Capítulo...bah y que más da, esto es una mierda

El 09 de junio de 2011 a las 10:17 de la mañana escribí mi primer mensaje sobre Francisca y Raimundo en el antiguo foro de Fórmula TV.  Fue justo después del desmayo de Raimundo en la Casona, cuando por primera vez vi a esa Francisca vulnerable, enamorada, cuando por primera vez pude sentir ese amor inmenso que, disfrazado de odio, duraba más de 40 años.

Y entonces…me enamoré, caí rendida a los pies de esa cacique dura, cruel pero con un corazón inmenso roto por los golpes  y la traición. Y del tabernero del pueblo, hombre justo, cabal, también con el corazón roto por haber traicionado a su gran amor y guapo, muy muy guapo.

El seguir a esta pareja, que no a esta serie, me ha traído muchas alegrías, gente maravillosa a la que tengo la suerte de poder llamar amiga, momentos de emoción que sólo las que compartimos esta locura podemos entender y también frustraciones y cabreos que se soportaban con los relatos asombrosos de esas escritoras increíbles. 

Y pasaron cuatro años con Bichas, secuestros, cristales, cuatro años en los que poco a poco la ilusión del principio se fue perdiendo cansada de unos guionistas que no nos daban tregua, cansada de tramas sin sentido, cansada de Pacakillers, cansada de Raimundopelusas, cansada de que ellos, aquellos dos personajes memorables no fueran sino sombras difuminadas de los que me enamoraron, hastiada de una historia a la que no le veía sentido y entonces…llegó la boda.

 De verdad que pensé que con la boda la dinámica en la que habían entrado estos personajes cambiaría, que su historia daría un giro de 180 grados, que sabrían aprovechar el potencial y la química de estos dos actorazos, que veríamos nuevas tramas pero con ellos  juntos  luchando contra todo y contra todos, incluso contra ellos mismos para evitar que nada los separara…pero como otras muchas veces los guionistas se han vuelto a reír en nuestra cara con una falta de respeto increíble hacia un grupo de seguidoras fieles que llevan viendo la serie desde el principio. Tal vez guionistas, para hacer algo novedoso, para salirse de lo corriente es necesario dos cosas de las que seguramente carecéis: talento y ganas.

Y antes de irme quiero dejar un mensaje a los guionistas, es a título personal pero imagino que será compartido por muchas de las lectoras de este blog:

Imagino que seréis conscientes que además de trabajar para la empresa que os paga, trabajáis para nosotros, para los telespectadores que al final, con las audiencias somos los que decidimos si una serie continúa o se cancela y como “jefes” vuestros que somos nos debéis respeto. Nunca, en ninguna serie aquellos que la siguen han sido tan maltratados, y no voy a hablar de los seguidores de los demás personajes que no me interesan, me voy a referir a nosotras, las raipaquistas. Hemos aguantado tramas imposibles, hemos soportado que quitarais la esencia a dos personajes maravillosos que en la actualidad sólo se sostienen por el buen hacer de esos dos extraordinarios actores que son María Bouzas y Ramón Ibarra, pero este último engaño ha sido la gota que ha colmado el vaso.

¿Para qué tanto bombo con la boda? ¿Para qué tanta foto y tanta entrevista? ¿Para qué tanto encuentro con María y Ramón? ¿Para qué tanta encuesta sobre la mejor pareja?

Esto ha sido el insulto final para una parte de la audiencia que nunca os ha fallado, os habéis reído de nosotras en nuestra cara con una falta total de decoro.

A la audiencia, esa que os da de comer, hay que mimarla, hay que darle un producto de calidad porque aunque no os lo creáis no somos adictas a la bazofia que día sí y día también pretendéis hacer pasar por caviar.

Que gran oportunidad habéis dejado pasar al no aprovechar el potencial de estos dos personajes, de escribir algo distinto, de desarrollar una historia de amor antológica. Habéis ido a lo fácil, al recurso de los libretistas mediocres,  la mala pierde, que lástima. Esto me demuestra lo que ya sospechaba, que no sois más que unos “curritos” del papel, que se limitan a desarrollar, sin calentarse mucho los cascos y con un desinterés sangrante (el detalle de la edad de Francisca en la lápida lo dice todo), unas tramas pésimamente perfiladas, convencidos de que nosotros, los que cada día estamos delante de la pantalla somos unos auténticos gilipollas.

Pues por mi parte:

No sé si esto es un hasta luego o un adiós definitivo, pero de momento me bajo aquí. No quiero escribir sobre una Francisca que vuelve a ser Killer o sobre un Raimundo figura decorativa, quiero escribir sobre besos y sonrisas y miradas de complicidad. Quiero escribir sobre luchas codo con codo sobre victorias compartidas, sobre abrazos de consuelo.

Quiero escribir sobre Francisca y Raimundo.

PD. El capítulo no lo comento, no me apetece, ver a Raimundo rechazando a Francisca es demasiado para mí.