Empezamos con la más bella de las estampas. Francisca con la
niña en brazos haciéndole mil monerías. La pierden a esta mujer los niños.
Francisca ha ido al jaral a pedir disculpas a María por su comportamiento con
ella en la Casona. Le dice que hace muy bien en seguir sus sentimientos, que ojala ella hubiera hecho lo mismo cuando era joven en lugar de dejarse llevar
por la venganza y el resentimiento. Pero Paquita, si no has dejado todavía el
resentimiento, deberías dejar aparcado ese orgullo tuyo y lanzarte a los brazos
de tu amor a ver si de una vez conseguimos el ansiado Raipapolvo. Le da su
bendición para que se case con Gonzalo, aunque todos sabemos que no es cierto,
nada más lejos de la realidad.
Nicolás y Mariana
cuentan a Emilia que han adquirido la granja de los Buendía. Un señorito de la
capital de bracero y Marianita que deja los fogones por las vacas, ya veremos
cómo les va a estos. No van a necesitar la “ayuda” de Francisca para nada.
En el Jaral María cuenta a Gonzalo y a Rosario la vista de
su madrina. Por una vez y que no sirva de precedente, el ex curita me ha caído casi,
y digo casi, bien, pero claro, escuchando a la abadesa mayor del reino, no se
hace muy difícil. No soporto a Rosario, en lugar de alegrarse por el
acercamiento de María con su madrina, que por mucho que le moleste a ella, es
importante en su vida y la quiere de verdad, no hace más que meter cizaña.
Pasamos al Jaral y como no, hablan de Francisca que manía
tienen, no la pueden dejar tranquila. María cuenta que su madrina ha venido a
pedirle disculpas por las palabras que tuvieron el otro día, dejando a las alegres
comadres más buenas y bondadosas de todo el pueblo, con cara de vinagre. La
sabionda que se cree que está siempre en posesión de la verdad, piensa que conoce a Francisca como la palma de
su mano, esta chica a parte de saber de medicina, también sabe de psicología, amén
de haber recibido clases de estriptís en algún lupanar de Suiza. Más le valdría
conocer a su prometido y a su ex novia. Le dice a María que Francisca es muy
soberbia para pedir disculpas, ¿Se habrá mirado ella su soberbia? Porque tener,
tiene un rato, a parte de muy mala leche. Y para arreglarlo, también opina la
desagradecida de la agorera mayor. “Jamás la oí pedir perdón” Piensan que se
trae algo entre manos. María para sorpresa la defiende y les dice que le ha
pedido que siga enseñando a Bosco, pero
ellas no cesan en su empeño de vilipendiar a Francisca. “Y además le va a salir
gratis” Vamos a ver Rosarillo, tú menos que nadie puedes decir que Francisca
busca en María un maestro gratis, porque te recuerdo, ya que todos tenéis la
memoria corta para lo que queréis, que Francisca crió a María le dio estudios y
lo pagó todo ella, no os pidió nada a vosotros y recuerda también, que fue la
única que le dio un techo y trabajo a Mariana cuando salió de la cárcel y todo
el mundo le daba la espalda, incluso Alfonso y tú no hicisteis nada por
ayudarla. María sigue diciendo que ha cambiado, que tenían que haberla visto con
su hija en brazos. Y si no salta Rosario, revienta “Apenas cogía a sus niños en
brazos y cuando lo hacia se lo daba a una nodriza o a una servidora” “A tu madrina no le gusta jugar con los niños
ni cogerlos en brazos” Y ahora le voy a
contestar, porque si no, la que revienta soy yo. Mira, mira, Rosario, no me tires de la lengua,
tú lo que estas es celosa de que María quiera a Francisca a pesar de todo el “mal”
que decís que le ha hecho, por algo será ¿no? Será porque no la cogía en brazos,
ni jugaba con ella, ni le dio todos los caprichos, ¡Claro, será por eso! Por lo
mismo que Tristán tampoco la quería, porque lo criaste tú y él no quería saber
nada de su madre, la cual, sólo le dio mala vida, lo defendió de los palos de
Salvador poniéndose delante para recibirlos ella y evitar que lo dañara, sí
Rosario, también fue un monstruo con su hijo, menos mal que estabas tú allí,
porque no sé cómo pudo sobrevivir la criatura a tanto desamor como le dio su
madre. Ya os encargasteis entre todos de emponzoñar ese amor entre madre e hijo, pero a pesar de todo y de todos,
Tristán seguía queriendo a Francisca, porque quizás, sí que jugaba con él, lo cogía
en brazos y le daba cariño.
Bueno dejémonos de la chusma esta y vámonos de nuevo a la
Casona. Bosco sale a avisar a Francisca que la cena está lista. Francisca aprovecha
para involucrar a Bosco en su afán de alejar a María de Gonzalo. “Ha rechazado
mi amor y mi cobijo y está a punto de caer por un precipicio” “¿Por el cual? ¿Qué
se ha ido a la quebrada de los lobos?" Ay Bosco que inocente eres, pero ya
aprenderás con la Paca, ya. Le empieza a contar que Gonzalo la va a condenar a
la miseria y que un cura que cuelga los hábitos no es un buen marido. Confía en
que él la ayude a sacarla de las garras de Gonzalo. Bosco le dice que la
ayudará porque aprecia a la muchacha y Francisca le pide que no le cuente a nadie
lo que han hablado.
