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sábado, 24 de febrero de 2018

Un beso, otro... ¿y nada más?

¡Buenas tardes! 

Aquí estoy otra vez. Me había prometido a mi misma de no volver a asfixiaros con mi cháchara durante un tiempo prudente, pero no me he podido resistir...es que los guionistas nos han servido en bandeja de plata un gran Off, esta vez sin subida de escaleras, que merece la pena comentar. Pero os prometo… ¡seré breve! 

¡Mano a la obra entonces! ¿Dónde habíamos dejado a nuestro matrimonio, os acordáis? Después del “Cuba Affaire”, unos caramelos de violetas, un desayuno de leones y la promesa de Rai de hacer cosas en la alcoba que aún no tiene nombre, los encontramos al día siguiente en el despacho…guapos...¡guapísimos! 

Cómo en Puente Viejo nadie puede estar tranquilo ni 24 horas, y menos los nuestros, para variar se suma a la lista, ya bastante larga, otro problema. Parece, por lo que ha contado la enfermera que no tiene ni un pelo de cotorra, que los peones se preparan a disfrazarse de revolucionarios aunque los carnavales ya hayan pasado. 

¡A ver! Tenemos : 

- Una boda por la que nadie se alegra, ni los novios, pero por la que hay que gastar dinero de igual forma. 

- El hermano mayor que con su cara de funeral sería capaz de hacer secar hasta las plantas. 

- Una revolución que nos viene encima. 

¡Que se adelante de unos años la Segunda Guerra Mundial y acabamos de una santa vez! 

A decir verdad nadie parece haberse tomado en serio el chisme de la enfermera. Pero como la Paca es mujer previsora, y bien sabemos que esas valen por dos, al final le ha pedido a su fiel capataz que siga vigilando. Que se pasee por la plaza un buen rato para averiguar si esos rumores de una inminente revolución tienen un fondo de verdad o la enfermera se tomó un cóctel de medicamentos y anda medio alucinada.


“Has hecho bien”- le dice Rai -“mejor curarse en salud”. Le encanta que su esposa esté siempre un paso adelante de los demás. 


¿Y esa mirada? ¿ Esa cara? Comprendo la satisfacción de tener como mujer a la jefa de las jefas...pero conozco esa mirada y me parece esconder algo más...tiempo al tiempo. 

“¿De que te sonríes?” jajajajajajaja ¡La Paca te ha vuelto a pillar, Rai! Dos veces en dos días… ¡estás perdiendo los reflejos! 

“Sonrío porque me siento inmensamente orgulloso de que seas mi esposa y porque me inunda una gran dicha”. ¡Ayyyy, que mono es! La mira completamente embobado, como un niño hambriento miraría una tarta de chocolate! Se siente afortunado, orgulloso, feliz. Pero más lo miro y más tengo la sensación de que lo que lo inunde no sea sólo dicha sino algo distinto… ¿Será una inundación de hormonas también? ¿Pensando, tal vez, en la noche precedente? A ver si con tanto hablar de tempestades y ciclones… un huracán no se haya apoderado de nuestro Rai... el HURACÁN RAI… ¡Ojo a las previsiones meteorológicas que aquí nunca se sabe! 

“Es una cursilería y más viniendo de ti”. Ay me meo cuando la Paca hace como que no le importan los cumplidos, ni las declaraciones de amor… jajajajaaja ¡¡Vamos!! Que aquí todos sabemos que ya te tiemblan las rodillas… que te mueres cada vez que te mira, ¡que a cada palabra que sale de su boca el corazón parece estallarte!

Por suerte ahora ya no hay razones para callar lo que sienten el uno por el otro. Tuvieron que esperar un poco para lograrlo, sólo medio siglo, pero qué más da… Los años vuelan, o esos dicen por ahí. Pero claro, ya que están, la Paca no pierde ocasión para recordarle que hasta hace unas horas sí que se callaba cosas por miedo a que volviera la Paca Killer. Vamos a ver, Rai, ¿cómo pudiste pensar en algo así? Esa capa que la Paca usaba como disfraz ya no está, se la comieron las polillas. Así que tranquilo. 


“Menudo esposo me que ha tocado en suerte”.

Sí, Paca, sí. Eso mismo digo yo “menudo esposo te ha tocado….¡QUÉ SUERTE!”. Cada tres frases te suelta una declaración de amor. Y no son frases de circunstancias sino su corazón que le cierra la boca al cerebro y empieza a hablar! 

“Es por estos pequeños detalles por los que estoy perdidamente enamorado de ti desde que era un muchacho” ¿Ves? ¿Ves lo que te digo? ¡SUERTUDA! Espera...espera que llega una lista de cumplidos... 

“Sí Francisca. Eres impredecible, en ocasiones te equivocas y cometes actos reprobables…”- Una de cal, -“…pero yo sé que atesoras un gran corazón”- y otra de arena. 

Oye, Paca, ahora no te me haces la falsa ofendida porque no te va a creer nadie… es una descripción perfecta… ¡genio y figura! 

“Pero olvidémoslo y centrémonos en lo que realmente nos ocupa”. ¡Bravo Rai! Con tantos problemas como los que tenéis ya es tiempo de secarse la baba e ir al grano. 

“La boda de Julieta y Prudencio”. Buena idea Paca empezamos por lo más sencillo y después nos centraremos cómo impedir la revolución y más adelante la segunda guerra mundial. 



Pero que hace el Ulloa ¿se acerca? Uyyyy vuelve sonreírle y a mirarla en esa forma...tan...tan ¡Ulloista! 

“No es esa boda lo que me está viniendo ahora mismo a la mente”. 

¿Y en qué está pensando? ¿No tuvieron bastante con lo que tuvo que pasar la noche precedente? ¿Quieren más? Y sigue un beso casto...y otro...y otro….¡hasta que ella le rodea el cuello con sus brazos y él hace lo mismo con la cintura de ella para que entre sus cuerpos ya no pueda pasar el aire! 

Ahora… que levante la mano quien crea que todo se haya acabado en unos besos. Lo pregunto porque yo veo a la Paca abrir el primer cajón de la estantería, echarle el cerrojo a la puerta, tirar las cortinas y… ¡ahí dejo que cada uno siga con su imaginación que no os falta! 


Eso va por todos los que dicen que ella es tan sólo una vieja amargada y él un anciano que vive agarrado a unos recuerdos de juventud. Para todos los que creen que sus sentimientos son tan sólo un espejismo. Y para los que piensan que esta historia sea una aberración. 


VER PARA CREER

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