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Muy buenas raipaquistas de mi corazón. Reconozco que llevaba varios días sin ver la serie, y que el motivo de que hoy me haya parapetado delante del televisor, ha sido nada más y nada menos que el encuentro Ulloa-Montenegro en campo visitante. Y ahí estaba yo, expectante. Con mi nivel de raipaquismo debatiéndose entre el “A ver en qué momento nos destrozan la escena” y el “¡Ay! Igual se tocan”. 

Que a estas alturas del partido seamos capaces de albergar algún tipo de esperanza ante un encuentro entre Francisca y Raimundo, solo tiene una lectura. Estamos pasadas de rosca y nos va el masoquismo. Es decir, somos tontas de manual.

Pero ¿cómo no estarlo? Si por muy mísera que sea la escena, por muy frustrante que pueda llegar a ser, tenemos dos raipaquistas confesos que nos regalan instantes que yo solo puedo calificar de mágicos. Y, reconozcámoslo. Las alternativas a la pareja Francisca y Raimundo… me cuesta hasta considerarlas “alternativas”.

Y por ellos, por Ramón y María, por esos instantes mágicos de los que antes os hablaba, una es capaz de aguantar Boscos y compañía, Jarales, desagradecidos, Mirañares y hasta Perico Palotes que apareciese por allí. Porque dos minutos de escena compensan cualquier despropósito que quieran mostrarnos.

Creo que hoy, me vais a permitir la licencia de variar la forma de presentaros el capítulo. No por nada en especial, sino porque la pereza que me da comentar ciertas cosas que están sucediendo y que carecen de interés raipaquístico, es tremenda. Y ¡qué carallo! Para una vez que tenemos escena cada ni sé cuántos capítulos, vamos a comentarla como merece.

Aun así, tranquilas. Que os narraré también a grandes rasgos lo más “destacado” (¡ay qué risa!).

Primer momento importante: Raimundo en casa de Severo.

Que no chato, que a Rai no se la das con queso. Que parece que se ha dejado las pelusas en casa, porque está de un perspicaz que hasta a mí me asombra. Sobre todo tratándose de Francisca. Parece que se ha encendido su radar “Quién va contra mi Paca que me pongo como un vándalo” y no se cree “ni miajita” de lo que este hombre le está contando.

“- Lo único que ha hecho es darme su palabra de que los puentevejinos no tienen por qué preocuparse de su llegada -.

- Ni los paisanos ni usted -.

- ¿Y Francisca también? -.”

Di que sí, Rai. Con un par. Dejando claro quién te preocupa en realidad. Para comerte <3

La escena no va a más porque Alfonso aparece en el momento oportuno para llevarse a nuestro hombre. De no haber sido así… ¿hubiese mostrado aún más sus cartas Raimundo? ¿Le habría dejado claro a Severo de manera tácita, que a Francisca ni la toque porque se le come vivo? Hipótesis que podéis lanzar.

Severo casi patalea al considerar la posibilidad de que alguien pueda adelantársele y matar a Francisca. Chato, te estás buscando dos enemigos. Francisca y el propio Raimundo.

 

Segundo momento importante:

“- El problema es que quien hace la ley y hace la trampa en este pueblo es la misma puñetera persona”

Te quiero tanto, Ulloa, que voy a pasar por alto este pequeño momento pelusero que te ha dado ante el alcalde, tu hija y tu yerno. A ver si va entrando en la mollera de todos, que no solo Francisca hace las cosas mal. Aquí quien ha disparado es María. O ¿qué pasa? ¿Que si lo hace Francisca es una asesina, pero si lo hace otra persona es “defensa propia” o “sus motivos tendría”? Me encanta el doble rasero de este pueblo.

Tu actitud, Raimundo, vuelve a ser una vez más contradictoria. Acabas de venir de hablar con Severo, dando a entender que te preocupa el bienestar de Francisca, y ahora cambias. Pelusa va, pelusa viene.

Tercer momento importante: Emilia se presenta hecha una energúmena en la Casona para reclamarle a Francisca que haya mandado a sus esbirros tras los pasos de su hija.

No claro, si quieres la aplaudimos, y que haga paseíllo entre todos los puentevejinos en la plaza mientras le lanzan pétalos de rosa porque ha disparado contra Francisca y estaba dispuesta a rematarla en el suelo. Repito. Si es Francisca quien hace eso es una asesina. Si es María… pobrecita. Anda y que os vayan dando por donde amargan los pepinos.

