Me vais a perdonar (aunque sé que no va a hacer falta) que
pase cual hoja flotando por el rio, de todo lo que no sea, Francisca y
Raimundo.
Que escenas nos van a dar. Muerte súbita, urgencias
colapsadas, el 112 echando humo, esto va a ser un raipanocidio en toda regla.
Nos quedamos ayer con la pregunta que Francisca formulaba a
Raimundo.
─ ¿Tendrás el valor para
ahora, derribar ese muro y decirme… si sigo siendo algo para ti?
Y la contestación de Raimundo no puede ser más cuca. A morir
se ha dicho.
─Por supuesto que lo
eres Francisca, a qué engañarnos y yo siento lo mismo hacía ti. Si no fuera
así, ninguno de los dos hubiese venido hasta este sitio después de tanto tiempo,
más… ¿Qué puede cambiar ya lo que sintamos?
─Aceptarlo es un
comienzo.
Y con lo bien que iba, las pelusas empiezan a revolotear por
el ambiente.
─No tenemos edad para
comenzar de nuevo. Ni para soportar más fracasos como los que hemos tenido que
vivir, cada vez que uno se ha acercado al otro.
Francisca, ataca que te pone morritos |
Y después de esta barrabasada, que lo ha cubierto de gloria,
¡¡va y se levanta el tío a devolverle el regalo!!
Menos mal que Francisca no se da por vencida, di que sí
Paca, a ver si puedes quitarle del todo la tontería a este hombre.
─ ¿Insistes en devolverme
el presente, sin saber lo que contiene? ¿Sabes lo que es? Esperanza.
Raimundo le contesta con una mención a la Divina comedia cuando
Dante entra en el infierno y Francisca le narra las palabras inscritas en la
puerta.
─ ¡Oh vosotros los que
entráis, abandonad toda esperanza!
Y yo le añado “Conviene abandonar aquí todo temor; conviene
que aquí termine toda cobardía” Aplícate el cuento Rai.
─El infierno es la
indiferencia ¿A eso me condenas? Ahí le has dado de lleno Francisca un par
de meneos más y nos deshacemos de las pelusas.
Aun así, con las dulces palabras de Francisca, Raimundo le
devuelve el regalo. Pero ella que tiene más coraje del que le pertenece,
insiste ¡Bien por ti, Francisca!
─ ¡Aguarda! Te
propongo otro trato. ¡Sin promesas, sin compromisos!... Sin presentes.
─Te escucho. Cómo no la vas a escuchar
pelusón, si lo estás deseando.
Francisca le ofrece hablar de la vida, en ese mismo lugar
donde antaño disfrutaron de su amor. No sabe “na” Raimundo no está muy receptivo
(aunque es mentira, se muere por hacerlo, no nos engañas pillín) Se vasa en que
terminarán como el perro y el gato.
─Así será más
divertido. ¿Quién quiere platicar con un pan sin sal? Te esperaré aquí pasado
mañana a las 10.
Y seguimos con las tontas de Rai.
─Si ves que dan las 10
y no he aparecido (JA), No me esperes (JA, JA)
Seguimos con la Gestapo que no se cansa la tía, pero que
pesada puedes llegar a ser, de verdad Emilia, háztelo mirar que esto tuyo no es
normal.
─Mira que buen
amanecer trae hoy, padre. Cuando hay días en los que usted no suelta palabra
hasta que no se toma su cafetito. No te puedes ni imaginar a que se debe
esa alegría que se gasta, pesá.
─Hoy el mundo se me
asemeja más amable, sí. Cómo no se te va a asemejar, si has estado con tu
amor en el lugar donde retozabais juntos y Francisca te ha susurrado palabras
tiernas
Después del tercer grado, (del que voy a pasar, porque de
verdad, me cansa tanta idiotez) al que ha sido sometido por la Gestapo, y
decirle que sí, que está feliz, se sienta a leer tranquilito el periódico, pero
esos suspiros y esa mirada perdida, te van a delatan Raimundo.
¿Y pensáis que Emilia se calla? Pues no, la cansina no se da
por satisfecha y continua hablando con Alfonso, que es otro cotilla y piensa
que Raimundo está muy raro. Ay Emilia que avispada que eres.
─Alfonso, está
contento y eso es lo importante… (No lo sabes tú bien lo contento que está)
le ha costado lo suyo, pero al final ha
hecho lo que tenía que hacer con Francisca Montenegro… (En esto te voy a
dar la razón, le ha costado demasiado y si no hubiera sido por ti, le hubiera
costado menos y sí, ha hecho lo que tenía que hacer y lo que le queda) ignorarla y despreciarla… (Te has
cubierto de gloria, cansina. Sí, la ha despreciado y la ha ignorado,
juasjuasjuas) yo sólo espero que esa
mujer no vuelva a atormentarlo nunca más (Tranquila lumbreras, que no lo va
a atormentar, tiene otros planes mucho más agradables para él. La que sí se va
a tirar de los pelos por no haberse salido con la suya, vas a ser tú)
Zaaaassss en “toa” la boca, a ver si ya cierras esa bocaza
que tienes de mari mandona y te ocupas del insufrible de tu “hijo” que es un
pesado con el cine, de tu querido marido Alfonsito el gracioso y así dejas a
Raimundo en paz con su amorcito, que no hace falta que lo protejas, que él ya
es suficientemente mayor para cuidarse solo.
