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lunes, 2 de febrero de 2015

1000


Buenas tardes compañeras mías. Buenísimas, diría yo. Hoy es uno de esos días en los que una no sabe muy bien qué contar a pesar de las acontecimientos que hemos tenido la suerte de vivir. Es algo comprensible y nos pasa habitualmente en nuestra vida cotidiana. ¿Cómo expresas con palabras un hecho que te inunda de una profunda emoción? Ardua tarea me espera esta tarde, pero procuraré encontrar las palabras justas que puedan manifestar lo que todas hemos sentido en nuestra piel esta tarde.

Ser raipaquista no es nada fácil. Es más. Ser raipaquista no se elige. Yo no elegí ser raipaquista. Me explico. Cuando afirmo que no fue una elección es porque, en mi caso particular, y puedo afirmar que en el vuestro también mis queridas compañeras de camino, Francisca y Raimundo me atraparon en sus redes. Me atrapó la fragilidad de Francisca por encima de su soberbia. Me ganó la dulzura de Raimundo por encima de su cabezonería. Y se enganchó a mis venas esa historia de amor desgarrado que ambos albergaban en su corazón. De 5.30 a 6.30 cada día, su historia fue la mía. Sus penas fueron las mías al igual que también lo fueron sus alegrías. Pocas veces una se alegra tanto de ser “atrapada”.

Si bien es cierto que a lo largo de este camino, cuando las cosas se torcían, o cuando los guionistas pasaban de nuestra cara y se dedicaban a torturarnos e incluso ignorarnos. Cuando sentíamos que cada vez estaban más alejados y que no habría nada ni nadie que consiguiera volver a recuperar lo que un día fue… En esos momentos de desesperanza, de ganas de tirar la toalla… todas nos hemos preguntado alguna vez: “¿Por qué _______ soy raipaquista?" (Con lo rico que es nuestro idioma español, añadid vosotras mismas la palabra que consideréis más adecuada. La mía es de 4 letras. Empieza por “C” y acaba en “O”. Es más, incluye una “Ñ”). Pues bien. Por momentos como el que acabamos de vivir hoy es por los que agradezco ser raipaquista. Por los que me alegro de no haber tirado la toalla y dar todo por perdido.

¿Qué más da que nada de esto tenga sentido dado el pasado que arrastran? ¿Qué más da pensar que han existido ocasiones mucho más propicias para que se produjese algo semejante? ¿Qué más da que sepamos que a pesar de todo, esta historia está abocada al fracaso? ¿Qué más da que nadie salvo nosotras lo entienda?

¿Que no tiene lógica? Completamente de acuerdo. Pero ¿es que acaso el amor la tiene?

Y porque nadie nos entienda, ¿hemos de dejar de estremecernos cada vez que vemos a María y a Ramón juntos en pantalla, dando vida a dos personajes tan ricos y con tantos matices? Puede que el rasgo más importante de una raipaquista sea el de no juzgar. Algo que no entraña el “justificar”, como muchas veces hemos tenido que aclarar a determinados sectores. No juzgar, y sobre todo, empatizar. Tratar de ponerse en la piel del otro. Solo así uno es capaz de ver cosas que no son apreciables a simple vista. Hay que rascar, y buscar más allá. ¿Que Francisca es mala? No solo lo piensa ella, también nosotras. Como también tenemos la convicción de que su redención, está en manos de Raimundo.

¡Y no podemos dejar de destacar el sentido del humor que toda raipaquista de pro posee! Huimos de guerras y batallas absurdas que no llevan a ninguna parte. ¿Por qué? Porque esto no deja de ser una serie de televisión hecha para el disfrute del personal. Para batallas, las que hemos de librar cada día.

