Selecciona tu idioma

.

martes, 5 de mayo de 2015

1064

Muy buenas tardes, pero buenas, buenas, buenas. Hoy por fin, voy a comentar un buen capítulo y no tantas sandeces como había últimamente. Estoy contenta, bueno, más bien orgullosa, por lo que ha ocurrido hoy, que para nada me lo esperaba y me ha complacido enormemente. Pero eso lo veremos más adelante, ahora comencemos.

Dejamos en el capitulo anterior a Aurora, dando la noticia de su “feliz” boda, a Francisca y a Raimundo. Pero la descastada, no puede comportarse con la misma educación con la que ha sido recibida (Sigo diciendo, que lástima de dinero se gastaron con ella, en ese internado de Suiza)  y no pierde un segundo en zaherir a Francisca con sus palabras. Le echa en cara, que días atrás le dijera que para ella era más fácil casarse con un medico, que serlo (Cosa que hasta ella sabe que es verdad, pero como se lo dice la Paca, pues es mentira) Francisca trata de suavizar las cosas, diciendo que no fue más que una inocente broma, que hay muchas cosas que no le gustan de ella, pero sabe que es una persona inteligente y que hubiera sido medico si se lo hubiese propuesto. Pero la niñata, al ver que le ha dado de lleno donde más le duele (Su orgullo por parte de abuela y su cobardía por parte de abuelo) no admite las disculpas que le ofrece Francisca, que amparándose en el amor de Raimundo, dice que la están haciendo cambiar.
Así que se levanta dispuesta a marcharse, reiterando a su abuelo, que si quiere acudir a su boda con Francisca, nadie se lo impedirá.

Taberna. Paso. Sólo cuatro palabras para Alfonso ¡Calladito estás más guapo!

Regresamos a la Casona. Raimundo despide a Aurora y regresa con Francisca, que quiere retomar la conversación que fue interrumpida con la llegada de Aurora.
Raimundo le dice que no pudo evitar escuchar la conversación que tuvieron, ella y la tita Lali en el jardín. Francisca intenta justificarse, pero Raimundo no la deja, le dice que no tiene porqué hacerlo, que entiende su silencio ante ella, respecto a lo que hay entre los dos

(Y yo digo ¿qué hay entre los dos? ¿Besitos? ¿Alguna caricia? Porque como lo que quieras decir, es que hay RAIPAPOLVOS ¡Me voy a cabrear mucho!) Pero… (Esto de los peros de Raimundo, ya empieza a cansarme)

Pero… me ha hecho en que pensar (No pienses Raimundo, ¡actúa!)

¿Pensar, en qué? (Pobre Francisca, cada vez que su churri se pone a pensar, ella tiembla)

En los problemas que acarrea el estar juntos (Ya estamos con las tonterías de siempre)

¿No estarás replanteándote….? (Ay Paquita, cuanto te va hacer padecer este hombre)

No me estoy replanteando nada, Francisca. Estoy aquí, porque quiero estar. Pero eso no me impide ver, lo que supone (Pero no veas, palpa, palpa a Francisca que está más cerca)

Lo siento Raimundo, hablaré con Eulalia esta misma noche, te doy mi palabra (¿Cuantas veces se va a disculpar esta mujer? Ha pedido más disculpas que cosas ha hecho)

Del Dadaísmo, del revolcón en el chozo del adultero de Bosco y la sosa de Inés, de las ventas del colmado, del cansino del feliz novio, curas… ¡¡¡oju cuanta farfolla!!! Pues eso, que paso.

Y llegamos a lo más interesante del capítulo, lo que nos hace estar orgullosas de la Montenegro. Cosas como estas, son las que nos hacen adorarla.

Tenemos desayunando a Francisca, Raimundo y, por desgracia, a la tita Lali, escoltados por Fe, que es la leche.

Permítame doña tía Eulalia, ¿le sirvo también azúcar pa´endulzarle la mañana?

Que graciosa que es nuestra Fe, pero que desaboría que es la tita, le contesta con un rotundo NO.
Eso, na de almibares, que usted es más bien amarga. (La cara de la Paca es para verla)

Raimundo, para quitar hierro al asunto, le pregunta a Fe si ha encargado las perdices. La tita suspira con desagrado y Francisca le pregunta si ocurre algo. Se empieza a mascar la tensión.  La desagradable señora, se siente ofendida porque se habla de perdices en la mesa, y no pierde la oportunidad de menospreciar a Raimundo.

─Y usted un mundano. Ya de chico era un desobediente y un revolucionario.

Y aquí es donde empieza lo bueno, no sabes lo que has hecho metiéndote con Raimundo.
Ya basta, Raimundo en esta casa, puede hablar de perdices o de lo que estime conveniente tía Eulalia.
Templa Francisca.

