Amalia como un cencerro recordándome a Angustias. Solo le
falta tener pánico a algo que le haga perder el seso del todo como la otra con
el fuego. ¡Espera! ¡Lo tengo! Los patucos… O las prendas de bebé… ¡Esta tipa
está muy mal! Y al principio que parecía ella la Bella y Bosco la Bestia por su
apariencia pero se están tornando los papeles (y de qué manera). Se pone como
una fiera porque a Bosco le gustan los patucos y enseguida se justifica en su
terrible dolor por su padre (al que ella misma arrastró sin vida sin
remordimientos). Y Bosco, que es un santo o un tontorrón, la cree de inmediato
y se larga mientras la otra descuartiza los patucos. Hijo, querido, está muy
bien que te parezcas a tu difunto padre pero tanto te está haciendo daño.
Aprende de la abuela, por favor te lo pido.
Pasamos la cabecera y llega a escena el hermano de don
Anselmo hablando con Aurora y Lucas (que es ahora su “novio” o, al menos, eso
parece, porque le hace más caso a él que a Conrado incluso antes de su
freimiento de cabeza) de algo del juicio y me vais a perdonar pero me lo voy a
saltar porque es demasiado aburrido. Así en resumen… Marcial está acojonado
porque Francisca no ha dado señales desde que se ha decidido reabrir el juicio
contagiando a los otros dos (Paquita, los tienes acojonados, ¡diosa!).
¡Y al final llega algo interesante! ¡Francisca Montenegro en
escena! Guapísima ella, con el atuendo con el que casi se suicida a ojos del
Ulloa que ni se molesta en acercarse y encima luego se va y… En fin… ¡Guapísima!
Interrumpen su soledad Pedro Mirañar y un guardia para informarle de la
situación sobre María y Esperanza. En conclusión, dan por terminada la búsqueda
al estar en la certeza de que esas dos están ya criando malvas. Y lo más
gracioso es que le dicen “oye, señora, que queríamos que se enterara usted la
primera”. Tranquilos majos, que ya se ha enterado por medio pueblo antes de que
llegarais… Esta ley… ¡Ineptos! Francisca se enfada bastante porque no hayan
contado con ella para esa decisión, Pedro insiste junto al guardia en la
decisión que han tomado y, al final, la pobre mía accede a lo que parece la cruel
realidad. Está hecha polvo y nadie la entiende, ni siquiera Raimundo, que todas
sabemos que lo citó para encontrar algo de consuelo con él (este hombre, tanto
pensar en ella pero luego las lía muy pardas).
Volvemos con Marcial y la “pareja”. Hablan sobre el juicio y
lo bien que lo van a hacer (cuando vosotros vais, Francisca ya ha vuelto
ochenta veces). Música dramática para dar paso al teatro de Alfonso y Emilia
(tristes por su hija y su nieta pero no como deberían). Vale que están solos
pero, ¿no podrían fingir un poquito mejor en público? Porque no hay quién se
crea esa supuesta tristeza con semejante pérdida. En fin… Se lamentan de lo
ocurrido, culpan a la Paca, llega Matías para anunciar que Dolores viene a dar
el pésame (pero por Dios, con lo que sufre la mujer, ¡seréis mala gente!). Y
dijo la de Mirañar una gran verdad “los hijos lo son todo para una madre y para
un padre también pero no es lo mismo”. ¡Que se lo digan a la Paca, Dolores!
¡Que se lo digan a ella! El caso es que Dolores piensa en hacer una misa (que
maja ella, que maja es cuando quiere y que penita me ha dado verla tan mal,
leñes). Después de eso visita al Jaral con Fe. Madre mía… Pastelera al ataque y
Aurora en compañía, para pasar buen rato. Fe se lamenta de lo de María… En fin,
paso, que no puedo con las que acompañan a la pelirroja más salada habida y por
haber.