1000 capítulos. Se dice pronto. Casi 4 años nos ha costado presenciar un momento como este.  Y puedo afirmar que toda la espera, la paciencia. Los cabreos, las pelusas. Todo lo que nos ha hecho estar hasta el moño (mucho más grande que el de la Paca), quedan recompensados por dos minutos de secuencia. Puede que hoy se haya dado el primer paso para esa redención de la que os hablaba, o puede que todo se vuelva a torcer como ya estamos acostumbradas. Pero en este momento, estoy tan emocionada que no pienso ni planteármelo. ¡Guionistas! Hoy os habéis ganado mi corazón raipaquista. Pero ¡ojo! No os emocionéis demasiado, que os seguimos vigilando…

Y después de este speech, que me enrollo más que las persianas (¡lo siento!), vamos con el capítulo. Destacables tres momentos.

1º. Francisca una vez más sale victoriosa, y aunque las cosas no hayan resultado del todo como ella esperaba, ya se ha librado al fin del primito. Aquí ya se dijo. Nadie se escapa de sus garras si intenta dañarla de algún modo, y Fulgencio y Bernarda no han sido menos. Dos pajarracos de un solo tiro. La muerte de una ha servido para condenar al otro.

Señalo este momento tras el juicio.
 
Como era de esperar, el primito exige ayuda para librarse de la cárcel, y ante la negativa de Francisca, comienzan las lindezas hacia la Montenegro. A ver doctorcito. Tú mismo te has metido en el berenjenal en el que te encuentras. Francisca le recuerda las torturas vividas en el sanatorio a manos de Jesusa y auspiciadas por él mismo. Su condena: tomar de su propia medicina. Con la intervención de Francisca, Fulgencio termina recluido en el mismo sanatorio donde estuvo la nietísima.
 










 2º. Alfonso y Raimundo conversan acerca del resultado del juicio.

- Sabrá que Doña Francisca ha resultado inocente de la muerte de su prima y ese pobre chófer. ¿Estará usted satisfecho? -. (Pues mira, yerno de Ulloa. Satisfecho es la palabra correcta. Imagino que si se tratase de Emilia, la mujer que tú amas, estarías igual de “satisfecho”. Así te quedaste cuando ella se libró gracias a Francisca, de ir a la cárcel por secuestro de un bebé… ¿no?)

- No del todo. Aún tengo alguna cosa pendiente con ella. Y como que me llamo Raimundo Ulloa que he de acometerla hoy mismo -. (Di que sí, rey mío. Que tienes algo pendiente con ella desde el pleistoceno. Yo también creo que va siendo hora de que soluciones ese asunto, guapetón!)

Querido Alfonsito, que el Ulloa ya peina canas (y cómo le sientan de bien…) y sabe perfectamente lo que tiene o no tiene que hacer. Que sois muy cansinos, de verdad.

3º. Y llega el momento. La perfección. Lo que tanto hemos deseado. ¿Para qué mostraros capturas (que ya inundan las redes sociales) cuando puedo poneros directamente el vídeo?

- Francisca -. (Así, muy bien. ¡Te hago la ola! Con decisión y valentía)

- ¿Desde cuándo estás ahí? -. (Mujer, baja los cuchillos, que mira qué carita te está poniendo…)

- Eso no importa ahora. Debí haber venido mucho antes -. (Pues mira, eso sí que no te lo voy a discutir. Mucho antes no, majete. ¡Muchísimo antes! Calculo que llegas como con unos 50 años de retraso, pero bueno. Ya dicen que más vale tarde que nunca, si la dicha es buena)

- ¿Qué te trae hasta mí? ¿Vienes a vengarte? ¿Vienes a echarme en cara que tu nieta esté libre, que no sea yo una asesina? ¿Qué quieres de mí? Responde -. (Paquita, es normal que pienses que su presencia en la casona responde al hecho de que vaya a reprocharte una vez más tu actitud. Total, siempre hace lo mismo. Pero fíjate bien… ¿es que no estás viendo su carita? ¡Cómo te mira! Céntrate mujer… que parece que esta vez es para otra cosa…)

