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17.30 de la tarde.

Lunes.

¡Venga! Tras un fin de semana de sequía, comienza otro apasionante capítulo de Puente Viejo. ¿Apasionante…? Quizá me estoy mostrando demasiado osada teniendo en cuenta los antecedentes de esta etapa de Puente Viejo.

"Bueno, bueno… no te precipites” me digo a mí misma. “Puede que la serie esté algo sosa (Raipaquísticamente hablando) pero al menos, seguro nos echamos unas risas con la Montenegro. Seguro. Y alegramos el ojo viendo al Ulloa. ¡Eso es innegable!”  Vuelvo a animarme. La Paca es la solución para todo. ¡¡Mira, como para toda esa panda de ingratos que se dedican a echar pestes de ella por la boca!! Esa misma boca que en infinidad de ocasiones ha recurrido a Francisca en busca de ayuda… En fin, que me desvío)

María Y Gonzalo. ¡Pues empezamos bien! (Entiéndase la ironía). Lo bueno que cabe destacar de esta escena, es la presencia omnipresente de Francisca. Presente sin estarlo. Nuestra querida Montenegro se ha dedicado a esparcir su pequeña tela de araña para agarrarse a la culpa que puede despertar en María y así colarse poco a poco en la vida diaria de esta pareja. ¿Reprochable? No. Que quiere a María es algo que no se puede negar. Me río cuando oigo a las comadreras del pueblo, decir que Francisca encerró a María en el convento. ¿Perdón? Tal vez debería haberla dejado pudrirse en la cárcel. ¡En fin! Aquí hay memoria cuando nos conviene. Pero bueno, prosigamos. Gonzalo odia a Francisca más que a su propia vida. Un sentimiento muy cristiano en este ex hombre de Dios, que se llena la boca hablando de perdón, bondad, pasteleo… “Sí, pero no para mí”. Consejos vendo que para mí no quiero. Resulta curioso ver a este muchacho más enfurecido con su abuela por ese asesinato hacia su madre (que yo no veo como tal, pero esa es otra historia sobre la que no quiero volver a entrar), que con el Mesía por todo lo que le hizo a su amada.

Sea como sea, Francisca parece haber ganado esta primera batalla. Gonzalo parece ceder en base al amor que le profesa a María (¿Tan difícil le es entender que esta niña quiere a la Paca?)

 Mi inicial entusiasmo se va evaporando tras 8 minutos de capítulo (Descontando 5 del resumen del anterior) ¡y aún no ha aparecido la cabecera! Mal vamos... muy mal.

¡Simón y Soledad! Ahora sí que me bajo del barco. No puedo. No entiendo esta historia. ¡No la comprendo! ¿Era necesario? ¿No existía otra posibilidad? Al menos podían haber afeitado a Jonás para que no se pareciera tanto a Juan. ¿O Juan no llevaba barba? ¿Esa es la diferencia? ¡Claro! Es como el extraño caso de Clark Kent. Unas gafapasta, pelo engominado y nadie se percata que es Superman. Sí, algo así debe ser. ¡Afortunado Jonás, que tras poco más de una semana en Puente Viejo, ya aparece en la cabecera! Al igual que Mario Zorrilla… No, espera. Él no. Nuestro querido Mauri tras casi tres años en antena, no se ha ganado el derecho a aparecer en ella. Y Rubén, aunque claro, Conrado no tiene tanto peso en la serie como Simón…

Inciso: ¡¡Enhorabuena a Blanca Parés!! Ya iba siendo hora de que la incluyesen.

Bfff. Leyenda de la fuente… Creo que me voy a levantar  a beber agua a ver si mientras tanto aparece la Paca. Voy a servirme otro vaso, aún me parece escucharlos hablar a lo lejos…

¡Aurora y Conrado! Bravo… Qué bien… Reconozco que el personaje de Conrado me tiene intrigada, no así su relación/no relación con Aurora. Discuten. ¡Qué extraño! Más de lo mismo… Con el genio que se gasta la niña, no sé cómo no se marcha el pobre antes…

Cambiamos de escenario mientras guardo en mi interior el secreto deseo de que nos marchemos hacia la Casona. Necesito ver a Francisca… pero me encuentro con Dolores y el “irse a hacer gárgaras” que todos en el pueblo han cogido el gustillo a soltarle. En fin, a ver si nos reímos un ratillo con esto. Los Mirañar siempre resultan un buen recurso.

