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viernes, 21 de abril de 2017

BENDITA BOMBA



Sí, habéis leído bien. ¡Bendita bomba! Y añado, gracias Garrigues. ¡Muchas gracias! Seguro que estáis pensando, pero ¿esta chica es raipaquista? Tranquilidad. Todo tiene su explicación. Y es que adoro la trama que estamos viendo desde la explosión de la bomba en la iglesia. ¿Quién me lo iba a decir hace unos meses cuando se filtraron las fotos y vídeo de la explosión?

Cuando supe lo de la bomba deseé con todas mis fuerzas que la detonación se produjera tras la boda. Pero no… sucedió antes.

Por segunda vez nos estropeaban una boda. ¿Por qué los guionistas nos odiaban tanto? ¿Por qué nos ponían la miel en los labios para después romper nuestras ilusiones? Poco después, mi enfado se esfumó cuando escuché de los labios de la gran María Bouzas que Raimundo y Francisca no podían casarse en secreto. Tenían que hacerlo por todo lo alto. Y tenía razón, aunque hubiera sido muy romántico hacerlo en la intimidad. Un bodorrio como Dios manda para que todo el mundo sea testigo de ese gran acontecimiento.

Está bien guionistas, os perdono. Es más, os agradezco infinitamente esta trama. ¡Muchas gracias! Por fin, podemos escuchar a Francisca Montenegro frases que sólo leíamos en los relatos. Sí, los capítulos son duros e incluso, en ocasiones desesperantes, pero también muy necesarios. Lo mejor de todo es que la semana que viene Raimundo volverá a ser el de siempre y regresarán los besos, las caricias y… los OFF (no me quejaré si nos dais otro ON, guiño, guiño).

Decidme que no fui la única a la que se le encogió el corazón cuando Francisca regresó a la Casona, tras el derrumbe de la iglesia, y destrozada se sentó en el sofá. Fue inevitable no llorar cuando les dijo a Gracia, Adela y Fe que mejor estaría muerta. Su voz, su mirada, sus lágrimas... lo decían todo. Mientras ella se había salvado, Raimundo seguía atrapado bajo los escombros.



Seguro que también quisisteis traspasar la pantalla y consolar a nuestra Montenegro cuando Emilia la acusó de estar detrás del atentado. Según la Ulloa, sólo ella querría ver muerto a su padre. Esto… ¿qué? ¿Hola? ¿Y Garrigues? No entiendo nada… Aunque lo mejor fueron sus argumentos de peso: Yo no conozco los motivos, pero alguno tiene que haber. Aplausos para ella por esa tremenda deducción.


Menos mal que luego la muchacha rectificó y reconoció el amor de Francisca hacia su padre. ¡Aleluya! Sólo ha necesitado 20 años, en la serie, para darse cuenta. Aplausos otra vez. Pero dejando de lado las estupideces que soltó Emilia por su boquita, me quedo con las palabras que le dijo Francisca y que demuestran lo importante que es Raimundo para ella.

Yo iba a casarme con tu padre. Esta tragedia no me causa sino un dolor muy profundo. Pero ¿por qué iba yo a querer hacerle ningún daño a Raimundo al hombre del que estoy enamorada?

De haber sabido algo jamás habría pisado esa iglesia y jamás habría permitido que tu padre lo hiciese. Hubiese preferido ser yo quien quedase dentro.

¡Toma ya!

No pudo quedar más claro. Como muy bien le dijo Francisca a Raimundo mientras éste seguía inconsciente, su vida carece de todo sentido sin él.

Raimundo, has de salir adelante. Aún nos queda mucho por vivir. Tenemos que disfrutar de la felicidad que nos ha ido huyendo desde jóvenes. Además, si tú me dejas, ¿qué pinto yo en este mundo?


Es maravilloso ver a Francisca cuidando así al amor de su vida. Entregada a Raimundo en cuerpo y alma, sin importarle lo que sucede a su alrededor. Sólo pensando en él. ¿Por qué acaso hay alguien mejor para permanecer a su lado? Absolutamente nadie. No puedo pasar por alto un detalle que me llamó mucho la atención. Poco antes de despertar, Raimundo sufrió una crisis delante de su hija, nieto y amigo y éstos lo único que supieron hacer fue llamar a Francisca. Ella tuvo que venir para hacerse cargo de la situación.  Y ¿si esto hubiera sucedido en la Posada? ¿Qué hubiera hecho Emilia? Menos mal que reconoció su error. ¿Dónde estaría su padre mejor atendido?


No te permitiré que te mueras, Raimundo. ¿Me oyes? ¡No lo consentiré!

Adoro verla preocupándose por él, velándole y declarándole su amor a pesar de los improperios que recibe como agradecimiento a sus cuidados. Y yo me pregunto ¿esto lo haría una mujer que no estuviera profundamente enamorada? Va a ser que no. Otra prueba irrefutable de sus fuertes sentimientos.


Esta ramera te quiere más que nadie en este mundo. Y sé que igualmente tú darías la vida por mi persona. Raimundo, mi único deseo es que vuelvas a ser el de siempre, para poder seguir queriéndonos como nos hemos querido hasta ahora.

También, me conmueve cómo saca fuerzas de flaqueza pese a lo duro de la situación. Que pase la noche sentada junto a su cama, que le acaricie, que le cure las heridas, que le asee. Me encanta ver a una Francisca tan expuesta así en sus sentimientos y pensamientos. Vulnerable, agotada, desesperada, decidida, tierna, dulce…

Una mujer aturdida con una gran mezcla de emociones. Por un lado, la alegría de ver a Raimundo despierto, pero por otro, la desesperación y frustración de que su gran amor no le reconozca, le pida que no le toque, que no le mire y le dedique calificativos como: viejaaaa, vieja del demonio, vieja bruja, mala pécora, maldita bruja, rabiza, carcelera…

No obstante, ahí sigue ella, a su lado. Aunque esté rota de dolor permanece junto al hombre del que se enamoró cuando peinaba trenzas pese a que ahora no se parece en nada. Además, tampoco le importa mostrarse abatida, apenada, confesarse dependiente de Raimundo e incluso demostrar su amor frente a Emilia, Alfonso, Fe y Mauricio. 


¿Cuándo vas a despertar amor mío? Todos aguardamos impacientes que vuelvas a tu ser. No aguanto más tiempo sin él, Emilia. Tu padre y yo, aunque ni tú ni nadie nos crea, somos almas gemelas. Sé que el contacto de mi piel y escuchar mi voz le ayudará a encontrar el camino de regreso. En seguida estaré de regreso, amor mío. Te dejo en buenas manos.




Amo a ese hombre, Mauricio.

Me parece magnífico que hayan decidido mostrarnos esta faceta de Francisca que sabíamos que existía. Una mujer enamorada, entregada, paciente y dedicada. Que no teme en demostrar sus sentimientos frente a nadie. Ainsss ¡esto me hace tan feliz!

Por cierto, María Bouzas está sencillamente espectacular. Imposible no conmoverse ante cada gesto, cada mirada y cada palabra. Y qué decir de Ramón Ibarra. Está sublime, tremendo. ¡Qué gran interpretación! Pone los pelos de punta. Esa forma de cambiar la voz, la expresión en su rostro e incluso su mirada. Ya no hay amor en ella, sino odio. De verdad, se me acaban los calificativos para definir a estos maestros de la interpretación. Aplausos por mostrarnos tan maravillosamente bien a un Raimundo perdido, paranoico y asustado y una Francisca agotada, vulnerable y cada vez más hundida. Chapeau!

Os lo confieso. No puedo evitarlo.

Me encanta ser raipaquista. Me encanta todo lo que me hacen sentir los personajes de Raimundo y Francisca. Me encanta llorar de emoción. Me encanta ser testigo de las más tiernas escenas. Me encanta ver un amor así. Tan intenso, tan apasionado, tan incombustible, tan único, tan verdadero. Y para qué negarlo… me encanta el tremendo ZASCA que se han llevado aquellos que dudaban de su amor. Dulce recompensa a l@s raipaquist@s que llevamos argumentando y defendiendo su historia durante 6 años. Sin duda alguna, ha merecido la pena tanta lucha.