- Todo -. (Ibarra, me matas cuando hablas así… Aquí sí que hemos quedado muertas del todo. Primer infarto colectivo raipaquista. Inundaciones por babeo en diversas comunidades autónomas y más allá, traspasando fronteras. Lloro. Te has sacudido las pelusas. Vas a por todas, ¿eh? ¡¡Ole tus ______!! Volved a tirar del rico idioma español)

- ¿Qué dices? -. (Paquita, reconoce que se te ha soltado el refajo así en un plis. Una vez más queda patente que Raimundo Ulloa es el único capaz de descomponer y desestabilizar el control de Francisca. Esa cara de la Paca, lo dice todo)

- Que mi existencia ha sido un penar desde que cometí el mayor error de mi vida. Separarme de ti -. (¡¡OLE OLE OLEEEEEE!! Pero ¡qué piquito de oro tienes! Francisca, si no te lo quedas tú, lo hago yo. Así que espabila o me lo llevo. Y tú, Ulloa. Pero ¿cómo le sueltas eso a la muchacha así, sin anestesia ni nada? Eso, vete acercándote poco a poco hasta ella, porque le va a dar un jamacuco de un momento a otro, y necesitará unos brazos fornidos que la sostengan)

- No soy buena, Raimundo -. (En mi opinión, esto es de lo mejorcito de toda la escena. Ya no solo por las palabras de Francisca, sino por todo el trasfondo que conllevan. Sentimiento, dolor. Aceptación. Pero ¿cómo es que la Bouzas no nada en un mar de premios? María, eres lo más grande que hay en esa serie. Qué dulzura de voz, qué expresiones. Me rindo ante ti, diosa)

- Lo sé -. (¿De nuevo susurrando? Quieres que me dé un ataque de cuquismo, ¿verdad?)

- Por mucho que te quiera, te haría daño -. (¿Te ha quedado claro? No lo de que te haría daño, por supuesto. TE QUIERE. Vamos, lo que llevamos nosotras diciendo 1000 capítulos)

- Lo sé -. (En serio Rai. No sé qué te has tomado hoy, pero ya era hora. Valentía y enfrentamiento a tus sentimientos. ¡¡Ya era hora, majete!!) - Entonces, ¿por qué? -. (Ni te lo crees. Vamos, que mientras hoy te apretabas el moño frente al espejo, jamás pensaste que este hombretón se iba a presentar en tu casa, así de gallardo y aguerrido para declararte su amor).

- Porque mi piel y mi sangre, mi cabeza y mis sueños no hacen sino anhelarte -. (Segundo infarto raipaquista, mucho más intenso que el anterior. Nuestro corazón va a desbordarse de tanto amor. ¡Estás hecho un poeta! Cuánta verdad escondida en tus palabras. Cuánta pasión… Lloro)

- Esto es una locura -. (No te hagas la estrecha, mujer. Qué locura ni que ocho cuartos. Al que no le guste, que no mire. Ea)

- Sea pues -. (Me sueltas a mí eso mismo, con esa voz, con esa seguridad, acompañado del “ven que te engancho” que le acabas de hacer a ella, y soy tuya para los restos. Te has quitado las pelusas del todo. Ni una motita te has dejado)

Y ellos que se tocan.

Y “ay, que parece que se acercan mucho”.

Caricias.

Te tomo la cara entre mis manos.

Te engancho.

Te engancho.

Apenas dos milímetros…

¡¡¡MUERDACO!!!

Reacción de una raipaquista en su casa: 

He aquí lo que tantas veces habíamos soñado, queridas compañeras raipaquistas. Lo que tantas veces habíamos escrito y leído. Al fin hecho realidad ante nuestros ojos. Dos minutos de escena que nos han hecho temblar como hojas. Incluso puede que se haya escapado alguna lagrimita, no os digo yo que no. Dos minutos que nos han recordado porqué esta es la mayor historia de amor de Puente Viejo. Dos minutos en los que María y Ramón nos han vuelto a atrapar. Como cada día.