Preocupantemente, consulto el reloj. Casi las 6 y ni rastro de la Montenegro. Ni del Ulloa. Mal… Esto pinta muy mal… Quizá ahora…

Pues no. Ante mis ojos aparece la Casona, pero son Terence y Soledad de charla “animada” en la cocina. Soledad, hija mía, entiende que a tu marido no le haga demasiada gracia haberse enterado por su suegra de que te ves a escondidas con un poeta desaliñado. Y para más inri, Terence desconoce que el susodicho es un calco (y tan calco, ¡JÁ!) de tu difunto amor. Sigo sin entender esta trama a tres. No, que no le veo sentido…

Me dan penita los queseros. Verles tan desamparados a ambos, sufriendo por la pérdida de Rita, me da mucha penita. Y sin embargo, algo cruza mi mente. ¿Qué pasó realmente entre Anibal y Doroteo? ¿Y si estuvieran conchabados?

¡La influencia Montenegro fluye por mis venas! Ahí lo dejo…

¿Otra vez Soledad, Terence y Don Anselmo? ¿Qué pasa hoy? ¿Acaso Francisca y Raimundo han huido del pueblo para vivir libremente su amor? ¡Es la única explicación para que ninguno de los dos haya aparecido aún! Veo pasar ante mis ojos una enorme pelusa. Creo que es de Raimundo, así que decido levantarme de nuevo a por un vaso de agua. (Menos mal que bebo agua y no alcohol… podría denunciar a Puente Viejo por llevarme a la bebida…)

¡Al fin! Escucho la voz del Ibarra desde la cocina y corro rauda por el pasillo. No es un espejismo, ¡ahí está! Aunque vaya… mi teoría sobre la huida con su amada se desmorona ante mis ojos. Una nueva pelusa vuelve a pasar ante mí como hierba rodadora. Es más divertido reunirse con el comité de sabios para hablar de la mina, que darme una escena raipaquista. Un suspiro escapa de mi garganta ante semejante despropósito. Pero he de decir que me gusta ver al Ulloa tan indignado…

“Tamaña injusticia…” Sí Raimundo. Pienso como tú. Es una injusticia que te tengan ahí sentado con todos estos cuando podías estar retozando por la ribera del río con una que yo me sé. En fin…

Y a todo esto… Francisca, ¿dónde estás? Vuelvo a mirar el reloj… Mira que si hoy no sale…

¿Simón y Rosario? ¿Me estáis tomando el pelo? Pasopalabra.

Siento una ligera tentación de hacer zapping. La controlo al ver en escena a Blanca. Nuestra Quintina. Esta muchacha es un lujo y si comparte plano con Enric, ya es de lo mejor. ¡Dos cracks! 

¡Ulloa! Otra alegría para el cuerpo. Intentando templar al pueblo indignado con Conrado. Haciendo gala de su don de palabra aunque sin demasiado éxito. ¡Menos mal que llega el médico! NO me gusta Lesmes. Nada. Ni un poco. Terminará siendo un psicópata o algo parecido. Más que la leyenda de la fuente de la plaza, deberían comentar sobre el extraño caso mutante del médico de Puente Viejo.

Médico que llega, médico que se convierte en un loco sádico. Yo me lo haría mirar, ¿eh?

¡18:22! ¿Qué ven mis ojos? ¿Pudiera ser Francisca? ¡¡¡Sí!!! ¡Es ella! ¿Alguna vez ha quedado constancia de nuestra pasión por María Bouzas? Es una diosa. Actúa ella y consigue hacer creíble la actuación de su personaje. Eso solo lo hacen las grandes como ella. Francisca dibuja una sonrisa y disimula que no se ha percatado de que María llega acompañada de Gonzalo. Se sabe ganadora de la batalla. Es una Montenegro, ¿cómo iba a ser si no?

Permitidme que resalte como mejor de la escena, este momento

 

Ese cambio en la mirada dirigida a Gonzalo… ¡Lo más de lo más!

La posterior escena con Soledad, igual de memorable. Es increíble cómo cualquier toma en la que aparece la Bouzas, se convierte en algo único. ¿Se avecina una nueva guerra entre madre e hija?

Y viendo que el resto del capítulo no iba a brindar momentos semejantes a este, me relajo sin esperar demasiado. Vaya cruz que le ha caído al pobre Conrado… Es cierto que toda esa panda de mineros locos, ha surgido a raíz de la apertura de la mina, pero él no es responsable. ¡Faltaría más! Y se le llevan detenido por un asesinato múltiple. ¡Ostras! Me incorporo en el asiento… esto me intriga…

¡¡Avances!!

Vaya, si aquí aparece Francisca más que en todo el capítulo… ¿Desayunando a lo happy family en el Jaral? ¡Me parto! Y con regalito incluído… ¡Grande!

De nuevo aparece hablando con Mauricio en esta ocasión. ¿En qué andaba Gonzalo que no pudo acudir a por María? ¡Ay Francisca, pronto te enterarás que andaba enterrando la chaqueta de Fernando!

Y sembrando cizaña entre la parejita feliz… 

¡Muy atareada estará Francisca mañana! Al menos, saldrá mucho más que en el capítulo de hoy.

Apasionante capítulo… Sí, definitivamente me equivoqué al afirmarlo.