Entramos en la taberna, Gonzalo y Alfonso hablando ¿A que no
adivináis de quién? ¡Muy bien, de esa misma, de la Paca! Entra Conrado y con
las mismas salgo yo.
Aurora va al colmado de compras entra porque no está
Dolores, no le gusta que le pregunten. Pues aplícate el cuento bonita, que a ti
bien que te gusta que te lo cuenten todo aunque no te importe. Pedro el pobre
que se le pega el marujeo de su señora, le pregunta de qué quiere enterarse ahora
su Dolores, a lo que la chaman le contesta con toda su soberbia y mala
educación que no va a contestar ni a él, ni a su mujer y encima el pobre Pedro
se disculpa por preguntarle, menos disculpas Pedro y dos buena hostias que es
lo que le hace falta a esa engreída. Raimundo entra en el colmado y Pedro aprovecha
para informar a Raimundo que su manifiesto ha enojado al Gobernador y a la Guardia Civil. A Raimundo le importa
un pito lo que piensen ellos. El alcalde intenta que entre en razón, se ofrece
a ayudarle a redactar un nuevo manifiesto que aplaque los ánimos, pero se niega
“No voy a escribir nada que no piense” “¿Y
no podrías abstenerte también de escribir lo que piensas?” “Pues no” Luego los testarudos
son los demás, que perra le ha dado a este hombre con la guerra, otras guerras debería
de combatir y no en un campo de batalla. Finalmente el alcalde le advierte que
si sigue así le podrían acusar de traidor a la patria.
Vamos a desayunar a la Casona. Bernarda aprovecha que
Francisca se encuentra indispuesta, para manipular a Bosco a su antojo. Indaga
si ha ido a ver al potro “Sí, y bien
guapo que sigue el condenao, pero ya no me arrimo a él ¿eh?”
Bernarda comienza
a querer minar su valentía diciéndole que para domar ese caballo Francisca
tendrá que contratar un jinete con agallas y que le va a costar mucho dinero ya
que sólo los mejores jinetes pueden apaciguar a un animal así. Y que va a pasar
mucho tiempo en poder montarlo. Bosco le dice que él sería capaz de domarlo, se
ha tragado el anzuelo enterito, Bernarda ha conseguido lo que pretendía y para
culminar su treta “Francisca te ve como un mozalbete sin experiencia, no creo
que te crea capaz de mantenerte sobre el lomo de ese animal ni siquiera un par
de segundos” “Alazanes como ese he montado yo en la montaña, sin silla, a pelo, agarrao a las crines” y como puntilla final “Ese caballo es cosa de hombres y tú para Francisca eres su chiquillo”
Después de la conversación con Bernarda, Bosco se dispone a
montar al potro para demostrar que es un hombre valiente, pero como vaticinó la
Beni el caballo lo tira de la silla.
Bernarda sigue con su plan y va en busca de Francisca para
que vaya con ella a pasear. Aprovecha para saber cómo es su relación con María
y para su tormento, le contesta que bien, que ojalá pudiera traerla de nuevo a
vivir a la Casona.
Se ofrece a ayudarla sólo tiene que pedírselo “Te lo haré saber llegado el caso, que lo hará” No te fíes Paca, no te fíes que es muy malota.
Mauricio irrumpe en el despacho buscando a Bosco. Francisca le contesta que estará paseando por los campos “Tienes algo más que decirme, o vas a quedarte ahí plantificado toda la mañana como un geranio” “Si Bosco ha ido a los campos, ha debido hacerlo a lomos de “Bicho” no está en las cuadras”
“¿Ha sacado a esa bestia salvaje de las cuadras?” Y sale como alma que lleva el diablo en su busca, para regocijo de Bernarda que ve como su plan ha hecho efecto.
Y hasta aquí todo lo interesante del capítulo de hoy.
Bosco è troppo tenero quando ascolta tutti i consigli di Francisca e la asseconda su Maria, però ha da migliorarsi molto in quanto a rudezza. Sicuramente avrà preso questo lato del carattere da sua madre, che in quanto a maniere lasciava un po' a desiderare! Comunque sono troppo belli insieme nonna e nipote. Quanto a Raimundo, faccio il tifo per lui e per il suo manifesto contro la guerra. Un po' di movimento al suo personaggio non farà male, e poi può essere un modo come un altro per farlo avvicinare a Francisca :) Io al posto di Francisca scriverei un manifesto contro Berni e poi manderei lei a fare un giro su Bicho ahahahah
ResponderEliminarGrazie Sonia per l'articolo e le foto :)
ole, y ole y oleeeeeee... que comemos caracoleeeeees.... ajajajaja oleeee peazo articulazo que te has plasmao reina... muchas , muchas gracias...
ResponderEliminarlo de Rosario no tiene nombre ni tiene nada...
y Me quedo con esa Paca, risueña y encariñada con su Bosco... que parece que es el único capaz de sacarle una sonrisa... hijooooos.. que tampoco es tan dificil leñe... aiiiiins.. en fin...
Gracias, gracias Sonia...