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martes, 7 de julio de 2015

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Muy buenas tardes. Tedioso el capítulo de hoy, poco o nada de raipaquismo ha habido.

Lo único bueno de todo esto, es que estamos viendo a Francisca y a Raimundo, como siempre tenían que haber estado, juntos y disfrutándose el uno del otro.

No son buenos tiempos para Francisca, pero verla a ella como ama de casa, preparando la comida, lavando y fregando y a él como el hombre de la casa, ocupándose de que no falte un plato de comida en la mesa, no tiene precio. Me gusta verlos así, aunque me duele que Francisca, por culpa de un impresentable, se encuentre en esta situación. Pero, a pesar de todo, da gusto verlos como un matrimonio, capeando las dificultades juntos, sobre todo, juntos.

Empecemos.

Entramos en la cocina, como viene siendo habitual, para encontrarnos con nuestra parejita desayunando.
Raimundo se ha levantado gracioso y le pregunta a Francisca en qué va a ocupar la mañana y Francisca, que no está para muchas gaitas, le contesta con su ironía particular.
─Aun no lo sé querido. Tal vez me vaya de compras a la nueva boutique que han abierto en la Puebla, o mejor aún, enviaré al chofer para que traiga la modista y me tome medidas aquí mismo.

Tienes a veces unas  preguntas Raimundo, que no son dignas de un hombre avispado como tú.
─Soy consciente de que la situación, es difícil, pero tu sarcasmo no ayuda a superarlo.

─Entonces no me hagas preguntas ridículas Raimundo. ¿En qué quieres que ocupe la mañana? ¿Te detallo las prendas que he de fregar en el lavadero?

Hombres Francisca, son hombres y no dan para más.
Entra Mauricio, que es otro hombre, y les comenta que hay que desayunar fuerte para poder llevar mejor la faena.
La mirada de la Paca ha sido igual que la mía. ¿Pero no ves alma de cántaro que están desayunando una mísera tostada? Mauricio es un amor, pero algunas veces le gana lo bruto que es.

Mauricio ha venido por si quiere que le dé el parte de lo que acontece en el pueblo. Otro desatino más por su parte. ¿Tú piensas que le va a importar la vida y milagros, de esa panda de desarrapados que pululan por el pueblo, teniendo a su vera a semejante hombretón? Y así le contesta ella, con una de sus geniales frases.

─Me importa un pimiento lo que ocurra en el pueblo. Por mi, como si se abre la tierra y se caen todos dentro.

Di que sí Francisca, qué te importan los demás, cuando tienes a tu hombre al lado.
Raimundo que se nos ha vuelto una Dolores, quiere saber lo que se cuece por el pueblo y Mauricio le cuenta lo bien que le va a su hija, en que andan los Mirañar, Francisca no parece interesada, hasta que sale a relucir la fiesta de Severito y por su cara, me da a mí, que no le hace ninguna gracia.
Mauricio le pregunta a Francisca si quiere que haga algo respecto al tasador.
─Ya has hecho suficiente capataz.

Y tanto que lo ha hecho, porque parece ser que Raimundo no sabía nada al respecto.

Francisca le explica a Raimundo, que siguiendo su consejo, decidió empeñar sus pertenencias, pero que el tasador quería darle una miseria por ellas y no aceptó.
─¿Qué? No pienso aceptar su oferta. Sólo porque esté en desventaja, no pienso doblar la cerviz.
Raimundo quiere que entienda, que las cosas son así, que manda el que tiene la mejor posición y que ella debería de saberlo, pues no en vano, ha sido ella la que hasta ahora la tenía.

─No por ello voy a aceptar calderilla.

─Pues, o lo haces y pagas a tus abogados, o… no recuperas tu patrimonio.

Y así se quedan los dos, ella enfurruñada como una colegiala a la que no le permiten jugar en el patio y él, como el profesor que la ha castigado.
Hasta enfadados son monos, aissss

El encuentro de Mauricio con los Castañeda, me lo voy a saltar, porque si empiezo a explicarle a Emilia, porqué no le interesa lo que ocurra en la Casona, y lo que pienso sobre ella, no voy a parar y no es plan.

Volvemos a la Casona, donde Francisca y Mauricio, embalan las pertenencias, que al final, sí ha vendido al usurero.
Francisca piensa vengarse de ese filibustero, como ella le llama, de Santa Cruz, del director del banco, de los braceros…. En resumen, de todos los que le han dado la espalda. Y en este caso, la venganza está más que justificada, porque son todos unos desagradecidos que han estado comiendo gracias a ella y cuando los ha necesitado, han huido como ratas de un barco que se hunde. Como dijo Raimundo “Tanto tienes, tanto vales” y Francisca, no hace más que contestar “Arrieros somos, y en el camino nos encontraremos”

Y como en el capítulo de hoy, a Francisca no le pueden ir peor las cosas, van y le dan otra vuelta de rosca en forma de citación.
─Dios mío, no puede ser.

─¿Malas noticias?
─Las peores Mauricio. ¡Esto ya es demasiado!

Y hasta aquí el capitulo, nos quedamos a la espera de lo que ocurrirá, que en los avances, nos revelan, que es de la junta de regantes y que la citan a una reunión para comenzar unas obras de mejoras en el riego. Gasto que a todas luces, ella no se puede permitir ahora.












2 comentarios:

  1. Grazie Sonia per l'articolo...non è facile vedere questa situazione tra i due, a maggior ragione che devono combattere con la povertà. Però non si sa mai che l'estate ci riservi piacevoli sorprese...anche se non è proprio la stagione ideale per seguire la soap. Baci e buone vacanze :)

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  2. Jajajajajaa muchas gracias reina... jajajaja.

    La verdad es que no me gusta ver a Paca así en esa tesitura, pero estoy disfrutando de la Bouzas lo que no está escrito.... me encanta verla en esa faceta y lo guapa que está la jodía con cualquier cosita...jajajajaja... el sarcasmo ayuda D.Ulloa... sino, las raipaquistas estaríamos muertas en vida con lo que tenemos...

    Gracias de nuevo Sonia.

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