Selecciona tu idioma

.

viernes, 18 de septiembre de 2015

1161

Bueno, pues hoy me toca a mi hacer la vuelta al blogger. Después de unos meses de merecido descanso del chirinblogger, como dice nuestra querida Emergilda, volvemos a tope para seguir deleitandoles con nuestras ironías varias y nuestra gracia, que sinceramnete ahora mismo es lo único que podemos ofrecer. Jajajajaja.


Y dicho esto, podría dar los buenos días y dar por finalizado este artículo, ya que acaba de llegar a la redacción una noticia de última hora: 

"Francisca Montenegro salió a por tabaco y hasta la fecha no ha vuelto" 

Gracias Rosa, la raipaquista guasona. :-p


Que igual la mujer se ha ido a buscar las hojas ella misma a Colombia y por eso tarda tanto, como últimamente está de un casero que echa pa´atrás, digo yo que por eso tarda tanto la mujer. 

En fin, coñas atrás, empecemos por donde terminó nuestra compañera Nicuxy. Los cuernos, las galletas confitadas y las meriendas las dejamos para otros menesteres de surrealidad absoluta, sobretodo los cuernos. 

Ay Alfonso, Alfonso, a parte de infiel, montacachos y adultero, ¿eres mentiroso? Anda que no sabía yo de esta faceta tuya querido buen esposo y amante. No es por meter mas cizaña, alfonsoemilistas no me lo tengan en cuenta, pero es que lo que está pasando entre ellos y que yo lo esté comentando es igual de surrealista. Ay, que pena de matrimonio. 




Míralos, que preocupados por Francisca. Mauricio y Raimundo, Raimundo y Mauricio, los dos hombres de la casa. Uno el amante, amigo y compañero de vida y el otro el fiel capataz permanente a su lado. Los dos hombretones buscando como locos a una Francisca que no aparece. Para que luego tengamos que leer por ahí que Raimundo está haciendo esto por venganza o que no la quiere. Ja, me parto y me mondo, saben más los demás sobre nuestros protagonistas que los propios guionistas o que las propias raipaquistas. A nosotras con otra historia que esa no cuela. 



 Esta cara es alguien que se quiere vengar, claro, claro.



Pobre Mauricio. El corazón en un puño tengo oigan. Para que Mauricio se haya acercado hasta la casa de la pradera golosinera a preguntar por Francisca, grave es la situación, grave.





Ya estaba tardando el señor Cuétara en malmeter contra Francisca. Se ve que tanta jalea le ha prodigado inteligencia, porque sino, no me lo explico. 

-Que casualidad. Justo cuando tiene que presentarse ante el juez, desaparece. 

Que casualidad si, nada la Paca ha dicho. ¿que tengo que declarar ante el juez?, pues ea, hago de Houdini y desaparezco, que se me da muy bien que me hagan desaparecer. ¿Que arde Troya? que casualidad que la Paca estaba allí. ¿Que la II Guerra Mundial ha estallado? La Paca también estaba allí dirigiendo a las tropas. Lo ve, señor galleta, conjeturas de esas tenemos todos.  Ay que tener eggs para hablar sin saber. 

Avances.  
AVANCES!!! 

Ayyy señor, ayyyy señor. Que acaban de encontrar las ropas de la Paca en el cauce. Si ya sabía yo que la Paca no podía desaparecer así como así, que ella es de dar la cara y no se achanta ante nadie. 
Otra vez a vivir lo de Ayala. Que angustia se nos viene encima. Pero por otro lado, ganas de volver a ver a la Bouzas en todo su gran esplendor, como suele ser costumbre. No nos dejan disfrutar de su matrimonio leñes. Entre unas cosas y otras, no nos enseñan el raipapolvo que queremos.  





Ayyyyy Ulloa, no me pongas esa cara que me partes el alma. Ay pobre. 




Y así, con el alma en pena que me deja hoy la novela, me despido de vosotros queridos lectores, hasta nuevo aviso o hasta que aparezca la Paca, que casi, casi viene a ser lo mismo. 
Como diría Emergilda, a mas ver majos míos, a mas ver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario