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Empezamos, como no, en el Jaral. Ha llegado una carta, que emocionada estoy, seguro, seguro, es la nulidad de matrimonio. ¡¡Albricias, lo es!! Creo que  me están entrando ganas de  llorar, ¡no, es mentira tontas! Lo que me dan ganas es de otra cosa y por eso, a otra cosa mariposa. Como dice una canción ¡¡Se acabó!!

Vamos a disfrutar de lo importante, de esa escena tan tierna que nos han dado hoy. Hace mucho  tiempo que no veíamos así a la Paca, tan cariñosa y sin reservas, dando todo ese amor que tiene guardado y que no supo aprovechar uno que yo me sé,  que a la vez hizo que volviera a esconderlo en lo más hondo de su alma.

Comencemos. Aparece Francisca por el bosque, pero esta vez no va en busca de los anarquistas, busca a su Bosco que ha huido de la Casona por culpa de Bernarda, que lo ha intentado presionar hasta el límite, para que no desbarate sus planes de hacerse con todas las posesiones de Francisca. Al fin lo encuentra sentado a los pies de un árbol. Se sienta junto a él y le dice que no es menester que se lleva bien con nadie, excepto con ella. Bosco sigue en su empeño,  que no pertenece a ese lugar, que no es su sitio, pero Francisca no está de acuerdo con él “Uno es de donde se siente querido y yo hijo, he de quererte y arrullarte como lo hizo tu madre” Que ganas tiene Francisca de querer y ser querida y en Bosco ha encontrado, de momento, el candidato ideal, y digo de momento, porque todos sabemos que está marcado por la bestia, esperemos que esta vez la sangre Montenegro licue la de la partera y tengamos un digno nieto de Francisca.

Francisca le aclara que Bernarda es una simple invitada y que él está en su casa. Que poquito le queda y que ganas tengo de ver a la prima salir de la Casona por piernas o con los pies por delante, ahí no voy a poner trabas,  me sirve cualquiera de las dos opciones. Francisca sigue prodigándole palabras cariñosas. Le dice que ya es hora que disfrute de la vida, ella se va a ocupar de él  a partir de ahora, lo cuidará y mimará como si fuera su madre. Y ahora viene la escena más cuca de todas, Bosco se acurruca en su regazo, mientras Francisca lo acaricia con sumo amor y lo besa. Preciosa manera de demostrar que no es tan insensible y que en su pecho late un tierno corazón, a pesar de las veces que se lo han hecho pedazos.

Nos vamos a la taberna, estamos de celebración. Que no falte de nada, como si fuera una boda.  Que felicidad, que satisfacción ¡Que alboroto! Que felices y contentos estamos todos, todos menos la mini partera que está con su cara de vinagre habitual. Y vámonos que estamos en operación biquini y tanto dulce engorda.

Volvemos a la Casona. Bernarda da vueltas como un animal enjaulado ¿tienes miedito de lo que pueda estar pasando? Francisca por fin aparece, llega con Bosco cogiditos de la mano. Y la falsa de la Beni les dice que estaba muy preocupada por ellos ¿Por ellos o por ti, Bernarda? No sabes la que te espera, con el Bosco te has topao.

 Francisca le pide que se disculpe con él, más bien le ordena, que la paca no es mucho de pedir. Ella no está muy de acuerdo con hacerlo,  pero una mirada Montenegro la convence, zasss primer aviso. Después de las disculpas, Francisca propone a Bosco bajar a la cocina para que le preparen la cena, pero a Bernarda no le parece muy bien que lo haga “¿En verdad vas a bajar con él a la cocina?” “Por supuesto, ¿acaso te importuna?” Zaaaasss segundo aviso prima. Y así la dejan sola y cabreada “Maldito salvaje” Sí Bernarda, sí, salvaje pero Francisca lo protege y lo quiere y a ti, no, te chinchas.

Más  dulces en el Jaral, María y el curita dan la noticia de la nulidad del matrimonio y que pronto se casarán, júbilo general, menos para la egocéntrica de la sabelotodo que no se alegra, que buena y  generosa es. Bueno, ya tengo la glucosa por arriba de 200 voy a ver si me la bajo.