Francisca, que está para pocas gaitas, la despacha rapidito. Como siempre, la bondad de la gente del pueblo se deja ver ahora y no cuando se presentan en la casona para solicitar favores. A esa actitud en mi pueblo se le llama igual que en el vuestro. Exacto. Eso que estáis pensando.

Solo pongo una captura de la Paca y porque hasta herida está guapísima la tía.

Cuarto momento importante: Raimundo sale guapísimo mientras conversa con Alfonso. Os ilustro con captura. Nada más que decir. (Ni nada menos… Ñam ñam)

Quinto momento importante: Francisca habla con un alto cargo de la Guardia Civil que le informa del nulo resultado sobre la búsqueda de María. Llegan Bosco y Amalia. A solas, Francisca relata a Bosco cómo fue María la culpable de su situación.

A ver. Momento importante, importante, tampoco es… pero sale ella <3

 

Sexto momento importante: Visita del alcalde a Francisca. Este le relata cómo se están sucediendo los acontecimientos y cómo la gente del Jaral ha protestado acerca del registro de la Guardia Civil. En un descuido, le suelta a Francisca que hasta Aurora ha protestado, lo que despierta las sospechas de nuestra Paca ante una posible recuperación de la nietísima.

Llega el cura y más de lo mismo.

Séptimo momento importante. El sumun de los momentos importantes. ¡¡El único que destaca por encima de todos!! Raimundo visita a Francisca en la casona.

“- Préstame oídos porque sólo lo diré una vez. Si vienes a suplicarme clemencia por María, estás perdiendo el tiempo. Esa muchacha ya no existe para mí. ¿Por qué callas? ¿Estás sordo? -

- Sordo y mudo al encontrarme de nuevo ante ti, y sin saber bien porqué he venido. Es escuchar tu voz ponzoñosa y arrepentirme al punto de haberme acercado a verte -. (Ainss qué mono)

- ¿A verme? ¿Tú, Raimundo Ulloa has venido a verme? -. (Se lo cree lo mismo que si le dice que acaba de ver un cerdo volando)

- Así es. Preocupado por ti muy a pesar mío al saberte herida. Pero ya veo que estás lozana y guerrera -.  (¿Lozana y guerrera? Jajaja Dile eso en otro contexto, Ulloa, y morimos todas)

- No me creo tus preocupaciones ni tus halagos, Raimundo -. (Está descolocada del todo)

- Siempre has dudado de mis afectos -.  (¡Toma ya! Hombre hijo, para no hacerlo… reconoce que no te has portado muy bien con ella que digamos, normal que dude de ti y tus “afectos”)

- Pero nunca de tus desprecios -. (Que haberlos los ha habido, no lo neguemos)

- ¿Es despreciare interesarme por tu suerte? -. (Te como con patatas <3)

- Mi suerte quiso truncarla tu nieta, Ulloa. Sin duda, aprendió de ti a malquererme -. (Zasca en toda la boca!!! Paca 1 - Raimundo 0)

- ¿Qué sabes tú de querer? -. (Oinsssss)

- Lo que tú me enseñaste. Que el amor, no vale nada -. (Francisca 1000000000 - Raimundo 0. Toma, toma, tomaaaaaaa)

Miradas a tutiplén, que solo falta lanzarse a comerse la boca como posesos y… ¡Tachán! Aparece Fulgencio. (VETE A LA MIERDA, INOPORTUNO ¬¬ )

Rai hace mutis por el foro, no sin antes decirle a Fulgen que como haga algo en contra de Aurora, le matará con sus propias manos.

Creo que hay poco que añadir, salvo el hecho de señalar que la escena, aunque preciosísima, carece de toda lógica. ¿Resulta creíble esa actitud en ambos después de todo lo que ha pasado? Pues no, pero ¿qué más da? ¿Acaso importa? ¿No es bien cierto que puestos a hablar de situaciones ilógicas y poco creíbles en Puente Viejo, tenemos para elegir entre miles y miles? Quizá, queridas raipaquistas mías, este tipo de escenas entre Raimundo y Francisca, sean lo más cuerdo y consecuente con su historia de amor, que hay ahora mismo en esta serie.

 

Sobre el resto de escenas del capítulo, creedme que no hay nada más que destacar. Más Paca Killer contra Aurora, Mirañares y la extraña ausencia de Quintina. Bosco, Amalia e Inés. Sopor absoluto. Aurora y su milagrosa recuperación (De risa!!), y cómo no, la búsqueda de la sin sustancia de María.

¡AVANCES!

Francisca hace saber al alcalde, que María cuenta con ayuda.

Mauricio le cuenta a Francisca que entró a los pasadizos

Y con esto y un bizcochín sabrosón como el Ulloa… ¡Hasta la próxima!