Ainsss… vacaciones. En ese momento placentero se encontraba
servidora hasta el día de hoy, que cumpliendo con su deber raipaquista, con la
obligación de estar al pie del cañón, pone ilusa y confiada la televisión a las
17.30 después de varios días sin “disfrutar” de Puente Viejo. ¿Y qué me
encuentro? ¿Me he perdido algo importante? Pues mira… NO. En fin… comencemos
cuanto antes, que esto es duro xD
Aurora y Conrado. Conrado y Aurora. “Se nos rompió el amooooorrrr de tanto usaaaaarrrloooo”. O más bien
de no usarlo. O quizá no había amor, yo por lo menos no lo veía. Ni fu ni fa.
Que ha sido llegar la tercera en discordia y esto como que no funciona. Mucho
han tardado en darse cuenta de que la cosa… como que no. Adiós, muy buenas,
chimpúm.
Cabecera y arrancamos.
La yaya Paca va a contarle un cuento para no dormir al nene
Bosco. “Había una vez dos malos malosos
llamados Aurora y Conrado, hijos de la partera del demonio”. Y mientras
Francisca narra el devenir de los hechos desde el pleistoceno, allá cuando
Tristán regresó de las Américas, el muchacho lo flipa. Contado convenientemente
para que Bosco se de cuenta de que no ha de juntarse con tales compañías.
Francisca decepcionada, Bosco que se disculpa y hasta le toma de la mano. Pero
nuestra Paca sigue en sus trece, haciéndose la difícil y se retira a su
despacho, no sin recalcar de nuevo que está decepcionada.
Paca déjate de cuentos chinos, que tu hombre está preso y si
vas hasta el cuartelillo, con tus influencias, seguro os conceden un vis a vis
carcelario. ¡Arranca, mujer! Que seguro que tienen al Ulloa a pan y agua.
Jejeje jejeje jejeje
Destaco ese “Aurora es
como esas estampas donde se ven mujeres santas”
Nicolás está que no vive desde que le llegó esa carta y
Mariana, que es la alegría de la huerta, no deja de hurgar. Qué matrimonio de
recién casados más feliz!!!
Y nos vamos a la casa de comidas, donde todos están
preocupados por Raimundo, sobre todo Gonzalín, repanchingado en la silla y con
un vaso de vino en la mano. ¡Ole tú! Ya que la gente se está calentando
demasiado, aconsejan al chavalín que mejor se quede tranquilito en el Jaral, no
sea que en una de estas, un lugareño levante el brazo y le despeine. No hijo,
vete a casa y no te preocupes por tu abuelo, que ya están los mayores para esos
menesteres. Toma tu piruleta y a jugar a casita.
¬¬
(Nota: ¿No está Gonzalín más chulo de lo que ya era? O quizá
es que mis vacaciones me han hecho olvidar que el chaval es así y no da para
más)
Quintina que vive en las nubes y que hasta la llegada de
Candela le incomoda, pues ha de dejar aparcados esos menesteres en los que
anda. Y digo yo, porque tiene toda la pinta… ¿Se nos está volviendo escritora
relatora? Claro, eso ha de ser. Está hasta el moño de la Paca de los guiones y
ha decidido escribir ella alternativas. ¡Bienvenida al club! Si ya los escribes
raipaquistas, eres de las nuestras!
Conrado que llega a buscar a su ex y al retoño, mientras en
la plaza, los indignados claman por la liberación de Raimundo. (Parece que
estamos en Sol!!) La escena en sí me da igual que me da lo mismo, peeeero, me
ha gustado esta frase de Conrado:
“En este país se
castiga más una opinión que un desfalco”
Como la vida misma, mire usté
Mauricio que llega de buenas, pero como Bosco está amoscado y
triste por la regañina de Paca, le echa con cajas destempladas. Y es irse
nuestro hombretón y aparecer la mosca cojonera de Bernarda. Ahora es ella a la
que le cantan las cuarenta. Bosco empieza ya a ver de qué pie cojea esta mujer
y promete no hacerle caso nunca más, ya que sus “buenos consejos” solo han
conseguido que Francisca esté disgustada con él.
Dolores en plan cotilla con Aurora y María, la super médico
se enfada y se larga. María echa la bronca a la alcaldesa consorte. Más de lo
mismo.
Emilia preocupada por su padre, pues no le han dejado ni
siquiera verle si no es en presencia de un abogado. Puente Viejo debería tener
un bufete, de veras, porque necesitan abogado cada dos por tres. ¿Y el hermano
de Don Anselmo? Debió acabar el pobre hasta las narices de defender a tanto
puentevejero, que ha pensado: ¡quita bicho!
Lo que daría por ver a Raimundo en mangas de camisa,
arremangado y engrilletado… ay ay ayyy
En fin, que llega Mariana y para alegrar el ambiente, le
cuenta sus penas a Emilia.
El momento Gonzalo, Conrado, María, como que me lo paso. No
os perdéis nada, de verdad. Se quedan a solas los moñas y ahora es Gonzalo el
que quiere hablar. Quizá María debería comportarse como una energúmena y gritar
mientras se marcha dejándole con la palabra en la boca. ¡Ay no, calla! Que eso
solo lo hace él.
Mirañares y sus pamplinas. Entra Don Anselmo y se encuentra
con Pedro y sus herramientas. Para no tener que explicar el verdadero destino
de esas herramientas, el Mirañar se inventa que va a arreglar el techo a
Ermenegilda, la de Pancracio. ¡¡¡Ostris!!! Qué susto!! Pues no me pareció
escuchar en principio “Emergilda”? ¿Nuestra Emer? Me siento observada. Claro,
para no pagarnos derechos de autor, modifican un par de letritas y ale….
Gonzalo y María de nuevo. Que si invitamos a Bosco a la boda,
que Francisca también, que si pim pam pum, al final dos invitados más.
Aurora, Conrado. Pasopalabra. Solo una cosa… ¿era necesario
esto? ¡Morros!
Mauricio contándole a Paca sobre Raimundo. Menos mal que no
te importa, maja!!! Llaman a la puerta y es Bosco, que quiere hablar a solas
con Francisca. Se disculpa de nuevo ante ella pero Francisca continúa
haciéndose la dura.
El aquelarre de brujas y Gonzalo, que no suelta la copa ni a
la de tres. Hay que ver cómo le dan al pimple en este pueblo, sobre todo
algunos…Rosario venga y dale con las preguntas (luego la cotilla es Dolores…)
Llega un muchacho a buscar a Gonzalo para que vaya corriendo a la plaza. Por lo
que parece, los ánimos están caldeados.
Don Anselmo en el colmado, que no se cree ni miaja lo de
Ermenegilda, ya que esta murió hace dos inviernos. Pedro escurre el bulto como
puede, pues en la plaza no hay más que vocerío. Ni siquiera San Gonzalo puede
calmar al pueblo que clama por la liberación de Raimundo. ¡Podemos!
Pero llega la guardia civil y todos callados.
Bosco que anda cabreadito, echa a María de la Casona. ¡Con un
par!
AVANCES!!!!!
María le va con el cuento a Francisca, pero de poco le vale.
Uy ¡Mis ojos! ¿Eres tú Raimundo? Cómo te sienta el
calabozo…¡guapo!
Bernarda provoca a Bosco para conseguir que éste la agreda.
Liberación pero con condiciones… uy qué mal me huele esto…
(Guapo, Ibarra!!)
Y con esto y un bizcochito… me despido hasta la próxima!!
Muacsss
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