No me da la gana. No voy a consentir que nadie venga a mi casa a imponer su voluntad.

Sí señor, esa es Francisca Montenegro. Defendiendo a su churri como tiene que ser, a ver si tomas nota Raimundo y cuando se dé el caso, la defiendes con el mismo ahínco. Le cuenta bien contado, que en esta casa mandan ella y Raimundo, que para eso son los señores.

─  ¡¿Entonces es cierto?!

Así es. Aunque no estemos casados, a todos los efectos, es mi marido, le guste a usted… o no. (aissss)

¡¡¿Cómo puedes faltar así a la memoria de tu esposo?!!

A quien falté fue a Raimundo, casándome con Salvador, puesto que era a él a quien amaba y hasta hoy, no he dejado de hacerlo.

Eulalia monta en cólera y comienza a chillar, pero con una tranquilidad pasmosa, Francisca la manda callar, cosa que aun la enfurece más haciendo que se levante de la mesa toda encolerizada.
Eulalia 0 Francisca gana por goleada, ¡toma, toma, toma tía Eulalia, ahora vas y lo cascas!
Menudo carácter tiene… mi esposa. (aisssss)
Debí hacerla callar ayer. (con un par, sí señor)
Oli, seña Francisca, menua zapa tiesta que la dao. (di que sí Fe)

Y ahora viene el kit de la cuestión “Aunque no estemos casados, a todos los efectos, es mi marido” ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué nos hemos perdido? ¿No será verdad y nosotras no nos hemos enterado? ¡¡Francisca, por Dioosss, dinos que lo has hecho para taparle la boca!! No, no y no, no puede ser, no nos han podido pasar por alto, algo tan importante para las raipaquistas como eso, me niego que haya habido raipapolvo y no nos hayamos enterado. ¿Y nuestros bonitos amaneceres? ¿Y nuestro “Os vais a jartar”? Por el bien de los guionistas y por nuestra propia salud, que no sea verdad, porque los mato, los MA-TO. No nos pueden dar raipapolvos en off, off  al cuadrado.

Ea, venga, ya pasó, pero poco.

Francisca está leyendo tranquilamente su periódico, cuando hace su aparición estelar la bruja mayor del reino. Quiere que Francisca se disculpe por lo ocurrido en el desayuno, pero ella no está dispuesta a hacerlo. Eulalia la advierte de las posibles consecuencias que puede llegar a tener.

¿Con qué me está amenazando?
Es muy sencillo. O se va ese Raimundo Ulloa, inmediatamente de aquí, o seré yo la que se marche. (¡¡¡Mauriciooooo las maletas que esta señora se marcha!!!)

A Francisca parece no importarle su marcha, lo que hace que Eulalia la amenace con contar a todos sus poderosos amigos, lo de su amancebamiento.  

Ya lo sabes. O se va él, o cogeré el primer tren de la mañana. No quiero compartir techo con amancebados.
¿Para qué esperar tanto? No deseo pervertir su pureza ni un minuto más. ¡¡Mauricio!!

Francisca pregunta a qué hora pasa el último tren y aconseja   a Eulalia que si se da prisa, puede cogerlo.

¿Qué estás diciendo Francisca?

Que ya he elegido, ni más, ni menos (Esa, esa es la Francisca que nos tiene locas)

Ordena a Mauricio que prepare el automóvil, porque “La señora, nos abandona de inmediato”
Te arrepentirás de esto Francisca.
Que tenga buen viaje.

Se puede ser más mona que Francisca defendiendo a su amorcito a capa y espada.
Francisca se lo está jugando todo, posición, reputación, dinero… ella va a ser la inventora del refrán “Contigo pan y cebolla” Has estado sembrada Paquita, me rindo a tus pies.

Terminamos con un Raimundo orgulloso de su pequeña, contándole sus hazañas a don Anselmo.

Y hasta aquí el capítulo de hoy, mañana más y mejor.






1 comentario:

  1. Jajajajajajaja... toma toma tomaaaaaaaa vaya ZAS en toda la boca Lali... ahora vas y lo cascas listaaaaa... jajajajajajaja... Francisca Montenegro a puesto por delante a su amor por Raimundo antes del que dirán... ole, ole oleeeeee... para que luego digan que la Paca es la mala... y un cojón de pato... jajajajajaja

    Muchas gracias Sonia por tu artículo... que lástima más grande que para un personaje potentón y chinchón que llega, sea de paso y se haya marchado ya... lástima, con el juego que daba...

    muchas gracias de nuevo... jajajajajaajajaj

    ResponderEliminar