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miércoles, 18 de junio de 2014

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¡Y Un día mas! Como no podía servicio de Otra manera... Tarde... Porque hay cosas tan interesantes que contar que es divertido hacerse esperar o, espera, lo mismo es porque hay tan poco que contar que tampoco pasa nada por retrasarse. No lo tengo muy claro. Un momento, empieza el capítulo, ¿Aurora y Conrado? Sí, va a ser lo segundo, ¡vamos a ello!

Pues eso: Aurora y Conrado. Corremos sin velo tupido. Los gritos ensordecedores acompañados de esos gestos de cabra montesa drogada de la señorita (¿y estuvo en suiza?) Aurora no me interesan ni lo más mínimo. De verdad, Conrado, un hombre instruido y perro "viejo" en la vida como tú, ¿detrás de esta chiquilla? ¿No te das cuenta de que Alicia es mejor partido? Vete con ella, cásate, sé feliz y deja a Aurora sufriendo vilmente... Muajajajajajajaja. Que, hablando de Alicia, la muchacha está ahí en medio aguantando el berrinche de la niña... Que aguante, Seguí, ¡qué aguante! De ahí nos vamos al Jaral (tras una cabecera, por fin, digna. Aunque no me quejaría yo si presentaran a Ramón y María con sus personajes retozando por la era...). Marianita está contenta de haber abandonado la Casona y yo también. ¿Cuántas veces decía que quería irse pero que se quedaba por María (la que hace siglos que no está ahí)? ¡Gracias, Mariana! ¡Gracias que no te vamos a echar de menos! Y María me sigue sorprendiendo, ¿de verdad que la echa de menos? Poco le importó cuando le negó a Gonzalo el ir a colaborar en su búsqueda. No sea que se fuera a arañar con una ramita del bosque... 

¡Cosas más interesantes! (A medias) Ver Francisca hablando amigablemente con Bernarda (como controla la tía lo de las dos caras) es demasiado molesto. ¡Abre los ojos, mujer! Desde que vino el Ulloa a cortejarla hace ya medio siglo se ve que perdió reflejos. Y ya veis para que nos ha servido... Ni raipapolvo a modo de compensación para justificar tanta pantomima. ¡Llega Bosco! Y alegramos un poco el ambiente. El cambio de Francisca con este nieto suyo me encanta y me aterroriza. Cuando llegue el momento fatal de la separación (que llegará, porque el chico se ve que es hijo de la partera pero Tristán es un espectro que solo existía en la mente de algunos), ¿qué hará? ¿Repetimos intento de suicidio? ¿Guerra contra tres hermanos porque con dos no era suficiente? ¿Raipapolvo? Mientras llega... Quedémonos con lo adorables que son estos dos haciendo balance de los conocimientos de Bosco, y con lo que me divierto viendo a Bernarda desplazada, casi como pollo sin cabeza.











De tanta monería pasamos a Fe y Mauricio. Nuestro capataz preferido no está, lo que viene siendo tenso. ¿Quería a Mariana para vigilar a los huéspedes de la Casona o anda preocupado por su destino al actuar de esa forma contra Francisca? Mmm... La cuestión es que lo que preocupa a Fe es que le echen todo encima con su ausencia. Pero tampoco tanto para tirarlo los tejos a Mauricio... ¡No te resistas, tunante! Aquí hay tema. Pero vamos, de los semi-tórtolos nos vamos a Emilia que, toda preocupada, va a decirle a estos que quieren casarse y de cuyo nombre no quiero acordarme lo mal que están las cosas con Aurora y Conrado y... Bla, bla, bla... Emilia, cuando quieres, cuánto pierdes el tiempo. Vuelta a Mauricio que se cruza a Mariana para preguntarle por su marcha. Marianita le asegura que se fue por su propio pie (y le explica el detonante de su decisión). Y Mauricio sigue y sigue pensando que se ha equivocado. ¿Qué gana? ¿Libertad? ¿Mejor porvenir? Sí... Libertad, sin trabajo y sin un duro... Qué maja ella. Y se creerá que en Puente Viejo va a encontrar faena. Marianita, o vuelves (que por mí no vuelvas), o te vas a tener que ir del poblado. ¡No te preocupes tanto, Mauricio!

Conrado y Aurora. Se están repitiendo mucho estos dos hoy, ¿no? Volvemos a los gritos y los gestos de cabra montesa drogada... Uhh... Ni la música tensa lo hace aguantable. ¡Fuera, fuera! ¡Dale ese anillo a Alicia y lárgate de Puente Viejo que aún estás a tiempo! Mauricio y don Anselmo enfrentándose en un partido con Alfonso y Emilia. En serio, en serio... ¿Discutiendo por perder 5 a 3? Y luego dicen de los Mirañar. ¡Y al Jaral nos vamos! ¡Y Aurora, aunque no de cuerpo presente, ronda en la charla! ¡Dios mío, esto es una peste! ¡Alicia, llévate a Conrado, por favor! A ver si de la pena se tira por un puente...