Seguimos con Francisca y Bosco adorando al niño. No sé a cuál
de los dos se le caen más babas.
─Sí, se le nota por
días como va mejorando.
─Y a usted también se
le ve más mejorada esta mañana, vamos, feliz como una oveja con pasto. Este
muchacho es más basto que un serón.
─No sé por qué no te
azoto al compararme con una oveja.
─Porque está usted
dichosa y tiene todos los motivos del mundo para estarlo.
Francisca, Bosco te ha pillado y lo sabes. Bosco le dice que
la vio por el risco y que le pareció también ver a Raimundo como si fuera a
verse con alguien. La cara de Francisca es de foto, pero con lo contenta que
está, le da igual que su querido Bosco la viera y le cuenta que estuvo con
Raimundo, que hablaron, que no se pelearon y que eso la ayuda, junto con la
recuperación del niño, a estar contenta, (no estás contenta Francisca, estás ¡¡pletórica!!)
y le pide que no cuente nada. Y por favor Bosco, aparte de guardar silencio, cuando
Francisca salga a pasear, haz el favor de quedarte en la Casona ¡¡¡Y no salgas
para nada!! Que la tenemos.
Pero como siempre, alguien viene a amargar la fiesta y en
este caso es la alegría de la huerta, Amalia (a este paso le quita el puesto a
la llorona de Inés)
─Interesante eso que
miran, sin duda.
Amalia, Amalia, Amalia, estás tensando mucho la cuerda y la
vas a romper. Por lo menos disimula tener un poco de cariño a ese niño, porque
aunque no lo sepas, es el biznieto de Francisca y me parece que ya la estás
hartando con tanta hostilidad hacia él.
Aparece de nuevo Francisca, está en los mundos de yupi (con
el dichoso regalo que va a dar más vueltas que una noria) cuando llega Mauricio
para darle el parte y como a Francisca lo que menos le importa en estos
momentos, son las nimiedades de si se han abonado las viñas o no, le dice que
no hace falta que vaya todos los días a contarle como le ha ido en el campo.
Mauricio le confirma que para mañana estará el coche preparado en la puerta a
las 9:30. Francisca que como sólo piensa en lo que piensa (y pensamos todas y
la que no lo piense que levante la mano. ¡¡¿Veis?, no la habéis levantado
ninguna!! jajjaj) No se acuerda que había quedado para reunirse con el
banquero. Le da igual que ella fuera la que insistiera en esa reunión, no irá,
y no irá ¡hala! Ha quedado con su amorcito a las 10 y por nada se va a perder
ese encuentro.
─ ¿Puedo preguntar a
qué se debe la cancelación?
─Ya lo has preguntado
Mauricio ¿no es así?
─Sí señora
─ ¿Y tengo yo por
costumbre darte explicaciones mis ires y
venires?
─No señora.
─ Por lo tanto ¿piensas
que voy a comenzar a hacerlo, hoy?
Mauricio ya te enterará el porqué la Paca ha sido tan fina
esta tarde contigo, aunque Mauricio se ha quedado un poco mosca al verla tan
tranquila y anulando una reunión, al parecer, tan importante para ella.
Y hasta aquí el capítulo de hoy. Mañana más y pasado y al
otro y al……. ¡esto ya no hay quien lo pare!
¡¡NOS VAMOS A JARTAR!!
Son monísimos, Sonia, y ya solo por ver esa sonrisa y esa felicidad en Francisca, merece la pena todo esto. Raimundo sigue mostrándose reticente, pero es que de solo imaginar a sus satélites (Emilia, el cura, el yerno, etc.) dandole la tabarra con el tema de la Paca, no me extraña. Afortunadamente, sabemos que nos esperan momentos tan preciosos o más que este.
ResponderEliminarMuchas a gracias por el artículo!
Aishhh adoro todo. Francisca en estrategia y plan de conquista es insuperable.
ResponderEliminarAdoro verla feliz, cómplice con Bosco, abuela chocha. Tan bueno que será esto de reencontrarse en serio, solos, sin testigos. Tiene que ser así, llevando el tiempo que tenga que llevar.
Con quién más hablará Raimundo en ese pueblo como lo hace con ella? Sí Emilia debiera agradecerle a la Paca que lo salve de una depresión.
Gracias por el resumen, que veo esto tan sola y tan lejos, que me siento acompañada al leerlo
jajajajjajajajaja,,, que buena Sonia... jajajajaja.. si, si... la Paca está ganando a Rai, pero vamos, por el gol olímpico por lo menos..
ResponderEliminarMe encanta esta Francisca, así, manteniendo su esencia y su saber estar, pero sabiendo estar con quien tiene que estar, sola me armo la picha un lio, pero porque verla así es como... aiiiiiins, suspiración eterna...
Muchas gracias Sonia!!!!