Desconozco cuál será el devenir de esta historia en el futuro. Lo que sí puedo afirmar hoy, es que tenemos un vídeo para rayar hasta la saciedad. Que pase lo que pase, que nos quiten lo bailado.
Gracias María Bouzas y gracias Ramón Ibarra. Por todo lo que sois, pero sobre todo, por todo lo que nos hacéis sentir.

Y sí. Podemos decirlo alto y claro. Nos apasiona la Montenegro. Nos embriaga el Ulloa. Veneramos a María Bouzas y adoramos a Ramón Ibarra. Y sí, somos raipaquistas. Y muy orgullosas de serlo.

¿Pasa algo?

3 comentarios:

  1. SÍ PASA UNA COSA...SOMOS las mejores, SOMOS las mas guerreras y SOMOS las que después de muertas y rematas del MUERDACO del capítulo 1000 SOMOS TAN MASOCAS como pa' rallar el vídeo viéndolo una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez hasta convertirlo en la pantalla del Canal plus cuando no pagas la cuota determinada jajajaja.

    Como siempre te digo Kera, si me repito mas que el ajo, pero después de leerte mi Diccionario de la Lengua Española se queda en las cavernas del averno donde una servidora está recogiendo las babas soltadas a carretones, a este paso lo convierto en un lago con patitos incluidos.

    SOY RAIPAQUISTA y me vuelvo a revindicar en ello por mucho que me digan "que soy una mala persona" jajajajaja risa me da estas cosas, pero nadie puede quitarme, ni negarme el flechazo sufrido hace ya mas de 4 años con unos personajes que han hecho las delicias de estos últimos años y tb me enamore de dos actores, desconocidos (por desgracias) hasta entonces, ahora fan Nº?? (es que somos muchas jeje)
    MENSAJE para Ramón y Maria: soy fan vuestra pero ¡TRAN...QUI...LI...DAD! no tengo complejo de mosquito aplastado en el parabrisas, no me veréis nunca asaltando vuestro coche en busca del autógrafo anhelado, eso lo dejo para las mas jóvenes que la menda aprecia su vida y sus hechuras jeje

    y pa terminar..los de las persianas lo hemos heredado de las AlfonsoEmilistas jajaja...yo reaccioné como el gif cuandoooo me pusieron los PUTOS ANUNCIOS en medio de la escena...¡TÓCATE LA SETA MANUELA! y luego hablan de la la metedura de pata de Canal Sur, pues anda que los de Antena3 ¡Qué! ¿le regalamos carbón o una Baró en toda regla?

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  2. PLAS PLAS PLAS magnífica crítica del capítulo 1000. Por fin ha llegado un beso apasionado, nada de piquitos. Ahora sólo falta que culminen ese amor jajaja. En fin, como bien dices somos raipaquistas y muy orgullosas de serlo.

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  3. Me quito el sombrero ante ti, Ruth.

    Menudo pedazo de artículo te has marcado hoy.

    Yo también grito SOY RAIPAQUISTA ¿qué pasa?

    Adoro el personaje de Francisca con sus maldades, que no son más, que fruto de esa fragilidad que tiene. Adoro a Raimundo con sus pelusas que también son fruto, esta vez, de su cobardía.

    Pero por encima de todo, me tienen enamorada estos dos pedazos de actores, que son los verdaderos culpables de que las raipaquistas existamos.

    María Bouzas, eres lo mejor de lo mejor, nadie como tú sabe expresa tanto con un solo gesto, con una sola mirada, eres una Diosa.

    Ramón Ibarra, esa manera tuya de actuar, de hablar me maravilla y no te pongas celosón, tú también eres un Dios.

    ¡¡¡¡¡María, Ramón, os adoramos, no sabéis cuanto!!!!!





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