Yo jamás te haría ningún daño. Aunque… has de saber que todo esto te ha ocurrido por mi culpa. Ese canalla de Cristóbal Garrigues sabía que atacándote a ti es como más dolor puede causarme y envió a Carmelo Leal a poner aquella bomba. Tus heridas van sanando poco a poco. Ahora sólo queda que te despiertes y que volvamos a retomar nuestros planes. Esta vez, elegiremos Puente Viejo para casarnos, sí.


Amor mío, ni por lo más remoto me las componía de este modo. Tú postrado en el lecho y yo… velándote. Ahora que estamos solos, te seré franca. Me puede el miedo, Raimundo. Temo el momento en el que te despiertes para arrojarme insultos y desplantes. Me faltan las fuerzas para afrontarlo. Sin embargo, mi amor no ha flaqueado un ápice. Y quisiera demostrártelo entregándome a tu cuidado aunque… aunque ignoro cómo hacerlo sin despertar tu ira. ¿Dónde está aquel hombre cariñoso, inteligente, detallista y justo del que un día me enamoré siendo aún niña, Raimundo? ¿Dónde está? Me siento tan sola. Te necesito tanto. ¿Qué puedo hacer para recuperarte, mi amor? Dímelo, te lo ruego.

¿A que vosotr@s también habéis muerto de amor con estas últimas palabras que le dedica a Raimundo? Impensable no hacerlo. Tan entregada, tan sincera, tan dispuesta a sacrificarse con tal de vivir junto a nuestro Ulloa favorito. Ainsssssss

Por otro lado, quisiera haceros partícipes de una reflexión que seguro much@s compartís conmigo. Llevamos viendo a Raimundo y Francisca durante más de 1500 capítulos reconciliándose y separándose continuamente. ¿No ha llegado el momento de acabar con esto definitivamente? ¿Por qué no estar juntos y luchar frente a las adversidades? ¿Por qué no superar obstáculos juntos? No pido que todo sea de color rosa. Obviamente, eso es muy aburrido. Pero pueden discutir, discrepar en el modo de actuar… incluso que alguna que otra noche Raimundo duerma en el sofá. ¿Pero no ha llegado el momento de darles estabilidad? Llevan más de 50 años así. ¿No es hora de dejar de ver al Ulloa de aquí para allá con la dichosa maleta a cuestas? (Confesión: me encantaría quemarle esa maleta. La odio). Los personajes lo merecen y nosotras también. Hacedlo por nuestra salud mental jajaja. Pensadlo guionistas. Juntos pueden darnos escenas y tramas maravillosas. 

En cuanto al tema de la boda. Espero que a la tercera vaya la vencida y por fin se conviertan en marido y mujer. Pero no me corre prisa. Cuando tenga que ser, será. Estoy segura de que se celebrará por todo lo alto y que nos encantará a l@s raipaquist@s. #Hoymesientopositivaypaciente. Mientras tanto, me conformaré con oírle llamar esposo a Francisca. Pues así lo siente desde que era una niña, aunque ni la ley ni la iglesia lo corroboren. Porque ¿qué han hecho sino durante toda su vida? Acompañarse en lo bueno y en lo malo.

Qué bonito es conectar así con alguien durante toda una vida, qué gratificante sentir que estás junto a tu alma gemela. Qué afortunados son Raimundo y Francisca y nosotr@s por poder verlo y sentirlo. 


PD: quisiera aprovechar para darle las gracias a María Bouzas por ser tan simpática, cercana, amable y cariñosa con la Cumbre Raipaquista el 7 de marzo. Fue un momento mágico. Mil gracias por hacernos sentir tan bien.

PD2: si queréis saber de qué hablo, leed la entrada de este blog del día 21 de marzo (publicidad subliminal… bueno no jajajaja).



C'est fini

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