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Hola, holaaaa caracolaaaaas. ¿Cómo están ustedeeeeeees?????
¿¿¿Holaaaa??? si, a ti, te estoy hablando, que digo que ¿ cómo estás?, tanto tiempo leyendo y no se nada de ti, ni de lo que te rodea. Jajajaja.
Va, va, me pongo al grano, que si no, no acabo nunca.

Antes que nada, pedir disculpas por el retraso, pero es que está la novela de un interesante, que no podía despegar la cara de la pantalla, y claro, luego con prisas, una hace lo que puede. En fin, allá que vamos.

Y empezamos con la súper doctora de Puente Viejo. Ay hija mía de mis amores, Aurorita la fantástica. Te dejas la capital, para volver a un pueblo cochambroso y con unos habitantes que se pueden  contar con los dedos de las manos y todo porque echas de menos a tu familia, ayyyy señor mío, dame paciencia, dame paciencia porque si me das fuerza  le arranco la cabeza a bocaos.

 Bueno, doña Inés del alma mía. Te vamos a coronar como la mártir de la Casona. Si es que esa cara de vinagre no hay quien se la quite, ni la pobre Fe, que entre lo mal que habla, y lo que mete la pata, bien podría reirse un poco. Eso si, a mi Fe me encanta. Es un personaje que le da toda la vidilla que necesita la casona (sin desmerecer al sol que más brilla, nuestra Paca, obvio).

-¿qué no has entendido Fe?
-Naaaa, quiero decir, tooooo. 

Es que es muy buena, y esa relación tan campechana que tiene con la Paca, es fantástica. Bravo por la Tomasa.

 Eh, eh, ehhhhh relajate Inés, que te va a dar algo hija. ¿De qué vas, chata? ¿que maneras son esas de responderle a la Montenegro? me parece a mi, que se te ha subido a la mollera eso de tener un roce con el señorcito no?

-Entiende tu esto ignorante. Si no eres capaz de hacer lo que te digo, dímelo ahora. Sólo haría falta una llamada para que pases en prisión lo que te reste de vida. 

Eaaaa, ZAS en toda la boca maja. Ahí, ahí Paca, cántale bien las cuarenta a esta pazguata melindres cochambrosa venida a menos,  que se piensa la mandamás del local, y no llega ni a más. Ja, ahí ahí Francisca, dale caña, que se te suben a la chepa, y eso no puede ser, ya tenemos bastante con las pelusas de la chepa del Moreno sabrosón, ya.

Me vais a perdonar que me salte a la torera el encuentro de los hermanísimos luneros, porque no tengo yo el azúcar muy bien últimamente, y estos empaches de dulzura hacen que tenga ataques de hiperglucemia  que no me hacen nada bien.

Ahí llegan los dos machorros de la casona a dar nuevas a la Paca. Y ella toda bien en su sofá, disimulando. Eso si, el que no disimila y no sabe hacerlo es Bosco. Hijo, que se te van los ojos en busca de la Vinagretapor dios. Que te vas a ganar una buena leche en todo el cogote que si que hará que se te salgan los ojos desu órbita, pero por patán. Válgame el señor.

Las alegres comadres a Aurora.

- Ay, niña, pero qué haces aquí? que haces aquí??

Pues eso mismo me pregunto yo, ¿que hace ahí?

 Me pregunto, que se cuece en la confitería de la Candelaria. En serio, mas que una pastelería, parece más un burdel, lo único de género masculino que entra ahí es para acosar a la pobre Bollito. Que vale que la chica sea tan bajita que si se sienta en un duro, le sobran 4 pesetas, pero leñe, me pongo en su favor (y sin que sirva de precedente) que la dejen tranquila a la muchacha. Que siempre le toca a ella, la pobre mujer.

(Hago un inciso para la nueva Naomi Campbell del Jaral. Santa Madonna. Estás preciosa dicen. Hola? que llevas puesto hija mia? la bandera del pregonero o qué?)

Uhhhhh, Bosco, Bosquecillo, monte verde. La Paca se las conoce todas, y tiene ojos en todo el pueblo. Así es que desembucha pillastre, lo que tengas que desembuchar, y preparate.

-Aún eres muy joven, y te costará controlar, según que impulsos. 

Ya claro Paquita, los mismos impulsos que tendriais que controlar tú y el Sandokan de Fuerteventura si os dejasen. ¿no?

 Y hasta aquí puedo leer. Les contamos mucho más, después de la publicidad.