750

Buenos días lector@s!!

Y aquí estamos una vez más, aunque tras unos ligeros contratiempos y con un poco de demora como se diría en Puente Viejo, más vale tarde que nuca!!
Para compensar, antes de sacarle todo el jugo a ese gran capítulo 750,  he de hacer mención a una escena del día anterior que no tuvo desperdicio, y sí, hablo de ese careo Paca- Mariana. Y es que son pocas las escenas que dejan a Francisca Montenegro sacar ese lado pícaro que ha demostrado intercambiando papeles con nada más y nada menos, que su doncella más querida, Mariana Castañeda, ahí es nada.
No sé que me ha sacado mayor sonrisa, si la cara de Paca al advertir cómo la criada osaba tomarle el puesto de ama y señora a ritmo de “preguntan por ti”, o la de la pobre Mariana maldiciéndose por el acierto de su tórtolo. Pero para decepción de algunos, lo que parecía haría estallar ese montenegrismo bouzense que tanto adoramos otras, lejos de hacerlo, nos regala un cara a cara a trois como diría yo, que pareciese el mismísimo teléfono escacharrado. Por si quedaba alguna duda de quién era quién, ya llegó “el larguirucho rubiales” para esclarecerla “lo cogió otra doncella no?”. Juego que no pareció disgustar tanto a la doña, pues la pobre tiene que recurrir a jugar con la plebe para poder disfrutar de un rato de distensión mientras el resto del pueblo se empeña en meterla “en todos los fregados puenteviejeros”, jugando a los camareros con el servicio como si lo llevase en la sangre con ese:  “¿quieres que te sirva un té?¿o prefieres que te sirva una copita de vino dulce?” pero eso sí, la dignidad es lo último que se pierde y servir una copa pase, pero llamarla de usted, nooo por ahí no pasamos!!

Y aprovecharé para decir que si hay algo de María Bouzas que me encanta es su manera de enfatizar los tonos y las palabras adecuadas en los momentos más adecuados, haciendo que la ironía se mezcle con la sorna y nos regale una “copita” como la de la tarde anterior. Mas ahí no queda todo, como dice el refrán…”la curiosidad mató al gato”, y es que mucho duró la Montenegro en esa pose de medio indignada al otro lado de la habitación, mientras dejaba constancia de su ánimo haciendo uso de esas miradas que matan…, ya que sin darse cuenta nos sorprende con un sutil consejo hacia la muchacha. Para que luego se diga de la doña, y que no podía ser otro que … “Yo en tu lugar no me fiaría de los hombres” ajáaaaaaaaaaaaa Ayyyy Paquita que te delataste!! Y es que no fue otra la razón de quedarse como espectadora de aquel dislate, más que la excusa para rememorar tiempos en que ella también se fió de los hombres y, lo mucho que le costó, pues para saberlo sólo debemos ver la cara con que queda cuando Mariana marcha…

Y bueno después de esta propinilla iremos a lo que hemos venido, a desengranar ese capítulo 750 que nos dejó varias perlas por el camino. Comenzaré por esa primera escena de batalla campal en la plaza, comedida en actos sí, pero más que hiriente en miradas, sólo había que ver las que le dedicaba la madrina a la reciente pareja…Y es que yo me pregunto señores…¿qué esperamos? ¿qué está pasando en ese 1921? A mí, que me expliquen que setas comen que me voy a por un plato, porque vamos a ver… 

¿De qué se sorprenden? ¿Es que también vamos a criticar a Francisca Montenegro por el simple hecho de hacer lo que toda madre de aquella época habría hecho? Que no es otra cosa que proteger a María de esos corrillos que tan a bien tuvo de solucionar su fiel pareja, que sin ocurrírsele otra cosa, decide amenazar al pueblo con dar trabajo a Dolores Mirañar, por los tiempo de los tiempos con todas las suciedades de Puente Viejo, claro que sí hombre!! Eso es ser un buen esposo y mejor persona!! Olé!!

Creo que sobran explicaciones, eso sí, al final va a tener que darle la razón a su querida abuela cuando aventuró lo mucho del Montenegro que lleva dentro. Porque a mí que me expliquen, por hacer un breve repaso… Fernandito erre que erre noche tras noche repudiando a los que lo veíamos al otro lado de los televisores, mientras la niña calla que te calla no vaya a ser que no tenga de qué quejarme, y aquí el envalentonado amigo pasa que te pasa que conmigo no va la salsa. Y ahora que están libres gracias a Francisca, porque parece que hay que recordarlo todo, a los señores les entran las prisas y no hacen otra cosa que irse a vivir juntos en pleno comienzo del siglo XX y a una semana de haber enviudado, pues claro que sí de toda la vida, como se deben hacer las cosas. Porque ¿qué habría sido mejor, esperar un tiempo en casa de quién le salvó de la infelicidad eterna?¿esperar a concebir matrimonio con el susodicho antes de compartir techo? Que no lecho, pues para eso ya tenemos a la hermanísima que nos recuerda que cama no comparten, no vaya a ser que den de qué hablar, discreción ante todo.

En fin, que no sé si seré yo, pero esto tiene una palabra y para mí es egoísmo, porque que alguien me explique quién sufre más si María rodeada del corro de la patata en el Jaral, disfrutando de los siempre, cuidados y halagos de quienes la rodean como oro en paño, no vaya a ser que se rompa, mientras se dedican de correveidiles contra la Montenegro haciendo sombra al mismísimo Colmado; o ésta misma, impotente por el dolor que le causa la encerrona que su ahijada le ha hecho, no permitiéndole actuar de otra manera más que con el desprecio. Porque que no sea ahora de la misma manera y que esté orgullosa de que así sea, no quita que debamos trasladarnos en el tiempo (para eso es una serie de época) y qué me vas a decir que una mujer hecha a sí misma en un país de hombres se va a oponer a que cualquier congénere pueda hacer lo que quiera? Para hacerse ese hueco, antes hay que conocer las reglas y saber en qué punto usarlas para uno, con el poder conseguido, y cuáles no deben saltarse si no se quiere perder el último.

