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Buenas y heladas tardes, queridas raipaquistas. Tan heladas como helado fue el encuentro entre nuestros queridísimos cabezotas. Esos mismos para los que resulta mucho más cómodo esconder sus verdaderos sentimientos bajo el velo de la indiferencia en la mayor parte de los casos últimamente, y de los reproches, en aquellos gloriosos tiempos en los que, a pesar de lamentar nuestra mala suerte como seguidoras raipaquistas, ahora anhelamos casi con desesperación. Pues aquello suponía que, por lo menos, existían varios encuentros entre ellos. Cosa que en la actualidad, no se da.  

Pero vayamos al que nos ocupa hoy. Eso sí, antes debemos pasar por otros acontecimientos puenteviejinos.

Y comenzamos por el encierro de Inés (adoro este nombre <3) del cual he de decir que sólo me interesa por las futuras consecuencias que pueda acarrear a Francisca cuando el Bosquecillo se entere, y que agradezco de que vez en cuando la serie me recuerde, pues de otra manera, no me acordaría para nada de la enamorada de Bosco. ¿Se la echa de menos? Pues no. Sinceramente. Casualidades de la vida, no es otra sino la esposa de su enamorado quien la encuentra encerrada en los pasadizos.

Cabecera y a por ello.

María pillada por Fe husmeando en el abrigo de Tristán. La niña, ha prometido encontrar hasta la más ínfima pista que pueda desenmascarar al supuesto nieto cubano de la Montenegro. La conversación es interrumpida por Tristán que aparece de repente.

Y volvemos a los pasadizos. Inés suplica ayuda y Amalia se hace la digna haciéndole ver los descubrimientos que ha tenido acerca de ella. Sopor absoluto.

De nuevo Fe y María. La ahijada desagradecida pone al tanto de sus intenciones para con él y consigue alistar a la criada en sus filas. Si lo anterior me daba sopor, esto ni lo imagináis.

Regreso de Amalia de los pasadizos.

Francisca vuelve entusiasmada junto con Bosco, de la exposición de maquinaria, y así se lo hacen saber a un sorprendido Mauricio que recuerda a su Señora el poco interés que siempre ha mostrado al respecto. ¡Ay Paquita! A ver si te vas también de paseo por la plaza y te deleitas con la maquinaria del Ulloa. De seguro que regresas a la Casona aún más entusiasmada.

Bosco, que parece más terrateniente que la propia Montenegro, desprecia a los braceros que tendrán que ser despedidos si la compra de la maquinaria se lleva a cabo ¡Qué mal me está cayendo a mí este chico! Tiene unos aires de subidito que dan ganas de abofetearle.

 

 

Raimundo and family se presentan en el Jaral para ver el lamentable estado de Aurora. Como era previsible, el nombre de Francisca sale a relucir, y para más puñalada raipaquista, no es otro que Raimundo el que se encarga de pronunciarlo.

 

 

 

Charla Mauricio-Bosco sobre la Quinta. A ver si llega ya de una vez Severo y compañía, y nos ofrecen una trama digna de la Montenegro.

Mirañares y el extraño comportamiento de Quintina. Como opinión personal he de decir que lo que están haciendo con la historia de Hipólito y Quintina me parece de lo peor. De lo peor. Un amor tan puro, destrozado de esta manera. Aunque claro, siendo raipaquista, no sé de qué me sorprendo a la hora de ver “amores destrozados”.

Bosco y Amalia, otros que son la alegría de la huerta. Él desaparece en el momento en que suena el teléfono. Se trata de Melchor respondiendo al requerimiento de su hija, que ahora va y decide no contarle lo de Inés.

Fulgencio y Francisca desayunando en el jardín. Mira que Aurora no es santo de mi devoción, pero esta historia no me está gustando un pelo. Por muy hija de la partera que sea, no deja de serlo también de Tristán. Su hijo adorado. Y la antigua Francisca que conocimos no habría sido tan cruel con alguien de su sangre. Llegada de María a la que le cuesta no mostrar su desagrado ante Fulgencio.

 

Visita de Fe en el Jaral. Nada que destacar.

¡Un momento! ¿Raimundo en la Casona? Pero ¡si recuerda el camino! Aunque para lo que ha ido, casi mejor que se hubiese ahorrado el desplazamiento. Bosco, que es peor que un grano, intenta que Raimundo no importune a su Señora. A ver hombretón. El Ulloa puede “importunarla” cuando quiera. Sí es cierto que preferiríamos que fuese de otra manera, pero bájate esos humos con Rai, que te caneamos.

Como era de esperar, Raimundo se ha presentado ante ella para reprocharle su actitud contra Aurora. Eso sí. Me encanta comprobar que él es el único que consigue desarmarla y hacerla callar de manera fulminante. Raimundo jura no perdonarle jamás todo el daño que ha hecho a sus nietas y bla bla bla. ¿A quién quieres engañar? No es la primera vez que sueltas el mismo discurso ante ella, y luego te tragas tus palabras en cuanto vislumbras que algo pueda ocurrirle. Lo que me hace mencionar el hecho de que con estos dos nos repetimos más que el ajo. ¿Ha de ser SIEMPRE igual entre ellos? ¿De verdad que no se os ocurre nada mucho más interesante? Con el jugo que se podría sacar en lugar de repetir lo mismo una y otra vez… Ainsss

Bosco interrumpe la conversación. Raimundo se marcha no sin antes clavar la puntilla en Francisca:

“Compasión Francisca. A estas alturas de la vida solo te puedo pedir un poco de compasión”

Bosco desea conocer la situación de Aurora. Francisca será quien le informe.

 

 

 

 

 

María y Tristán, pereza total. Ella le tiende una trampa y él cae.

Santiaguito (flipa tú…) y Quintina despidiéndose. Quedan a punto de besarse. Repito que este destrozo de desagrada infinitamente.

Inés hablando a su hijo.

Aquelarre en la casa de comidas. Raimundo informa al consejo de brujos del pueblo acerca de su conversación con Francisca. Manda narices (por no decir otra cosa) que se sienta culpable del devenir de sus nietos por haber salvado la vida de Francisca en varias ocasiones. Podrías sentirte culpable por no haber estado a la altura en su momento y abandonarla estando embarazada de tu hijo, ¿no? Puestos a decir sandeces…

 

 

Fe le cuenta a María el estado de Aurora, y la otra le cuenta su paseo con Tristán. Lo más de lo más.

Mauricio se presenta en la Quinta para investigar.

Amalia otra vez en los pasadizos.

Conrado altera a Aurora, que entra en crisis.

AVANCES

Francisca y su afán de venganza contra El Jaral

Mauricio entrega a Francisca unos documentos

Francisca echa a Melchor y Amalia de su casa

Y con esto y un bizcocho…¡hasta la próxima!

NOTA: Dedicado a ti, que siempre creíste y tuviste fe en mí. Siempre estás en mi corazón.