Mariana y Nicolás se presentan en el despacho para despedirse de su jefa. Pero Francisca les comunica que nada de viajes, que no se pueden ir de la Casona porque tienen que atender a Bosco. Nicolás se pone chulito, se nota que no conoce a nuestra Paca “Suplicándome no sacarás nada, aunque me placería verte intentándolo”  pero la moñas de Mariana que parecía tonta, manda callar a Francisca y empieza a soltar improperios por su sucia boca “Maldita insolente, retira ahora mismo esas palabras, discúlpate mamarracha” Pero ella continua soltando sapos y culebras por su boca “¡La odio!” “Me odias pero aquí estás” “Te olvidas de por qué estás aquí, de lo mucho que me debes, el pueblo entero te repudió y yo fui la única en darte un jornal, perra desagradecida, ignorante, descabezada” Di que sí Francisca, ya era hora que se lo soltaras a la cara, que a esta también se le olvida quien la ayuda, estás rodeada de ineptos, desagradecidos y aprovechados y los Castañeda son de lo peor. “Volverás con la cabeza gacha y el rabo entre las piernas, ¡Volverás Mariana!” Pues claro que volverá Francisca, no lo dudes, para pedir que es lo único que saben. ¡Hala! una menos y una chuleta más, a tomar por cu…o.

Gonzalo, María  y las contiendas de Aurora y  Conrado, tanto monta, monta tanto, me aburren de igual modo, arreando que es gerundio.

¡Pero que escuchan mis oídos! ¿Raimundo hablando de Francisca y no la llama arpía? No me lo puedo de creer. “Lo juro no miento, la encontré rejuvenecida, renovada como si le hubiesen dado una pátina de color” Ay Raimundo como se nota que la miras con los ojos del amor, y a ti parece que también te ha afectado su cambio, que se te ve más dicharachero que nunca. Está con la mosca detrás de la oreja con la aparición de Bosco, no entiende de donde ha salido ni porqué la salvo. Mira Rai, te lo voy a explicar muy despacito para que lo entiendas bien. Como tú no moviste el culo de la taberna para ir en su ayuda y jugueteabas con las pelusas, pues tuvieron que poner a un mocetón como él para que la salvara, porque si es por vosotros, ella ya no estaría aquí. ¿No será que estás  un poco celoso del muchacho, porque va a recibir los mimos de Francisca, esos  que tú deseas tanto, aunque lo niegues siempre? Hoy parece que las pelusas se han ido a jugar a otro lado, porque se ha puesto a pensar, sí como lo oís, ha pensado que quizás Francisca ha visto en Bosco algo “…Algo que ha visto en Bosco, algo que nosotros no hemos percibido, pero ¿El qué?” Ole nuestro Rai de nuevo elucubrando, ya te enterarás del porqué de esa atracción mutua entre Francisca y Bosco, ya te enteraras abuelito.

La bruja Lola, perdón la Tula, que a esta le voy a poner dos velas negras por metomentodo, ¿No tendrá los tres lunares también?  Va a reprochar a Silverio que Bosco esté viviendo en la Casona, vamos, en SU casa “Merezco una respuesta” ¿pero esta bruja quién se cree que es?  Pero mira el Silverio le ha contestado justo lo que yo estaba pensando “Tú lo que te mereces son unos cuantos palos, vieja” A ver Silverio menos amenazar y más actuar, que con el pobre Bosco no te cortabas, ¡dale una buena para que se meta en sus cosas!  “Ese animal está donde tiene que estar” Sí señor, esta donde tiene que estar, ni más ni menos que con su abuela. La bruja le dice que tiene que estar con su verdadera familia, no con Francisca. Vamos a ver Tulita de las narices, Bosco está con su familia que es Francisca o ¿es que te crees en el derecho de elegir con quién tiene que estar? Le dice que se lo ha vendido a Francisca. Pero la bruja erre que erre con lo mismo, que mal me está cayendo esta tiparraca, aquí todos tienen derecho a opinar lo que tienen que hacer los demás. “Bosco se merece una vida mejor” ¿Mejor? ¿Te parece mala vida la que le va a dar su abuela? Mejor estará con el gandul de su hermano y la sabionda de su hermana, eso sí le gustaría a Gonzalo que se fuera a vivir con ellos y así ya tendría escusa para hacer menos de lo que hace. “Esa verdad, no se va a saber nunca” A ver si es verdad y de la boca de la bruja no sale nada ¡¡¡¡A la hoguera con la bruja!!!!

Y para terminar el flashback más esperado de todos los tiempos ¬¬ el nacimiento de Bosco, pero me vais a perdonar, se me está acabando la tinta, que lástima con lo interesante que está y las ganas que tenia de hablar de esto ¬¬

AVANCES

                 "No hay malos alumnos, si no malos profesores"