante Raimundo, ese reconocimiento de que no ha hecho lo que le había
pedido. No ha sido capaz de contenerse, pero así es Francisca Montenegro, y es una de las cosas que atrae a su chico, a pesar de no estar de acuerdo y de “echarle” una
bronca por su comportamiento. Además parece que está aprendiendo a abrir su
corazón y mostrar sin tapujos todos sus sentimientos, al reconocer que la boda
de Bosco no le ha gustado ni un pelo. Raimundo le dice que se casa con la mujer
que ama, así como su hijo se casó con la mujer que quería.
Francisca lo siento,
pero tu querido tiene razón por mucho que no te guste ni a ti ni a mí, de hecho
deberías mirarte un poco el ombligo y ver que tú has pasado toda tu vida
penando por su amor porque vuestras familias os impedían estar juntos. Has perdido
dos puntos seguidos, pero te voy a devolver uno porque has sido capaz de
reconocer tu error y ser sincera con el hombre al que amas.
Seguimos
en el despacho, pero esta vez es Mauricio quien entra a informar a Francisca
que no tienen ningún peón para trabajar las tierras y que la misma situación
existe en la fábrica y en el personal del servicio de la Casona. Francisca
reconoce que Severo está detrás de todo y que ha jugado bien sus cartas. A
pesar de esto, exige a Mauricio que contrate a nuevos trabajadores sin querer
ser consciente de la situación. Francisca le informa que bajará a misa y el
capataz le aconseja que no vaya, no es buena idea. Ella dice que no se amilana
ante nadie y que devolverá el golpe a su debido tiempo.
Si la
situación era mala, se convierte en algo mucho peor. Francisca se encuentra con
los “Tres de Castilla” en la plaza, y no tarda en decirle a Bosco que no le ha
gustado nada que se vaya a casar con esa “zafia”. Francisca necesitas con
urgencia una serie de “siestas”, estás un poquito nerviosa.
Avances:
_ “ésta será la última cena…”
_” ¿Has invitado a Jesucristo y
a los Doce Apóstoles?”
Lástima que por una temporada
diálogos como estos no los vamos a escuchar. Fe informa que no tiene más
remedio que irse de la Casona. Estaremos esperando impacientemente su regreso
porque el tándem Francisca-Fe es maravilloso.
Y otra escena donde Francisca
sigue sin aceptar su nueva situación
_”nací rica y así moriré”, le
espeta sin despeinarse a Mauricio.
Buenas noches y hasta la próxima.
P.D. A nuestra querida María le van a dar un premio el próximo 4 de Julio en Cerdeña.
Nos alegramos enormemente porque se merece esto y más por su buen
hacer. ¡¡Enhorabuena!!. Es una pena que en otros países se reconozca su
gran trabajo y en su propia tierra pase tan desapercibido.
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