¡Mother of
God! Ulloa en escena… No me cansaré de decir lo bien que le queda ese
traje negro. No te lo quites nunca, por favor, sé un MAN IN BLACK. La escena
comienza con semejante hombre dando vueltas a la cucharilla en el café con ese
estilo suyo tan conocido de “no hacer ruido porque está en la parra”. Y en la
parra sigue hasta que Matías le lanza dos o tres miraditas furtivas y le obliga
a despertar en el mundo real, haciendo con el café lo que debería haber hecho
hace media hora: beberlo. Matías aprovecha que están solos para hablarle de
Emilia y Alfonso, y de las decisiones que ha tomado respecto a su
comportamiento. Raimundo le pide que esté a su lado, que les contagie su
alegría y que su actitud (propia de la madurez) está muy bien. Después le pide
que le hable de las mozas que ronda para “no pensar en otras cosas” que anda el
hombre en la cabeza con quien DEBE (sí, DEBE, Y MUCHO). Sonrisita por aquí,
sonrisita por allá… Y consejo matador (está claro que para celestino y/o
consejero sentimental no vale nada). Que si puedes ser el hombre más feliz del
mundo o el más desgraciado para toda tu vida cuando elijas… Que si el amor no
atiende a razones… Ulloa, que la cosa va de aliviar al chico, no de amargarle
porque pienses solo en tus tormentos (que está muy bien, tranquilo). Se hace el
loco para tranquilizar al chaval y le pide que no haga daño que las mujeres son
la sal de la tierra (que te lo digan a ti, amigo, que la tuya es la mejor de
todas pese a sus pequeñas tontunas, na’, poca cosa…). ¡Y vuelve a su
pensamiento! Y no puedo evitar quedarme, aparte de con sus planos matadores,
con una imagen de lo más bonita al cambiar de escena.
¡Vuelta a Francisca! Lo sé, recuperaros del “montaje” casual
del capítulo. ¿Ya estáis? Pues venga, desayunemos con ella y el nieto. Aparece
un flashback de Fe que de lo curiosa que es no para de darle vueltas a lo de los
pasadizos. Volvemos al presente con Bosco devorando la comida y Francisca de
todo menos con ganas de fiesta (pobrecita, está mal, lo sabe ella y lo sabemos
nosotras). Sale a relucir el tal Leonardo de boca de Fe, pues sus cosas siguen
en la Casona, y Francisca ordena que las quemen. Fe cumplirá servicial y Bosco
sigue con sus prisas. Le comenta a Francisca que Amalia está alterada y que
acordaron dormir en habitaciones separadas. Francisca lo acepta y el muchacho
se despide plantándole un besazo que capturado queda (de lo bonito que es,
oye). Justo cuando se va llega Amalia, hablan un poco de Inés, bla bla bla… Que
miedo da Amalia… A Paquita no le gusta… Ojo, ojo. ¡Pero nos quedamos con el
momento abuela y nieto! ¡Un poco de ternurita! ¡Claro que sí!
Escena en la plaza con Candela y los Mirañar… No puedo con
la pastelera, perdonarme… Paso palabra sin importarme lo que venga después.
Jaral, con Aurora lamentándose de la pérdida de su prima… ¿Y quién la consuela?
¡Pues Rosario y su “novio”! Sí, Lucas, no el otro. Venga, pasemos, que tampoco
me creo la lástima de esta muchacha. Más en la plaza con Fe, Nicolás y Mariana…
¡Mira un ovni! (Click y avanzamos). De la plaza damos un saltito pequeño a la
Posada con Severo y más adelante Carmelo. Ambos hablan de lo ocurrido con María
y de sus sospechas sobre su “supuesto dolor”. Si es que, al pueblo entero los
podréis engañar, pero a los que son un poco listos lo tenéis más chungo.
Carmelo le compara a él con Emilia, se olvidan del tema y se van al caso de
Aurora. A ellos también les preocupa el silencio de Francisca (¡eres la diosa,
Francisca! ¡Todos tiemblan!).
