Total, queridas y queridos que estaba yo con el alma y otras
partes de mi anatomía en vilo tras el capítulo de ayer bien provista de Tranquimicinas y Agua del Carmen por si me daba un alipurri de la tensión y me
encuentro con una escena de comedia. Ver a Francisca en el papel de princesita
a la que necesitan que la rescaten ha sido muy grande, el repertorio de caras,
muecas y gestos han sido para que le den un Goya o dos de golpe, que escena señor,
que escena.
En fin vamos al tema.
Nos quedamos en que Severo, (que dicho sea de paso cuando no
lleva el flequillo como si se lo hubiera lamido una vaca y está así todo
psicópata es bastante bastante atractivo), le iba a dar pasaporte a la Paca,
así por toda la cara sin dejarla pedir ni confesión con la falta que le hace y
ya estaba yo con el corazón en la boca cuando…
Madre mía que coñazo de tío, si la quieres matar pégale un
tiro pero no nos cuentes tu vida que nos importa un huevo de avestruz. Raimundo
por última vez se lo digo, apártese. O si no, ¿qué?. Bah si quisieras darle
matarile a la Paca ya lo habrías hecho. Y aquí vuelvo a mi teoría sobre la
Casona y que quita la energía a todos los hombres que la pisan, ni fuerzas pa
chingar, ni fuerzas pa matar. Y la Paca con cara de querer estornudar.
Total que se veía venir, mucho ruido y pocas nueces,
que poca rasmia hay en ese pueblo, llega Pocoyo, se lleva al Chiquilin y
chimpún se acabó la escena, bueno no, que queda esto
Tranquila, ha pasado
todo ya, estás a salvo, estas a salvo mi amor. Vale, lo reconozco, Raimundo
ha estado muy bien, muy en su estilo conciliador (a mí me van los tíos más
machotes en plan suelta esa pistola o te arranco la cabeza), pero después de
todos los minipuntos negativos que le he dado ahora mismo se merece…
Y ahora viene una de esas escenas psicodélicas en las que
nada se entiende pero hacemos ver que sí para que los demás no piensen que
somos tontos
No habrá desquite
alguno, dice aquí mi primo, que sea
su conciencia quien le atormente hasta el final de sus días ¿eing?
¿mande?¿comorrrrrrrr?, Mauricio lo flipa y yo también. ¿Me estas diciendo,
Ulloa, que el pavo ese ha intentado matar a tu mujer y no vas a hacer nada?
Devuélveme el Gallifante pero ya.
Pero lo peor no es eso sino que Francisca, la interesada, la
que le ha visto la cara a la fea le da la razón, kill me camión, mi no
comprender y además con recochineo que a Raimundo le da por hablar en latín
(repelente de tío) Roma locuta, causa
finita, dice el Séneca de Puente Viejo.
Madre mía que caras de pasión, de alegría, de tensión sexual
no resuelta…y aun decís por ahí de raipapolvos, joer con las brujas Lolas
Y por si fuera poco ese fenómenooooooooooor quitándose méritos
y diciéndole a su chica que eso de que él le ha salvado la vida, va a ser que
no, que mejor se lo agradezca a Severo. Ahora entiendo que Francisca se dé al
alcohol, hasta a mí me están entrando ganas de tomarme un coñac…o dos.
Así se ha quedado la Paca y yo de paso, madre mía lo que hay
que oír, pero….
Y con esto y el lingotazo que se mete nuestra chica, imagino
que para calmar ansiedades, hasta el siguiente episodio.
Fabuloso !!!! Me he reído a morir !!! Y con muy buenas observaciones
ResponderEliminarJajajajajajajajajajajajaja por favor que jartá a reir señor... jajajaja... yo quiero gallifantes por doquier, si señor. jajajajajaja lo de la cara de la Paca es verdad, la pobre, si es que con ese esperpento delante de ella no puedes poner otra cara na´más que de estreñimiento... jajajajaja.
ResponderEliminarMuchas gracias Mariajo por tu artículo. jajajjajajaaj
Troppo bella l'immagine di Francisca che accarezza la testa di Raimundo mentre lui è tutto intento a calmare Severo...troppo teneri insieme...e poi lei, anche se è dietro di lui, con la mano cerca di proteggerlo comunque *-*
ResponderEliminarAdesso Raimundo è diventato Seneca ahahahah sempre con il libro in mano anche prima di andare a dormire :)
Mariajo, no me he podido reír más, que buena eres, jajajajaj
ResponderEliminarLo de Raimundo no tiene nombre (y como dice el chiste "Ni apellido que yo mañana me voy a Alemania")
Tu le das un gallifante, yo le voy a dad dos guantás que lo voy a poner mirando al norte, a ver si espabila.
Francisca está más aburrida que nosotras y lo de las caricias, seguro que ella pensaba, que después de este acto heroico de su churri, esa misma noche lo cataba, pero la pobre se ha quedado como nosotras, a dos velas.
¡¡Queremos marcha en la Casona ya!!