Y ahora muchos dirán que lo único importante no es el poder o el dinero, que hay que conservar otras cosas, pero yo les digo ah sí? Y mientras esos que defienden, no lo conservan, ¿a quién recurren cuando éste les hace falta? Creo que se responde sola….
A lo que iba, tras esa escena en la plaza, nos han regalado dos de digna mención.
Me hace mucha gracia, según que personajes, mira que a mí la pareja Alfonso y Emilia me enganchó al principio, pero es que la Emilia madre de España me puede, porque, vamos a ver alma de cántaro, para empezar, estás viendo a tu hija llorar y decirte a la cara que Paca fue quien hizo el papel de madre para ella, y te quedas igual de a gustico con tu mano en el pecho, no vaya a ser que se nos vaya a salir de tanta tensión. ¿Y no le dices un par de cosas a la zagala?, que no es por nada, pero menos mal que es su verdadera madre a la que tiene al lado, eso es ser empática y lo demás tonterías. Y no bastando con eso, Emilia nos regala otro de sus “si yo hubiera estado ahí….” Por supuesto, confiamos plenamente en que te habrías lanzado a la yugular de Paca en directa como tantas otras veces, pero es una pena porque todo ese papel de abnegada madre se queda en sus “si yo…” condicional es no?.
Claro que aquí mi amiga Rosario, y mira que en los comienzos creía que era la contrapartida perfecta a Paca en la Casona, se ha cubierto de gloria, eso es ser consecuente con lo que uno piensa, palmadita va palmadita viene a la nieta, porque es un orgullo cuidar de tu hijo, ese de quien no sabemos el padre, en un techo que no es el suyo, eso si, a mi niña no. ¿Qué es eso de irse a los madriles con el churri? ¿A solas? Tú verás lo que haces hija, pero yo, no lo veo. Y no me pidas que deje a los hijos de otros, que tanto me necesitan, por hacerle un favor a los propios, porque eso es mucho pedir. En serio, creo que no necesito explicar lo que pienso al respecto… 

Seguiré con la otra gran escena, os ambiento…¡¡despacho de la Casona!!. Y antes de lanzarme al barrizal, dejad que halague el trabajo de María Bouzas en esa escena del marco, de verdad ¿ni a sus enemigos se les encoge algo al ver como lo abraza y acuna, como si de su niña se tratase? Si algo tiene esta mujer es que no sé en otra cosa, pero interpretando lo borda. Exquisita a la hora de medir sus sentimientos, para no pecar de increíble y poder jugar a dar matices al personaje más odiado de la serie, desgarrándonos a muchas cuando la vemos sufrir por quién ama una vez más, pues por repetido la dejaron en la estacada. Y es que ¿alguien piensa en esa mujer alguna vez?¿en lo que ella necesita o en cómo se siente? Que preguntas hago yo también…por supuesto que no…pero es que no lo merece!! dirían algunos. Pero sí merece que medio pueblo se acerque a pedirle favores a diestro y siniestro para ensuciarse las manos con aquello que llaman pecados, mientras ellos se las lavan  permaneciendo en su pedestal de bondad intocable. Para gustos los colores.

Porque esa escena en la que Gonzalo entra a la Casona como pedro por su casa, gritando ese “Francisca!!”, atacar a su hijo fallecido y por el que casi perece ella… ¿es eso acaso de ser un buen cristiano? ¿Es acaso eso de buena persona? “ mi madre acabó su vida en brazos de su hijo señora, usted no pudo ni despedirse de el así que ¿quién es la desgraciada?” 

¿No es una de esas bajezas que tanto critican en ella? Y si crees que estás moralmente por encima de alguien, por lo menos esfuérzate en aparentarlo, aunque no sea cierto, pues no critico su actitud, ataca porque lo atacan, pero si usas las mismas armas, no tengas el valor de criticarlas cuando lo hace la de enfrente. Y que conste que soy la primera que reprocho el orgullo de Francisca en el momento de la muerte de su hijo, jamás debió decir lo que dijo, pero quedó más que claro que ella opinaba lo mismo en los siguientes capítulos. Así que valiente, lo de ir amenazando a según quién y con qué deberías tomártelo con más calma que si tu amada se entera puede que tampoco le guste ese lado tuyo Montenegro…

Bueno, quizás he sido un poco dura con algunos personajes, pero la incongruencia me puede, eso sí éstos nada tienen que ver con los actores que los dan vida, de los que muchos hacen un gran trabajo, pues sólo hay que ver el sentimiento que se les pone para halagarlos o reprocharlos fruto sólo de lo que transmiten, dejando a un lado los gustos personales.

Y es que del resto de escenas, creo que no hay mucho de enjundia, pues seguimos con los vaqueros vaqueando, que parece alcanzan esa ansiada felicidad, que dudo logre cambiar la cara a Rita, y que también dudo  de que llegue en verdad… Por otro lado el triángulo Soledad-Terence-Olmo/Juan/Simón, veo que el trío ha aumentado, pero uno ya va dejando vacantes, a ver cómo se las apaña el resto…

Pues nada muchachada, esta tarde más y mejor, o eso esperamos!!!