Fe en el Jaral. Le estoy cogiendo tirria a esa casa. Va a
hablar con Mariana a Rosario de los pasadizos… ¡Me aburro! Ya nos sabemos la
historia, que si Efrén, que si tal, que si no sé qué… ¡A otra cosa! Y la otra
cosa no puede ser más aburrida que ver a Amalia, con cara de loca, gritando a
Inés por el asunto ridículo de los patucos. Esta chica es tonta, no me extraña
que acabara encerrada en unos pasadizos. Conoce a un tío, se acuesta con él, se
queda preñada y ahora en manos de una muchachita que por más grillada que esté
de un guantazo la tumba. Y yo que pensaba que no habría nadie más lenta de
mollera que Rita o Pía… Me equivoqué.
Volvemos con Francisca en la Casona. Llega Mauricio (todo
esto en presencia de Fe) para informarla de que los Castañeda están pensando
organizar un funeral a María y Esperanza (sin fecha y lugar aún para sus oídos)
por iniciativa de Dolores Mirañar. Mauricio le recomienda no acudir al evento
después de enfrentarse a Emilia (para no liarla). Ella le dice que no irá
porque no, no porque Mauricio le haya dicho misa. Y de pronto pide a Fe que
mande que preparen su automóvil (que se va de “paseo”). Mauricio pregunta pero
la Paca hace mutis.
Colmado… Y las mentiras de Hipólito respecto a Quintina
(señor, que despropósito, consiguiendo que la odie a ella, al de los cuchillos
y a quién se le ocurrió salida más cutre para tal personaje). Nos vamos a la
Casona (concretamente al jardín) con Bosco y Mauricio. El capataz le habla de
la señora porque está preocupado. Francisca ha marchado en coche sola sin
permitirle que la siguiera y con mucho cabreo encima, “que nadie la iba a tomar
por tonta” dijo. La inquietud, como la vez anterior, se traslada también a
Bosco. Mauricio le confiesa que fue a la Miel Amarga y Bosco se dispone a salir
tras ella. ¡Esa vena Montenegro! ¡Di que sí, chavalote! Está hasta aprendiendo
de la mirada amenazadora de la abuela… Que orgullosa estoy de él, ¡oh!
Más Jaral… Aurora y su “novio” Lucas jugando al ajedrez…
Mucha tontería y llega Conrado que tiene algo super importante que decir. ¡AVANCE!
Fe diciendo que en los pasadizos vio la fecha 1922 (y la muchacha, claro, se
pone a pensar). Amalia menospreciando a Bosco
(uh, esta va de mal en peor con su locura). Paja, paja… Paja, paja…
Bosco habla con su abuela de que no está bien con Amalia… Más paja… La Paca
dejando claro a Mauricio que no ha cometido error alguno con el caso de Aurora
(me vais a permitir una captura porque está tronchante esta mujer, ¡me chifla
cuando se pone tan maquiavélica ella!). Él le pide que no se enfrente a Aurora
en el juicio pero JA, JA, JA… ¡Jamás! Más paja… ¡Oh, cuidado con Conrado! ¡Oh,
que la acetona fue mandada a Puente Viejo! ¡Oh, que fue enviada a un
destinatario de iniciales FM! ¡Oh, que el tío listo se piensa que va a acusar a
la Paca! Si es que, no se les puede pedir que hilen demasiado… Se pierden a
mitad de camino los pobres… Y cerramos los avances con Francisca flipándolo con
Amalia. ¿Y quién no? (Aquí irá otra captura, porque atentas a la cara de
ambas). ¡Madre mía! ¡Miedito con Amalia!
Aquí sabemos que la única que sabe hilar es la Paca... los demás no tienen ni saben nada de las zarandajas de la vida.
ResponderEliminarAy omá el Ulloa!!!.. ay omá... miauuuuu.. jajsjsja...
.gracias por volver de nuevo, ya sabes donde estamos, por si a caso, te lo mando por correo, pa' que no se te olvide ande esta el blog... jajsjsja.. gracias...