¡Raimundo! Sí, sí ... No es un espejismo. Aunque no está en la Casona, ni quitándose la chaqueta para abordar el cuello de Francisca más cómodamente. Habrá que conformarse con verlo leer la carta que ha llegado de Florencio. El chaval está sano y salvo gracias a... Espera, espera... ¿A quién? ¡Ah, sí! ¡A Francisca Montenegro. Qué cosas tiene la vida, ¿eh? Ni me acordaba ya. Luego llega Rosario para hablar de lo importante que es la renuncia de Nicolás y Mariana a su viaje. Nada importante, vamos.


De la Posada nos vamos a la plaza. No muy lejos, vaya. María pasea con el carrito de muñeco (más conocido como quiebra espaldas) a la pequeña Esperanza. Se cruza con Bernarda (que viene de comprar un mapa para enseñar "amistosamente" a Bosco). Y, claro, como a María se le nota el interés, Bernarda le suelta lo importante que es Bosco para Francisca después de todas las traiciones que ha tenido que soportar de los que decían quererla (no neguemos que ha soltado una gran verdad, salvo en lo que ella también la quiere sin dobleces, ¡já! ¡Ni con dobleces!). Pobre María... La pobre quiere marcharse de lo agradable que le ha resultado la conversación... ¿Celos tal vez? ¿Tu madrina ya no te quiere? Muajajajajaja

Los Mirañar y luego Chindasvinto "El Mago" (en serio, ¿alguna vez le fue bien a este hombre con la magia? Porque la racha se está haciendo larga...). ¡No hay humor para esto! El humor, después de un raipapolvo o dos, si eso. Pepón y su amada hablando de Bernarda (la chica se dio por aludida, claro, ¡por algo será!). Martín, obviamente, defiende a su amada y lanza pestes de las otras (sobre Bernarda te las paso). ¿Nadie las soporta? Tú pregúntale a Raimundo que haría con ella y veremos si la soporta o no. Llega Aurora... ¡Quita, bicho! Lo dicho, hoy la niña está cual plaga de langostas. Y como nos saltamos a este virus, vamos rápidamente a Bosco, que tiene unas ganas locas de aprender Geoografía. Tantas ganas que, en cuanto puede, se levanta de la mesa porque tiene hambre y en la cocina hay viandas de sobra. Y encima Bernarda salta que no sabe quién es más bruto de los dos (si es que la sangre tira, hasta la miran con la misma cara). Llega Francisca y la mujer toda indignada, de verdad. "No hay malos alumnos sino malos profesores" dice la Paca. ¡Zas! Luego lo intenta arreglar pero lo has dicho con ganas... ¡No lo niegues, amiga! 






















¡Reunión familiar! Que como Mariana y Nicolás, en paro, no se van a Santander pues les traen la gastronomía de allí para que se queden a gusto (y, espera, unos billeticos, que los muy majos les han pagado el viaje de novios). Y está Raimundo, y habla y todo, pero es que están los Pepones (y difícilmente se puede hacer una captura en condiciones, que hasta Rosario está empezando a resultarme insoportable). Quedémonos con que Raimundo podría irse a la Casona, a dar clases (con lo listo que es él) a su nieto, y que Bernarda se vuelva a su casa (si es que no se la han embargado). La fiesta termina con el futuro matrimonio (que por si no lo sabíais a María le dieron la nulidad y esas cosas) hablando con el páter de quién... ¡De Aurora! ¿Cómo iban a hablar de otra cosa? La charla termina con don Anselmo contando la terrible amenaza de Fernando tras confesarle estos que ya pueden casarse... Oh... Pobres... Muajajajaja

¡Avances! Francisca intenta evitar que Bosco baje al pueblo, por ahora, pues teme que le digan cosas que lo lastimen. María recibe una invitación de su madrina. Bernarda le refiere a Mauricio lo bien que le cae Bosco. ¡Y Raimundo quiere ir a la Casona a agradecerle a Francisca lo de Florencio! ¿Pero no lo hiciste ya, alma de cántaro? Tú lo que quieres es mandanga de la buena, truhán. Aunque don Anselmo parece meter baza para que no vaya, por su bien... ¿Le hará caso al páter o hará lo que tiene que hacer: IR? Francisca y María en la Casona (cuantas vueltas van a dar estas dos y qué pocas da con quién debería darlas, en una cama, por comodidad y eso). ¡Y fin! Sí, el raipapolvo para otro día. Es que entre lo del viaje de Mariana y la Geografía de Bosco andaban muy ocupados como para quedar. 




1 comentario:

  1. Lo de aurora y Conrado es surrealista. Como bien dices tú, Miri, un tío hecho y derecho como es él, no sé cómo puede aguantar las pataletas de una niñata engreída como ella. Mándala a ese internado tan fino que la eduquen, que por lo que se ve, todos los años que estuvo internada, se los pasó en una cabaña con las cabras en mitad de los Alpes.

    Bernarda ha estado hoy genial dándole en los morros a la bipolar de María, ¿o debería decir celosa? Lo que la Beni no sabe, es que se ha ganado otra enemiga que no le va a pasar una con Francisca. Entre todos van a ayudar a la Paca a cavar su tumba.

    ¿Te está empezando a ser insoportable Rosario? Yo hace mucho tiempo que no la aguanto.

    Muchas gracias Miri, por aguantar estoicamente este absurdo capitulo y darnos este buen artículo.



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